Capítulo 11: Una persona curiosa...
Hemos estado caminando ya por unos cuantos minutos y ella no ha vuelto a hablarme. Yo solo le sigo el paso estando atrás de ella.
Lo primero que hicimos fue salir del salón, luego bajamos las escaleras pasándonos lugares que de seguro debería enseñarme. Un ejemplo puede ser la enfermería o algún lugar más de relevancia. Creo que las personas que están en el segundo piso tienen mayor facilidad para llegar a los lugares como la enfermería o cafetería, la cual se encuentra en el primer piso. Bueno creo que es una suerte estar en el segundo piso, así no debo caminar mucho.
Esta parte del instituto cuenta con cuatro pisos y luego está la azotea, lugar donde una parte de los alumnos aprovechan para comer en los recesos. También está que los recesos duran veinte minutos cada uno, y en total son tres recesos. Aparte con los recesos la salida de este lugar es a las 3 y eso es una gran diferencia con otros institutos que salen más tarde aunque es hasta el sábado las clases, aunque ese día es hasta las doce. Es casi magnifico el tener tanto tiempo para poder relajarse y diría que esta es una de las razones que más me "atrajo" de este lugar pero en realidad aunque la salida sea a las tres y los recesos sean de veinte minutos aquí es difícil relajarse. Hasta donde yo sé esta "libertad" que otorgan en realidad es usada para no perder el ritmo de las clases. Las personas dedican gran parte de sus recesos a resolver los ejercicios o escribir cosas que le faltaron en la clase, cosas por el estilo. Según he escuchado en este lugar te vuelven una persona dedicada al estudio. Imagino de que si tienes un promedio bajo te deben impartir clases obligatorias o algo parecido, pero no puedo asegurarlo. Todo en si son suposiciones mías.
¡Oh! También estamos pasando de largo la cafetería. Ni siquiera me dio una presentación del lugar. Esta chica sino quería ayudarme mostrándome el lugar entonces para que me llamo.
Tch...Ahí está sentado Sato...Oh este chico sí que es molesto. Al momento en que me ve me sonríe levantando el pulgar como dándome ánimos. Este desgraciado.
Entonces pasamos la cafetería. Yo solo le hice un gesto de desprecio a Sato antes de salir del lugar.
Ahora estamos cerca de la pista atlética que es usada para educación física.
Ella paro de repente.
- Hey Izumi. - Dice ella de la nada. Su voz que se siente tan calmada.- Sabes yo solo quería bromearte un poco para que te puedas desenvolver con los demás del salón pero al final terminamos haciendo una escenita ¿No? - Se ve tan dulce mientras habla.
Quizás lo de una chica activa, expresiva, extrovertida...quizás solo fue una primera impresión, una equivocada impresión de mi parte. No sé por qué ahora me siento relajado.
- Si tienes razón. - Digo mientras hago una pequeña sonrisa y una leve risa ¿Eh? Vaya, vaya esto no me lo vi venir. Tiempo que no me rio. Fue algo casual, para nada forzado como casi siempre. Qué curioso. - Nos pasamos verdad - Culmino con otra pequeña sonrisa.
De la nada ella se acerca....Ugh me dio una fuerte palmada en el pecho ¿Pero qué?
- Eh ¿Por qué hiciste eso? - Digo algo alterado.
- Como que nos pasamos. - Dice ella agitadamente. - Tú fuiste el que se pasó.
Ahora ha vuelto a su personalidad de chica movida. No me lo vi venir.
- Eh? ¿Acaso hice algo malo? - Me hago una idea de a lo que se refiere pero preferiría ignorarlo. Ya me estoy empezando a avergonzar.
- T-Tu sabes a lo que me refiero. - Oh no, no lo digas que ya me está dando vergüenza de solo recordarlo. - Lo que me dijiste en clases que te parecía...
- ¡Si, ya sé a qué te refieres! - Dije de golpe interrumpiéndola. Mi cara estaba toda roja- Digo tú me obligaste a decirte eso ¿No? Me estabas presionando y todo eso, y vamos justo en medio de clase.
- Entonces ¿Lo que me dijiste era mentira?
- N-no me refiero a eso - Digo algo ofuscado. - Claro que eres linda, lo pensé también cuando nos conocimos días atrás. - ¡Qué diablos! No otra vez ¿Por qué volví a decir eso?
De la nada ella suelta una carcajada ¿Acaso se estará burlando de mi torpeza?
- Sí que eres extraño Izumi. - ¿Ah? ¿A qué se refiere con eso? - Desde que te conocí en la residencia de tu tía me has parecido una persona curiosa con toda esa aura de chico frio pero parece que también tienes tu lado nervioso. - Dice mientras esboza una gran sonrisa que parece brillar.
Hago un ligero gruñido al no saber que más decir. En verdad que ella es una chica con una personalidad única.
- Vamos no te enojes. Sabes creo que ya estamos a mano con la vergüenza que me hiciste pasar en el salón ¿No lo crees Izumi?
- Eh. Acaso actuaste de esa manera para hacer que me avergüence yo mismo.
- Oh - dice- Quien sabe. - Y me guiña.
Me sonrojo al verla hacer esa expresión.
- Bueno ahora si vamos que te debo enseñar lo que pueda en el poco tiempo que queda.
Le hago caso y le sigo. Entonces esta vez me pongo a su mismo paso.
- Tú también eres una persona curiosa Aoyama. - Le digo mientras le hago una ligera sonrisa y ella también me la devuelve con otra sonrisa.
Ayaka Aoyama enserio que eres una persona curiosa y sé que me dije que no me juntaría con personas que me recuerden a mi antiguo yo pero parece que eso no se puede evitar.
Regresamos al salón un poco después que sonara la campana. Ya habíamos arreglado nuestras diferencias en esa especie de charla que tuvimos. Todo iba normal, pero nos olvidamos de una cosa muy importante. Nosotros nunca aclaramos todo ese malentendido con los demás compañeros del salón y eso dio lugar a una especie de confusión al vernos a mí y Aoyama regresando juntos y pasada la hora. Todo eso haciendo que seamos el centro de atención de los chicos para sus bromas pesadas. Por supuesto que la mayoría sabía que la profesora le había obligado a acompañarme a manera de castigo pero lo ignoraban y seguían con sus bromas. Al final antes que el profesor con él nos tocaba iniciara sus clases Aoyama me mostro que también puede tener una personalidad diabólica haciendo callar a todos los chicos del salón con un solo grito.
Vaya amiga que me he conseguido.
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Bajo el Árbol de Cerezos
Genç KurguEn un parque, escondido entre los arbustos se encuentra un caminito de madera que te conduce hacia un pequeño lugar donde se erige un hermoso Árbol de Cerezos, en el cual sus hojas al sacudirse por el viento transmite un sentimiento de calma. Un gru...