Loco por ti

Capitulo 3- Benjamin West

Capitulo 3- Benjamin West

Me puse unos shorts cómodos combinando con una remera gris y unos championes deportivos. Me hice una coleta y me paré frente a la puerta observando todas las nuevas cerraduras que antes no hacían falta, ya que tenía confianza a lo que me rodeaba. Contaba con el pensamiento de que si no hago daño a nadie, no tendrían porque querer hacerme daño a mí. Estaba despreocupada ante lo que podría sucederme y estaba cegada ante la crueldad del mundo. Desbloqueé las cerraduras para apenas abrir la puerta y chequeé mi entorno para luego abrirla completamente. El sol me pegó la cara y me cegó por un instante, abrí los ojos mas éstos aún no estaban preparados. Volví a adentrarme a la casa para colocarme los lentes de sol de Sara. Y así salí de mi hogar; de las paredes que me alejaban del mundo cruel que estaba allí fuera esperando a una chica inocente para así lanzarse hacia ella y acabar con su confianza e inocencia, tal como lo había hecho conmigo anteriormente.
Me fijé en la casa de Frank. Se encontraba oscura y su pasto estaba bastante crecido. Me fijé en sus ventanas y pude contemplar, oscura como todas, una sombra conocida arrimada en la ventana. No le di importancia. Sabía que era él, sabía que no bajaría y que se quedaría allí sólo observando. Me di la vuelta y fui por mi bicicleta. Y así empecé a dirigirme al hogar de una de mejores chicas del mundo, "Lisa". Toqué la puerta y esperé a que abrieran. Su padre fue quien lo hizo. Al verme se sorprendió mucho y me regaló una mirada de pena. Creo que debería acostumbrarme a que me den aquella mirada. Supongo que todos me mirarán así. Se hizo a un lado y me dejó pasar sin decir una palabra. Pasé y me dirigí a la habitación de mi amiga. Al llegar ví que su habitación se encontraba cerrada.
-Lisa- La llamé y, luego de unos segundos, ella abre la puerta y veo su rostro destrozado y sorprendido.
No había una pizca de pena en ella por lo que me sentí aliviada; no me gusta que sientan pena por mí. Me quité los lentes de sol y solamente la abracé. Lo necesitaba y ella también. Nos adentramos en su habitación.
- Lo siento, mi habitación esta hecha un lío, no he tenido las ganas de ordenar nada- No dije nada, solo me senté en la cama la cual no se encontraba hecha, como siempre lo estaba. Solo me la quede mirando.
- Han sido duros estos días ¿no?- solo asiento, -¿Has sabido algo de Sara o de...- Lo piensa un poco y luego continua -...tus padres?
No contesto nada. Ya siento un nudo en mi garganta, pero hago un esfuerzo a mi voz para decirle:
- No...nada...- Un sollozo sale de mí sin que yo pueda controlarlo - no sé nada...- Ella se acerca a mí y me abraza nuevamente y cuando el ambiente se calma, ella se acerca al pequeño refrigerador que tenía en su habitación. Saca un pote de helado y me lo da, una pequeña risa cercana a un sollozo sale de mis labios ante su ocucurrencia.
-¿Helado?
- Tu siempre has dicho que el helado y la nutella podrían curar lágrimas y ponerte feliz- Y así la primer sonrisa de verdad sale a la luz luego de mucho tiempo -Llamaré a Ana- No respondí solo comencé a tomar el helado de chocolate que me había dado.
Lisa y yo no dijimos nada, sé que está preocupada por mi y teme decir algo que me ponga mal. Luego de una media hora llegó Ana la note un poco triste, pero al verme, su rostro cambió.
- Lilly, todo saldrá bien, Sara volverá y a tus padres los encontrarán muy pronto, te lo prometo.- Y ahí están esas palabras de apoyo y esperanza que necesitaba oír- cuentas con nosotras para lo que sea ¿si?- la abracé fuertemente.
-Gracias- le dije y luego de un abrazo fuerte, me aparté y les pregunté si querían salir un rato, ya que quería tomar un poco de aire. Estar encerrada en esta habitación y con este ambiente no me agradaba para nada.
-Vamos- dijeron, poniéndose de pie.

Sara POV

Tome el vaso de cerveza de un sorbo y lo dejé nuevamente. Nunca tomo al punto de emborracharme, ya que tengo que mantenerme atenta. Él está aquí, estoy segura que es él, por lo que sé el idiota ya tiene una nueva vida hecha a estado dando ubicaciones falsas, el estúpido. Y ha dejado a su hijo a la suerte, ahora ya no se hace llamar Joe Horan sino Benjamin West, y vaya que ha cubrido bien su pasado. Pero, sabiendo que es un narcotraficante de la mafia, no me sorprende tanto.
Benjamin West es un hombre casado con una mujer llamada Isabella Nelson. No tiene hijos pero por lo que sé, tiene perro llamado "Chaser", su currículum esta impecable, supongo que trata de no llamar la atención de la policía para que no lo descubran. Trabaja como arquitecto. Y se ha mudado de país. Tuve que pagar un viaje en avión para llegar aquí, pero supongo que él no llegó aquí por avión.
Como sea... Por culpa de ese engendro, mis padres han sido secuestrados y probablemente asesinados! ¡Por su culpa Nicolás busca venganza! ¡Por su culpa Frank se metió en esto!¡Y por su culpa ocurrió toda esta mierda!
Salió del bar y fue a su auto. Lo seguí Llegó a su casa y me puse mi guantes Estaba solo. Entré. Fue a su habitación. Puse el silenciador mientras escondía mi cuchillo entre mis ropas. Luego subo las escaleras, cada vez más acercándome a mi venganza. Entré silenciosamente y cerré la puerta con fuerza para que se percate de mi presencia.
-Joe Horan... Tu hijo ha estado lidiando con tus problemas, ¿sabes?-
Se dio la vuelta - Supongo que sí, ya que has estado enviándole ubicaciones falsas, mientras que tú estás aquí viviendo en toda tranquilidad, ¿no?
- ¿Quién eres tú?
- El pobre la ha estado pasando mal y sólo toda su vida, ya que cualquiera que esté relacionado con él es asesinado... ¡POR TU CULPA!
-¿Quién eres tú?
- Me llamo Sara Simon, tú has arruinado mi vida y vengo a acabar con la tuya.
- Pero, no te conozco.
- No, no lo haces, pero eso no importa. Si lo que quieres saber es por qué hago esto, pues, me han dicho que todas las respuestas son contestadas luego de la muerte.
Tiré del gatillo, y caí al suelo. Me empezó a golpear. Lo empujé con mis piernas y cayó al suelo. No debo golpearlo si quiero que mi plan funcione. Me subí sobre él, le sujeté la cabeza y le disparé en el cien.
Se me ocurrió meterlo en la bañera para cubrir cualquier huella digital. Llené la tina, lo desvestí dejando sus boxers puestos, y hundí su cuerpo inerte. Le coloqué la pistola sin el silenciador en la mano derecha. Limpie la sangre del suelo y salí de la casa.

¡Hola! Creó que me demoré mucho, pero para compensar haré una maratón. Comenten que les parece.
Pregunta:
¿Creen que estuvo bien que Sara mate al padre de Frank?
Saludos,
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