So Far Away (Nick Carter)

Capítulo IV Weird World

Capítulo 4. Weird World.

The sun is over the city but it's an orange day
There's a reason for looking up but I'm feeling down
You see I got to catch a plane but won't buy a ticket
'Cause it's hard to just stop when you're spinning around

Lily revisaba su celular, releyendo cada uno de los mensajes de Dave como para sentirlo más cerca como aferrándose a él de alguna manera. De repente una brisa entró por la enorme ventana de su recámara.

"No puedo darle el gusto a la vida de que me vea de esta manera"-pensó.

No se escuchaba ningún ruido eran más de las 10 de la mañana, seguramente Joseph se había ido a caminar para acomodar los sentimientos encontrados que rondaban en su cabeza.

Lily: - Bueno y ahora qué hacemos- murmuró. Debe haber algo entretenido por aquí, algo que no sea Disney. ¿Cierto? - hablando para ella misma.

Se quitó la pijama y buscó dentro de su maleta algo que ponerse, había tanta ropa que en ese momento parecía inservible, no concordaba con el clima del lugar, todo era abrigador y ella se derretía cual paleta de hielo, como era de esperarse en pleno verano. En la búsqueda encontró una blusa verde de tirantes con el dibujo de Slimer y decidió ponerse algo que solía ser un antiguo pantalón acampanado el cual se convirtió en un capri con el desgaste de los años.

Lily: - Es urgente comprar un poco de ropa- dijo.

Salió de la casa no sin antes voltear a ver las palmeras que la adornaban y sonrió para ella misma. Había tomado una tarjeta de su padre esa que califica para "emergencias" sin duda comprar algo de ropa era considerado emergencia y además sería una hermosa y sutil venganza cuando llegara la cuenta del banco a manos de Joseph.

Tomó un taxi y pidió que la llevaran a un lugar interesante donde pudiera comprar zapatos y una que otra baratija, claro eso solo era para empezar.

Chofer: -¿Nueva por estos lugares?-dijo.

Lily: -Sip, ¿tanto se nota? ¿Es mi imaginación o este tipo me está coqueteando?- pensó.

Chofer: -Bueno sí buscas conocer algo ameno te puedo llevar al Flea Market de Standford es un lugar entretenido y puedes encontrar un sinfín de cosas.

Lily: -Genial, hace mucho que no voy a uno de esos, en Manhattan hay algunos pero mis padres nunca me dejaban ir.

"Al bajar del taxi me encuentro con un mercadillo más grande de lo que imaginé parecía una isla de artilugios, había zapatos por un lado, relojes y perfumes en otro, mascotas y muebles incluso estaba la sección de comestibles y flores. Obviamente sabía hacia dónde dirigirme, hacía la florería."

"Ahí yacía, admirando un paisaje multicolor de variadas formas y tamaños, desde rosas de invernadero, exquisitas orquídeas pasando por las más hermosas magnolias que jamás hubiera visto en Nueva York hasta aquellas plantas con aspecto de algas marinas, todo aquello era tan verde y tan fresco, transmitía tanta paz y tranquilidad que no tenía intención de apartarme pero el hambre me consumía."

Estaban a punto de dar las 2 de la tarde Lily se sorprendió del tiempo que le dedicó a cautivar la flora de ese lugar; muy cerca del market había un restaurante llamado Café Latino, no se vendían cortes de carne, cremas o pastas italianas ni había vino o champagne para acompañar, al contrario de eso el menú contaba con empanadas, pollo frito, arroz amarillo, banderillas y papas a la francesa y de bebidas solo se ofrecían botellas de agua o sodas. Lily pidió un par de banderillas con papas fritas y para tomar un mountain dew.

[Nick]

"Tenía tantísima pereza por dios, era domingo debería estar tirado en la cama o jugando con mi Game Cube"

Nick había decidido acompañar a su madre al market, tal vez eso los distraería a ambos y con ello podrían olvidar la tensión de la discusión matutina. No estaba del todo convencido pues sabía que tenía que reportarse con Samantha, no había hablado con ella desde que se fue al torneo de basketball y siendo sincero parecía querer evitar a toda costa un contacto con ella, últimamente discutían por cualquier situación y la relación dejaba de ser amena y excitante.

Jamie: - ¿Ya te comunicaste con Samantha? -expresó con preocupación.

Nick: -No, pero en cuanto regresemos a casa le aviso que regresé con bien- sí es que aun le preocupa- agregó.

Jamie: -No seas tan duro con ella, sabes que la has descuidado mucho, tal vez sea algo temporal verás que la situación mejorará.

Nick: -Sí, eso creo -dijo incrédulo- y siguieron caminando.

Se detuvieron en el Farm Fresh Produce y compraron una selección de vegetales, esparragos, berenjenas, brócoli, tomates, lechuga y otras. Nick cargaba las bolsas con vegetales cuando se detuvo a ver el sitio de antigüedades y coleccionables, entre todo el montón de "chatarra" encontró un cartucho de Kid Niki: Radical Ninja en muy buenas condiciones, era uno de sus juegos favoritos, lo miró por un rato y decidió comprarlo. Ese cartucho le traía recuerdos inmemorables junto a su hermano Michael.

Recordó las horas que pasaban jugando la SNES platform en las vacaciones de invierno. Kid Niki era el apodo que Michael le había puesto a Nick puesto que cuando era apenas un niño decidió que se convertiría en un ninja que lucharía en contra de los villanos; a sus cortos 8 años era un experto en "artes marciales virtuales", siempre resultaba ser el ganador en el multiplayer mode.

Nick: -Mamá, muero de hambre.

Jamie: -Bueno, pues vayamos a comprar algo- sonriéndole.

Nick se arrojó cansado en una silla, escogió una mesa, la más apartada del Café Latino, no le gustaba que lo vieran comer. Jamie y él intentaban seguir con su vida normal y se esforzaban por disfrutar los ratos que pasaban juntos. Tenía tanta sed que antes de ingerir bocado alguno ya había tomado dos latas de mountain dew.

En ese instante Nick sintió retortijones en el estómago y un fuerte eructo terminó con el silencio del restorán , delante de la mesa donde comían él y su madre se encontraba una chica con una blusa verde y un capri color hueso, en cuanto Nick eructó ella volteó rápidamente.

Lily Ann: -Provecho- dijo sarcásticamente- ¡¡dios qué asco!!- agregó levantándose de la mesa.

Nick: -Gracias- mientras se cubría la nariz con la playera por sí intentaba escapar otro gas de su boca.

Fue cuando Lily se detuvo por un milisegundo y casi de manera inconsciente se topó con unos ojos familiares, ella sabía que les conocía de algún lugar pero había olvidado de dónde.