Llevo ya una hora encerrada en los vestuarios. Me sentía rara, no me quedaban más lágrimas y mi cuerpo estaba pegajoso, al igual que mi pelo. Encontré una toalla limpia y decidí ducharme. Es increíble el efecto que hace el agua en mí. Me seco con la toalla y me pongo frente al espejo. - Normal que todos piensen esas cosas de mí. - Le digo a mi reflejo. Noto el pelo distinto, debe de ser por la lejía, pero tuve suerte en echar una pequeña cantidad. En ese momento, alguien llama a la puerta.
- ¿Si? - Pregunto desconfiada. No sé quien puede estar aquí a estas horas.
- Soy yo. - Es la voz de Chris.
- ¿Qué quieres? Lárgate. - Dejo de mirar la puerta y me vuelvo a fijar en mí reflejo.
- Supongo que esa ropa estará fatal. - Muchas gracias por la observación. - Yo tengo de sobra. - Genial, ahora se burlará. - ¿Quieres cogerla? - ¿Qué?
- ¿Me estás ofreciendo tu ropa, después de lo que me acabas de hacer? - Aprieto mis puños.
- Perdóname, de verdad que lo siento. Era una broma y se me fue de las manos. - Sólo una broma, claro.
- ¿Eso era una broma? - Le pregunto. - Hacerme la zancadilla también, gritarme y humillarme delante de todos también, llamarme zorra también, decir que me acosté contigo también y hacerme daño también, ¿no? - Estoy explotando. - Todo son bromas y no sólo tuyas, si no que también de los demás. Por tu culpa. - Mi reflejo se vuelve borroso.
- Nora, yo no pretendía que estuvieras así. Por favor, déjame pasar y te lo explico. - Ni de coña.
- No quiero que me expliques una mierda. - Grito, y el eco que hay en el vestuario me asusta. - ¡Dejarme todos en paz! - Y ya no aguanté más. Vi mi puño estampar contra el cristal y romperlo en varios pedazos. Mis nudillos estaban llenos de sangre y yo ya no sabía que hacer. Me siento en el suelo y empiezo a llorar. Escucho la puerta abrirse y pasos que se acercan velozmente a mí. Chris me agarró y me abrazó como si me fuera a perder, pero yo no pude apartarlo.
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Un blanco fácil. [#Wattys2016] Completa
Teen FictionTodos los días igual, la misma rutina y la misma mierda. En casa, nada va bien. En el colegio, más de lo mismo. Lo único que me da fuerzas es Daniela, mi mejor amiga. Ella siempre está ahí para mí, y yo para ella, aunque debo admitir que tiene sus p...