Voces en mi interior...

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"-Hijo, últimamente el trabajo me está perjudicando, así que he decidido dejar de trabajar durante un tiempo
-¡PERO MAMÁ! No puedes dejar de trabajar...
-Tranquilo... solo será por unos días, cada vez me duele más la espalda...
-¡Tendrías que dejar de esforzarte tanto! Solo te estás perjudicando..."

No podía dejar de pensar en eso... esa conversación, eso era lo que me dijo mi madre...

-Tras terminar las clases-

-¡Tú! ¿Otra vez? ¿dónde está mi dinero?

-¡CÁLLATE DE UNA VEZ! Estoy harto de esta mierda. Estoy pasando por una situación bastante complicada...

-¡oohhhhh! pobrecito...¿se te ha muerto el perro o qué? - preguntó irónicamente ese ser repugnante - mira, me importa 3 mierdas tu vida... quedamos en un acuerdo, si no lo cumples hay consecuencias, y no lo has cumplido...

-No tienes corazón ¿verdad?... no, no puede ser... ¿¡quién coño te crees que eres!? - grité yo, mientras comencé a correr.

-¡Eh, vosotros! Ayudadme a coger a ese imbécil.

Fui corriendo hasta llegar a casa, notaba el dolor de todos los moratones y de los cortes que esos matones me habían hecho durante esas últimas semanas.
Estaba cansado, quería terminar con mi sufrimiento de alguna manera...

Recordé millones de frases y sueños sin cumplir. Notaba el sabor amargo de mis lagrimas que se desplazaban por mi rostro, hasta finalmente, caer al suelo... me miré al espejo y comencé a gritarme a mi mismo: "¡no sirves ni para defenderte! Deberías darte asco."

Me dirigí a la cocina y cogi las primeras pastillas que vi, tras cogerlas fui directo hacia el baño y me encerre en él.
Estuve mirandome horas en el espejo mientras me ahogaba en mis propias lágrimas, hasta que al final decidí hacerlo, me tragué todas las pastillas hasta que noté un pequeño mareo que poco a poco hizo que cerrara los ojos.

LO ÚLTIMO QUE RECUERDO FUE EL SONIDO DEL BOTE DE PASTILLAS AL CAER AL SUELO.

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-Una semana después-

-¿Eh? ¿Dónde...? - me pregunté a mi mismo - esto... ¡es el hospital!

Todo daba mucha angustia, sobre todo el ver máquinas conectadas en mi cuerpo...

-Vaya... Noah ¿no?

-Sí, usted debe ser...

-Sisi, tranquilo, no deberías hablar mucho... es un esfuerzo innecesario... ¿qué tal te encuentras?

-Bueno... me siento... un poco confuso y mareado

-Ya veo... eso es normal. Has tenido mucha suerte... si no fuera por tu padre ahora estarías muerto...

No sabía que responder, me sentía tan avergonzado y a la vez tan confuso...

-En fin... voy a avisar a tus padres de que has despertad...

-¡Doctor! - grité interrumpiendo - ¿cuándo podré irme?

-Primero haré el aviso, luego volveré para hacerte una serie de preguntas, y si todo sale bien, mañana podrás volver a casa.

-Vale... - dije desanimado

El tiempo de espera se me hizo eterno, hasta que al final apareció de nuevo el doctor.

-Bien... Noah, me he fijado que tienes unos cuantos cortes por los brazos y las muñecas... lo que me hace pensar que antes del intentos de suicidio te autolesionaste...

- Bueno... sí, ahora entiendo que lo que he hecho ha sido una estupidez... - es cierto, estaba mintiendo... pero no quería que mis padres se enteraran de lo que me había sucedido durante mis últimas semanas escolares.

Tras una serie de preguntas el doctor reveló su auténtica identidad como psicólogo diciéndome la siguiente frase: "se que me has mentido en ciertas preguntas que te he hecho, pero si has sufrido acoso escolar deberías de contarselo a tus padres."
Me quedé impresionado, en ese momento no supe como había conseguido deducir lo que me había ocurrido...

Al día siguiente, mis padres estuvieron hablando con el doctor y el psicólogo hasta que al final nos pudimos ir a casa.

El viaje en coche fue de lo más incomodo, nadie hablaba pero igualmente sentía una presión de todo el mundo... de repente escuché una voz desconocida... una voz extraña, no se podía diferenciar si era de hombre o de mujer, lo único que decía era: "MÁTALO ", palabra que resonaba por toda mi cabeza, no provenía del exterior, en ese momento lo entendí, era una voz interior...

Cadenas de sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora