Era la peor persona que podía imaginar, si, esa, la que me hizo tanto daño pero esta vez venía con un amor incondicional en sus brillantes ojos. Quería que le perdonara. Y sin embargo, me pidió que lo dejara pasar y que lo olvidara todo.
Creo que está loco. ¿Como quiere que le olvide?
Después de buscar lógica a mis preguntas sin respuestas. Después de pensar que él no entiende lo que siento. Después de tanto ¿por qué?
Pensaba responder pero simplemente me quedé callada mirando sus ojos azules y su pelo marrón oscuro. Como podría decirle algo si hace minutos me derrumbaba por mi madre y mi abuela...
¿Algún día lo superaré?
¿Dejaré de buscar más respuestas?
Me interrumpió una voz grave y ahogada.
-Aunque hayamos peleado te quiero mucho -Afirmó las frases llorando-. Siento que todo esto haya pasado y no es tu culpa. Es el destino princesa, el destino no quiere que estemos juntos.
-No me vuelvas a llamar princesa... No te lo mereces.
-¿Qué no merezco?
-No mereces mi mote.
-Vale... No merezco tu corazón... No merezco tu sonrisa... No merezco una vida contigo... Te hice daño. Tampoco merezco tu comprensión por eso no voy a insistirte.
-No... -Grité al ver que ya había desaparecido-.
Solo se me quedó sus frases grabadas en la memoria.
No se merecía mi llanto. No mientras estuviera en mi mente.
De repente todo se quedo en silencio mientras que una voz relajada y segura me dijo:
-Te necesito para respirar,
necesito tus ojos para ver
necesito tus labios para sentir,
necesito tu alma para vivir
necesito tu existencia para sonreír
te necesito para saber amar.
No tenía por qué contestarle. Pero continuó.
-Mi objetivo son tus sentimientos,
uno a uno, de mi a ti,
riendo tristezas,
llorando sonrisas,
mi objetivo eres tú,
y sólo tú, para amarte.
Me mantuve callada por si decía algo más.
-Nunca me rendiré princesa. Siempre estaré a tu lado. Nunca dejaré que te hagan daño. Cuando estes mal te abrazaré y te diré que todo irá bien. Pararé el mundo si hace falta para verte sonreír. Mis palabras no están a tu altura para expresar lo mucho que te quiero. Y en realidad no te quiero, te amo. Nunca dejaré de pensar en ti.
-Kirito... Ya basta. -Dije llorando y planteándome que debía hacer-.
Me asome al balcón. Y observe sus ojos. Era tan tierna su mirada.
Me sentí como si le hubiera dado un golpe a un gatito tierno.
Lloré sin más remedio tapándome la cara. Él hizo un gesto para que saltará por el balcón.
Salté y le abracé tan fuerte como mis débiles brazos me permitían.
Escuche su latido del corazón. De repente él dejo de abrazarme y comenzó a derrumbarse.
-¿Kirito?
Él no respondía.
-Kirito me estás asustando.
Él seguía sin responder.
-¡¡¡Kiritoo!!! -Dije gritando lo más fuerte que pude-.
Él seguía sin contestar.
Comencé a llorar descontroladamente y pidiendo ayuda a gritos.
¿Qué pasará con Kirito?
¡Hola! No he subido capítulo en mucho tiempo lo sé pero últimamente no ha sido por pereza si no porque no he tenido imaginación. Gracias por comprender. Besitos. Adiós.
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¿Quién dijo que el amor no duele?
Teen FictionUna pequeña historia más entre un montón de novelas escritas de nuestra pequeña comunidad. Yui- San una adolescente como otras muchas de su instituto. Pero no como cualquiera. Ella es diferente a las demás, ella no cree que la única belleza que exi...