Capítulo 42

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Chris se acercó rápidamente a mí y me atrapó con sus brazos, colocando mi cara en su cuello. Me está intentando tranquilizar pero esas últimas palabras, no paran de dar vueltas en mi cabeza. Mi padre me acaba de llamar, sé que es él. Recuerdo su voz como si nunca la hubiera dejado de escuchar. Pienso en la última vez que lo vi. Me amenazó y por su culpa, Marcos me odia. No tengo ni idea de porque lo hace, yo no hice nada malo. Hice lo correcto. Se oprime el pecho, al pensar en lo ocurrido y suelto otro sollozo. Chris me aprieta más contra él y me susurra palabras tranquilizantes.

Tras varios minutos, levanto mi cabeza y lo miro. Chris me mira muy preocupado, seguro que tengo los ojos rojos y la parte entre el ojo y la mejilla con leves manchas, de un color también rojo. Sale una última lágrima y él acerca su mano, quitando cualquier rastro de ella. Le regalo una pequeña sonrisa, pero se que no se refleja en mi mirada.

- No sabes mentir, y este caso no va a ser una excepción. - Sabía que tenía razón, y le contesto volviendo a abrazarlo. - Ya está, tranquila. - Vuelve a susurrarme al oído. - ¿Qué pasó, Nora? - Un escalofrío recorrió mi cuerpo y lo entendió. - Tranquila, no hace falta que me lo cuentes ahora. - Me separo un poco de él y me levanta la cabeza.

- Perdón. - Digo intentando no volver a llorar. - Te juro que te lo voy a contar. - Me mira más relajado, y me sonríe.

- No te preocupes. - Dice finalmente acercando sus labios a los míos y fundiéndonos así, en un perfecto beso.

El resto del día lo pasamos en la casa entre besos, abrazos y más besos. Vimos unas cuantas películas e hicimos la comida juntos. Al principio no fue muy bien pero seguimos vivos, con que bien. A la tarde estuvimos en un pequeño jacuzzi que había. Cuando llegamos ayer, ni me fijé en que había uno. Pero hubo un pequeño inconveniente...

Chris me estaba tapando los ojos y me conducía a algún lugar de la casa, para no se lo que.

- ¿A dónde me llevas? - Pregunté un poco nerviosa.

- Es una sorpresa. Tranquila, no te voy a matar. - Me muerde levemente el lóbulo de la oreja y suelto un pequeño gemido. - O si. - Susurra y sigue andando.

Cada vez estoy más nerviosa, no se a donde me lleva y eso me afecta en algún modo. Escucho como abre una puerta, después de subir las escaleras y para de golpe.

- Llegamos. - Comenta sacando la venda de mis ojos y dejándome ver el pequeño jacuzzi que hay en el medio de la habitación.

- Es perfecto. - Logro decir, cuando él baja sus manos lentamente a mi cintura. - Chris. - Digo girándome y quedando cara a cara con él.

- Dime. - Dice dándome un tierno beso en la comisura de mis labios.

- Hay un problema. - Él me mira sin comprender lo que digo. De repente levanta las cejas y abre los ojos, como si le hubiera venido la respuesta de golpe.

- Oh vaya. - Dice riéndose un poco. - Joder Nora, me asustaste. - Lo miro extrañada y continúa hablando. - Pensé que pasaba algo. Si te estás desangrando por la vagina, lo dejamos para otro día. - Mis mejillas se ponen rojas de golpe, a lo que a él le causa más gracia.

- Eres gilipollas, Chris. - Le digo gritando y dándole un leve golpe en el brazo. - Podrías decirlo de otra manera. - Le espeto riéndome yo también. - Pero no, no es eso. - Para de reírse y hace como que se limpia las lágrimas. - No tengo bikini. - Sonríe perversamente.

- No creo que te haga falta. - Comenta sacando mi pijama y besando mi cuello. No me puedo resistir y le sigo el juego.

Después de ver como nuestra ropa queda tirada en el suelo, y de que Chris tuviera la brillante idea de echar jabón dentro del jacuzzi. Al principio me negué, porque podría acabar mal pero acabé cediendo, ya que la espuma me cubriría algo.

- Lo necesito en mi casa. - Digo acomodándome y cerrando los ojos.

- Me necesitas a mí. - Contesta Chris y abro los ojos. Lo encuentro mirándome y guiñándome un ojo.

- Eres un idiota. - Dicho esto se empieza a acercar y hace el típico gesto de cuando alguien te va a contar un secreto.

- ¿Sabes qué, Nora? - Niego con la cabeza, y me estremezco bajo el sonido de su voz. - La espuma que tenías para tapar tu cuerpo, ya no está. - Miro hacia abajo y veo que es verdad. Mis mejillas se iluminan de nuevo y me giro, dándole la espalda. - No hace falta que hagas eso, me encantas. - Dicho esto, pasó algo que no me esperaba.

Sus manos pasaban por mi cuerpo, explorando cada milímetro. Hasta que llegó a mi entrepierna. Paré su mano y me miró, con un gesto me dijo que todo estaba bien. Le contesto cogiendo su rostro entre mis manos y besándolo dulcemente. Chris, empezó a atraerme hacia él. El beso es tan lento que duele, necesito más. Sus manos se movieron hasta mis muslos desnudos, y con cada roce sentía que mi cuerpo se calentaba cada vez más. Se separó levemente y asentí con la cabeza. Sabía lo que iba a hacer, y lo quería.

Con sus manos empezó a masajear esa parte y jadee en su boca. No sabía como esto podía sentirse tan bien. De repente, pasó su boca a mi cuello y empezó a dar pequeñas mordidas en él. Sentí como metía un dedo y luego otro.

- No sabes cuanto te deseo. - Dijo en un tono sensual, en mi oído.

Esto se siente extraño y a la vez placentero. No pude más y exploté. Abrí los ojos y Chris me sonrió victorioso.

- Imbécil. - Dije en un tono bajo de voz, recuperándome.

- Creo que hace varios segundos, no pensabas lo mismo. - Contestó riéndose, a lo que yo le seguí.

Me besó dulcemente y me di cuenta, de que necesito cada vez más de él.

Ya es de noche, y Chris no para de insistir en que me quede esta noche con él pero no puedo. Si mi padre llamó, no puede estar pasando nada bueno. Le digo que me lleve a casa y acaba cediendo. El camino lo pasamos cantando canciones aleatorias que aparecían en la radio.

- Nora, llegamos. - Escuché esa voz que me llamaba y abrí los ojos.

- ¿En qué momento me quedé dormida? - Le pregunté, de verdad que no lo sabía.

- Hace media hora. No te quería despertar, te veías adorable. - Reí a modo de respuesta.

- Buenas noches. Mañana te llamo, ¿vale? - Dije dándole un corto beso y saliendo del coche.

- Perfecto. Buenas noches, preciosa. - Me reí de él, por como me acababa de llamar y ando hacia la puerta de mi casa.

Vi como Chris, encendía el coche y se alejaba de mí. Ya nadie me podía proteger, estaba sola de nuevo. No puedo caer de nuevo. No puedes caer de nuevo, Nora. Abrí la puerta, sin saber que me esperaba.

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Hola a todos, perdón por tardar bastante en subir. Estuve bastante liada, intenté sacar tiempo pero no pude. No me matéis por favor xd.

Espero que os guste el capítulo. No hubo mucha tensión como en otras partes, con Nora, su "hermano", Daniela...

Pregunta: ¿Qué creéis que va a pasar con el padre?

Votad y comentad. Sabéis que me encanta leer vuestros comentarios.

Gracias por todo.

Un abrazo.


Un blanco fácil. [#Wattys2016] CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora