En su despacho, Natalia no deja de darle
vueltas a lo sucedido en el laboratorio.
- No debería haber metido a Fran en esto, ha sido una
torpeza por mi parte...¿qué esperaba que pasara?
Adam está sentado en el borde de la mesa de
Natalia.
- Primero, fui yo quien le dijo a Fran que colaborase con
Santos y, segundo, Fran es un tío la mar de
competente, creo que es bueno tenerlo con nosotros en
la investigación. Así que deja de preocuparte por eso
ahora y vamos a centrarnos en lo que de verdad
importa. Eso de ahí abajo. Eran genes G. Hay una
criatura G suelta y, además, parece que se extiende. Su
saliva o algo debió de juntarse con la sangre del sin
techo en sus heridas y ha debido... no sé, extenderse.
¿Cómo explicas si no lo que hemos visto? Encima de
todo, ese cabrón es contagioso. Pero la cuestión no es
esa, la cuestión es; ¿cómo damos con ella antes de que
se extienda y la ciudad se llene de esas cosas?.
Pasando por alto el hecho de que Adam parece
casi ansioso, poco a poco, Natalia va dejando a un lado
su preocupación para dedicar su mente a buscar
respuesta a las incógnitas que Adam acaba de
plantearle.
- Sí, tienes razón... Sin embargo, creo que la mejor
manera de encontrarla es pensar de dónde puede
provenir. Lo más obvio es pensar en InGenius. Pero,
¿qué sentido tendría ahora, tantos años después de
aquello? ¿Han vuelto a estar jugando con los genes G y
algo se les salió de madre? Ni siquiera sabemos seguro
que aún conserven los archivos originales...
- InGenius también era mi primera opción. Creo que
deberíamos ir a hacerles una visita. Porque, ¿qué otra
opción hay si no?.
Casi como para responder a la pregunta de
Adam, en ese momento suena el teléfono. Es una línea
exterior. Obviamente, cualquiera puede acceder a las
líneas públicas del C.A.E. para recurrir a ellos en caso
de emergencia, peligro o en caso de que se esté
comentiendo un delito. Sin embargo, a pesar de que
todos los teléfonos del edificio tienen una extensión
para poder comunicar con ese despacho, pocas son las
personas que tienen acceso al despacho privado de
Natalia desde una línea exterior. Son más de las doce de
la noche, no es una llamada habitual. Natalia reconoce
el número al instante y conecta el manos libres.
-¿Tim? ¿pasa algo?
Pero no es Tim el que contesta al otro lado, si
no la voz llorosa y desesperada de Marta.
-¡Se... se lo ha llevado! Esa... esa cosa rompió el cristal,
cogió a Tim y... y... ¡Dios, Dios! ¡Vendid! ¡Venid rápido!.
-Marta, cálmate... ¿qué se lo llevó? ¿Viste lo que era?
¡¿qué viste?!
-¡No sé que coño era! ¡Venid, joder! ¡Por Dios, venid ya!
¡Ayudadle! ¡Ayudadle! ¡Ayudadle!
- Vale... - añade Adam mirando a Natalia. - Igual sí que
hay opción B.
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LOS DIABLOS DEL CIELO
Science FictionEn la ciudad de Santa Gloria están ocurriendo sucesos extraños. Misteriosas criaturas son vistas durante la noche. La clave de todo parece estar oculta en las investigaciones llevadas a cabo por la empresa InGenius. El Cuerpo de Agentes Especiales (...