So Far Away (Nick Carter)

Capítulo III. Story of my life

Everybody falls, everybody cries
Everybody feels like a nobody sometimes
You get up again, give it one more try
Everybody's got what it takes on the inside
Story of your life, story of your life Story of your
It's the story of my life (Backstreet Boys)

Esa misma mañana Lily Ann se levantó de su cama, se cepilló los dientes y se miró en el espejo, notó que sus ojos se veían hinchados culpa de las lágrimas de la noche anterior. Miró de reojo las ondas de su castaño cabello y se dispuso a desenmarañarlo con el cepillo de plata que su madre le regaló hace casi una década, parecía un reto lidiar con su cabello puesto que le llegaba a la mitad de la espalda. Cuando al fin terminó sacó su móvil de la carterita con stickers de frutas y marcó un número telefónico.

- ¡Holaaaaaa! ¿Quién vive por aquí?

- Lily, te extraño mucho amiga.- contestó Dyana la amiga de toda la vida de Lily

- Yo más, cuéntame qué hay de nuevo en aquellos lugares.

- No, exageres te acabas de marchar hace unas horas, ¿no querrás que construyan un rascacielos en tan poco tiempo o tal vez un monumento en tu memoria oh sí?

- Bueno, ya sabes Nueva York siempre está trabajando, nunca duerme y pues yo creí que ya habían develado una pieza arquitectónica para mí.

- Jajaja. Muy graciosa Lily- agregó con ironía.

En ese instante se acomodó un silencio que duró más de 10 segundos.

- ¿Qué tal Orlando amiga? Ya visitaste a Mickey Mouse.

- Nop y no tengo las más mínima intención de hacerlo -Comentó molesta.

- Lo siento nena, solo quería terminar con este silencio sepulcral.

- Lo sé, perdón aun no lo asimilo.

- No te preocupes, recuerda que esto es temporal, cuando menos lo esperes estarás de regreso con nosotros - dijo con entusiasmo.

- Si, lo sé.

- ¿Ya hablaste con Dave?

- Nop, no he tenido el valor para hacerlo siento que cuando lo haga mi voz se va a quebrar y terminaré llorando. No quiero hacerlo sentir mal ni causar lástima.

- ¿No puede ser tan malo o sí?

- Terminamos.

- ¿Qué dices?

- Lo que oyes, hablamos y decidimos que eso sería lo más prudente. No puedes conservar una relación de Larga Distancia y no sería justo para él.

- Pero sí el te ama.

- Y yo a él pero así está la situación, no sé tal vez cuando regrese a casa podremos retomar nuestra relación pero así, de lejos, dudo que funcione amiga.

En ese momento se escuchó un grito desde la cocina.

- Lily, baja a desayunar. - vociferó Joseph varias veces antes de recibir una respuesta de su hija.

- ¡Ya voy! Bajo en 5 minutos. Tengo que irme amiga pero ya estás enterada de las "novedades"

- Jajaja. Tú siempre tan animosa. ¿Y ya pensaste en que novedad harás hoy? Ya sabes para aclimatarte al hábitat.

- Pues... ahora que lo piensas creo que sé que podría hacer, hace mucho calor por aquí- tomando un espejo y mirando misteriosamente las largas ondas de su cabellera.

Cuando Lily terminó de hablar con Dyana bajó al comedor y notó que la mesa estaba puesta de una manera tan correcta y pulcra como no la había visto hace años. Se veía tan perfecta que no tenía ganas de irrumpir en ella y quitarle el esplender. Su padre se esforzaba demasiado para sobrellevar la situación con su única hija, una adolescente de 17 años que se había convertido en el prototipo de muchachos de su edad. Ella antes solía ser tan dulce, amable y generosa con su padre pero todo cambió después del divorcio.

- Bueno y ¿qué piensas hacer el día de hoy? ¿Tienes ganas de salir a conocer algún sitio? - expresó Joseph

- Realmente no me apetece sabes, yo creo que me quedaré aquí veré un poco de televisión y arreglaré las cosas de la recamara.

- Está bien, como decidas- agregó con desánimo.

- Mira, no fui yo la causante de todo este embrollo, sí tan solo hubieran hecho un mayor esfuerzo para conservar nuestra familia, los tres seguiríamos con nuestras vidas como sí no pasara nada.

- Nunca fue mi intención que esto sucediera pero en ocasiones debes cerrar capítulos para poder avanzar.

- Es una estupidez eso del matrimonio ¿ves? El felices para siempre no existe y yo siempre lo supe pero se aferraron tanto en educarme como en un cuento de hadas ¿y todo para qué? para que el golpe fuera más duro- gritó Lily de forma violenta- a ustedes ni siquiera les importo lo que yo pensara y sin más ni más me alejaron de mis amigos y de mi novio y eso no es justo- levantándose y de mesa y arrojando un cubierto al suelo.

Joseph no hizo más que quedarse callado pensó en gritarle fuertemente a la muchachita insolente pero él sabía perfectamente que todo lo que ella decía era la verdad. No tenía argumento con el cual poder ganarle así que se quedó ahí, sentado con un nudo en la garganta.