Parte 3: Días de invierno

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Capítulo 14: Tienes los ojos apagados...

Hoy es viernes.

Han pasado ya cuatro días.

No he vuelto a hablarle a los demás chicos a excepción de Aoyama y Sato que están en mí mismo salón.

Respecto a ellos no he podido entablar una conversación larga que digamos. Me trabo. Me da de nuevo esa sensación que tuve el lunes. Entonces a raíz de eso he terminado siendo seco (de todas maneras pensaba ser así con Sato). Esto me hace sentir mal por Aoyama que intento desde un inicio hacer que conozca gente nueva.

De seguro ella estará enojada conmigo por mi actitud. No la culpo.

Ya no hay nada que pueda hacer. Solo me queda escuchar el relajante sonido de las cigarras.

Estoy echado entre los árboles que están afuera del pabellón. Aprovechando lo que hay de receso. Nada más escuchar el sonido de la campana del receso hace que me dirija de frente aquí. Este ya ha sido mi rutina en los últimos días. Me pongo a ver el cielo. Hoy el sol está totalmente tapado por las nubes.

En si no hay mucho que hacer, solo respirar y disfrutar de la calma. Una calma que es trasmitida desde los rincones de las raíces de los árboles, hasta los pequeños animales que hay a mí alrededor. Todo eso da un sereno ambiente.

En verdad que este es un gran lugar para pasar el tiempo.

No importa que lo pase solo.

Al menos eso es lo que quiero pensar.

Escucho una rama quebrarse.

- Así que aquí estabas en los recesos Izumi.

La chica que se presenta ante mi es nada más y nada menos que Aoyama. Esta vestida con el uniforme usual pero usando medias largas y negras (admito que le da una linda figura) Una gran casaca que la hace ver algo esponjada y una larga chalina. Empieza a soplar sus manos en las que lleva unos guantes con unos estampados de rayas.

- No te mueres de frio aquí. – Dice con un tono de insistencia. Yo sigo viendo el cielo.

- Si hace mucho frio aquí. – Digo por fin. Me tomo un rato tomar energía para decir algunas palabras.

Ella sonríe.

- Así que si podías hablar. – Dice mientras se acerca. – Pensé que te habías quedado mudo.

Suspiro. Entonces me levanto.

- Bueno – Elevo mis manos a manera de estiramiento. – ¿Y qué te trae por acá? ¿No deberías estar con Eva?

Ella hace un gesto de molestia. Bueno mi comentario fue molesto, así que no la culpo.

- Disculpa. – Le digo para apaciguar su ira.

Ella me jala un mechón de cabello. Yo hago un pequeño chillido.

- Tonto. Estas muy pero muy raro últimamente. – Me dice reprochándome. – Ósea sé que eres raro pero me sorprendiste el anterior día. Pensé que te habíamos caído bien.

Si lo hicieron, obviamente que eso es lo que le quiero decir pero si vuelvo a acercarme a ellos capaz me vuelve a asaltar toda esa paranoia del lunes anterior.

- No es eso, creo que simplemente no soy de hablar mucho con la gente. – En parte es verdad pero antes no era así, antes hablaba con muchas personas. Antes no me daba este tipo de cosas.

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⏰ Última actualización: Nov 10, 2015 ⏰

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