8. Investigación

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En el laboratorio del sótano número 3 del

edificio central del C.A.E. Adam está pendiente de las

investigaciones del profesor Santos. Éste está

analizando al microscopio las muestras que Adam le

acaba de traer.

- Definitivamente, esto es sangre G.

- Igual que el material genético que encontramos en el

cadáver viviente del callejón anoche.- Responde Adam.

- No exactamente del mismo tipo.

- ¿Qué quiere decir?

- Verás, como sabes, hay dos tipos de sangre G. Una, la

creada de manera totalmente artificial en laboratorio,

sin ADN humano. La segunda, la creada a partir de

sangre humana (o de otro animal) alterando

artificialmente su código genético mediante

manipulación G.

- ¿Y de cuál de los dos tipos es esta?

- De ninguno de los dos.

- ¿Cómo dice?

- Verás, aquí hay... llamémosles "restos" de ADN

humano, pero esta sangre no ha sido alterada

artificialmente en un laboratorio. Me temo que lo

mismo ocurre con las muestras que encontraste anoche

en nuestro amigo del callejón y que hemos estado

analizando antes.

Adam se queda en silencio unos segundos,

dándole vueltas a lo que acaba de decirle el profesor.

Santos también guarda silencio para darle a Adam

tiempo a entender. Adam es el siguiente en hablar.

- Pero... un momento. Dices que esta sangre y las

muestras de anoche son diferentes a los dos tipos de

sangre G que conocemos y a la vez son diferentes entre

ellos. ¿Qué quiere decir eso?

- Verás, tanto esta sangre como el material genético

contienen rasgos de ADN humano. Cuando los genes G,

al menos los que conocemos, se utilizan para alterar el

ADN, muestran unos rasgos característicos. Para

expresarlo de la manera más sencilla posible, en un

caso de alteración artificial, los genes G aparecen como

algo "acoplado" al ADN de la persona a la que se le esté

aplicando. En estos dos casos, los genes G aparecen

como una parte de la cadena de material genético, no

como algo acoplado a él. Pero hay una diferencia entre

ellos. En las muestras que he analizado hoy, aún parecía

predominar el ADN humano sobre los genes G, al

menos de momento. En las que me acabas de traer,

aunque también hay restos de ADN humano,

predominan totalmente los genes G.

LOS DIABLOS DEL CIELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora