10. Milk and Cookies

7.4K 737 54
                                    

Los días parecían eternos en aquel sótano. Cuando Cry Baby oía pasos cercanos no podía evitar echarse a llorar.
Le llevaba comida bastante sosa, y aún así Cry Baby pasaba hambre.
Cuando su secuestrador empezó a tener más "confianza", la sacaba a la cocina para que le hiciera la comida.
Ella estaba harta, no podía más, lo pasaba horrible allí. Quería salir, ver personas, abrazar a su drogado hermano, oler las flores, sentir el calor del sol... Pero era imposible. Cada día se desesperanzaba más. Llegó a dejar de comer, para ver si se podía morir de hambre de una vez.
Pero, una de esas noches en las que le estaba preparando su vaso de leche rancia con galletas, vio su oportunidad. Decidió hornear sus propias galletas con una receta especial. Harina, huevos, un poco de azúcar... Y veneno. Muchísimo veneno. Bueno, no era exactamente veneno, pero había encontrado un bote de un fármaco en el que ponía "melatonina" y, sin pensarlo, lo volcó entero en la masa de las galletas. ¿Y por qué no algún otro bote de esos en la leche? Estaba desesperada, cualquier cosa para salir de allí, lo haría.

-Están hechas especialmente para ti -le dijo en cuanto se las dio. Su raptor, como siempre, no dijo nada.
La tensión aumentaba cada segundo. Se podían oler las "galletas" recién hechas. Había agarrado una y... se la comió. Se las comió todas y se bebió el vaso de "leche". Y Cry Baby sonrío.

"No puedo esperar a que se duerma... Para siempre" pensaba Cry Baby.

Y, cuando cayeron los párpados de su secuestrador, ella sabía que nunca volvería a abrir los ojos.

Salió corriendo de la casa, sintiendo el frío y la humedad en su piel, viendo las calles oscuras y la brillante Luna con sus ojos y no a través de un cristal, oliendo el olor que se queda después de una tormenta, oyendo los coches, los gatos callejeros, el viento... Libertad. Por fin. Se puso a llorar de la emoción. Corrió hacia su casa, cuando se dio cuenta de una cosa: acababa de matar a un hombre. No podía decir nada, iría a la cárcel.
Su secuestro nunca salió a la luz.

Lo que Cry Baby no sabía es que eso le marcaría para toda la vida.


Cry BabyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora