Era de noche todo estaba oscuro... Solo brillaba una pequeña estrella en el cielo... De repente y sin saber por qué una voz serena resonaba en mis oídos... Cuando intenté darme la vuelta vi una sombra rozándome mientras cerré los ojos y me mantenía estática. Abrí los ojos con total inseguridad, solo era otro sueño...
Bajé a desayunar tan rápido como pude. Terminé de desayunar, me vestí y me puse mis patines.
-Se me olvidaba... -Cogí una bufanda negra y me la enrollé al cuello-. ¡Abuela me voy!
-Vale, adiós cielo.
Cerré la puerta y comencé a patinar. Me sentía... ¿Cómo me sentía?
En ese momento me dejé llevar por el aire fresco que golpeaba mi cara como si de una película se tratase. Me olvidé de todos mis problemas pero ahora el mayor problema era el mareo; el cual pasó desapercibido por unos instantes. Toda mi energía desapareció, con lo cual, mi cuerpo cayó lentamente. Antes de llegar al suelo vi a un hombre corriendo en mi ayuda, desde ese momento el hombre paró y no pude ver más que manchas borrosas, no pude sentir nada, no podía moverme, admiré un fondo negro y terminé por caer en un profundo sueño lejos de la realidad.
Unas horas más tarde, recuperé la visión, obviamente borrosa, fui visualizando todo mi alrededor poco a poco, oí a mi abuela suspirar de alivio al ver mis ojos abiertos.
-¿Qué me ha pasado?
-Pues... Has sufrido un desmayo, un hombre desconocido te trajo hasta aquí. No dijo su nombre.
-Con que un hombre me trajo hasta aquí...Puede que sea Kirito. -Susurré-.
-¿Qué has dicho, cielo?
-Nada, abuela. ¿Nos podemos ir?
-No. -Dijo el doctor-. Tendrás que quedarte a que te hagamos unas pruebas. Nos aseguraremos de que te encuentras bien, has sufrido graves heridas al caerte y he de curarlas.
-¿Heridas?
-Exacto, si me hace el favor de acompañarme hasta la otra sala...
-Claro.
-Por aquí. Hemos llegado, siéntese por favor. Le voy a administrar estos medicamentos que hará que se cure inmediatamente.
-¿Cuanto tardará en hacer efecto?
-Unos minutos, espere por favor.
Al entrar a casa, subí las escaleras, abrí la puerta de mi habitación y me acosté en la cama. Miré el móvil, 4 llamadas perdidas, no podía responder estaba demasiado cansada.
Me quedé dormida...Miré el reloj, la una de la mañana, abrí la pequeña ventana al lado de mi cama. Sólo quería ver las estrellas. Admiré las estrellas parpadeando, pero una estrella en concreto, la más pequeña era la que más brillaba. Sólo deseaba el placer de volver a ver a esa pequeña estrella.
¡Hoolaaaaaaa!
He intentado estar ausente por un tiempo ya que llegan esas fiestas inolvidables, fin de año, Navidad... Por ello he traído este capítulo, dedicado a aquellas personas que disfrutan de capítulos nuevos, e incluso libros nuevos. Por esa ilusión basada en la lectura, les deseo una feliz lectura.
¡Feliz Navidad, a todas las personas de Wattpad! Un beso enorme <3 n.n
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¿Quién dijo que el amor no duele?
Подростковая литератураUna pequeña historia más entre un montón de novelas escritas de nuestra pequeña comunidad. Yui- San una adolescente como otras muchas de su instituto. Pero no como cualquiera. Ella es diferente a las demás, ella no cree que la única belleza que exi...