Capitulo 6

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Su mano tocó mi mejilla mientras yo posaba mis brazos alrededor de su cuello. Nos mirábamos como si fuéramos dueños del tiempo y del espacio. De pronto el comenzó a mover sus pies de un lado a otro, al ritmo de un vals, de un vals que solo estaba en nuestras cabezas. Nos movíamos lentamente mientras nuestras miradas se hacían más intensas. Su rostro se acerco a mi cuello y sus labios hicieron que mi piel reaccionara instantáneamente al contacto. Sus labios subieron a mi boca. Nuestros labios aun no se tocaban completamente pero ya me sentía perdida en él. Nuestras respiraciones luchaban por ganar una competencia de velocidad mientras sentía mis piernas en el aire. Sus pies dejaron de moverse y los míos también. Sentí como estiró sus labios para tocar los míos cuando una voz nos interrumpió.

—_______, sé que tal vez el sueño está muy bueno pero hay que ir a trabajar— La voz de Elena me despertó, terminando con la fantasía que había experimentado hace unos segundos con un chico que ni siquiera recuerdo. Odio cuando no puedo recordar parte de los sueños. ¿Cómo pudo ser tan cruel y despertarme junto en el mejor momento?
—No estaba bueno el sueño Elena, era el mejor sueño de mi vida— le dije rezongando mientras me tapaba la cara con una almohada y ella se sentaba a los pies de mi cama.
—¿El mejor sueño de tu vida? 
—Si— le respondí destapándome la cara y sonrojándome.
—Ayer te caíste. — me dijo mirando hacia la dirección de mi herida y yo me llevé las manos hacia la cara. Inmediatamente recordé cuando Thomas me tocó y sentí como me sonrojé aún más. —El Joven Sangster te trajo y olvidaste tu bicicleta.
—¡oh! ¡Mi bici! — dije recordando. —Espera… ¿Cómo sabes?
—Él me dijo, ayer me trajo también porque venía a dejarte la bicicleta y bueno, era el mismo lugar.
—Oh… no los vi.
—Fue tarde… _______, mira, sé que tal vez me niegues todo lo que te diga pero soy vieja y sabia ¿sabes? Y Thomas Sangster no es así con cualquier persona y él no es cualquier persona. Él está interesando en ti más que cualquier otra chica antes y no sé cuáles son sus intenciones, pero solo te pido que tengas cuidado con tus sentimientos, con los sentimientos de ambos. Sus vidas son tan distintas que tengo miedo de que alguno se confunda y todo salga mal. 
—No sé de que hablas Elena.
—Entonces, pronto lo entenderás. — Elena se paró de mi cama y salió. ¿Por qué me había dicho todo eso? Seguro ella está equivocada con respecto a Thomas. Él debe ser así con todas las chicas, o tal vez no quiere que nada me pase porque trabajo para él y no quiere perder una empleada. ¿Por qué otra cosa más sería?

***

¿Cómo en una casa así de grande no había nada que hacer? 
Jerome estaba leyendo y Elena tejía. Yo solo los veía sin nada que hacer. Ni siquiera Alan estaba para conversar. 

Salí de la casa y me senté en la orilla de la piscina que allí había. El agua era tan azul que me daban ganas de meterme y no salir más de allí.
De pronto las palabras de Elena vinieron a mi mente. 
¿Será que Thomas Sangster es diferente conmigo? ¿Por qué?
¿Y qué hay del papel que encontré botado en su habitación? Seguro que él tiene una chica a quien escribirle esas palabras tan bonitas. 
Sentí un dolor extraño en mi estomago al imaginar a Thomas pensando en otra chica. ¿Qué me pasa? ¿Y por qué tengo estas ganas de ir a su habitación para solo ver que está haciendo?
—Hola ______— La voz de Thomas atrás de mí me tomó tan desprevenida que casi me caigo al agua pero me alcancé a equilibrar. Él soltó una risa y se sentó a mi lado. — Lo lamento. — me dijo sonriendo. 
—Está bien… yo… estaba en pensando y… 
—Déjame sentir culpa alguna vez. Todos tratan de culparse por mi siempre.
—Oh… bien, entonces para la próxima ten más cuidado Thomas Sangster, casi me botas al agua y muero ahogada. — Fingí enojo y solté una risa.
—Eso se sintió bien. — Me dijo mirando mis ojos y otra vez mi cuerpo se sentía una gelatina. Desvió sus ojos a mi mejilla donde estaba mi herida.—Ya está mejor.
—Si… me eché una crema que tiene Elena y creo que funcionó muy bien. Por cierto, gracias por llevar mi bici, no me imaginaba viniendo en el autobús. — arrugué la nariz y él me sonrió. Bajó su mirada al agua y yo también lo hice. El silencio inundó el lugar pero yo no quería hablar. Se sentía bien. ¿En que estará pensando?
De pronto sentí unas locas ganas de poner mi cabeza en su hombro. Pero claro, no lo hice.
—El agua me recuerda a tus ojos. Son del mismo color. — giró su cabeza para mirarme y mis mejillas ya me delataban. —
—Bueno, creo que tengo que ir a trabajar, después de todo para eso estoy aquí. — El asintió y cuando estaba por irme, me llamó.
—Mañana por la tarde me gustaría llevarte a un lugar.
—¿A mí? — le pregunté sorprendida.
—Si… am, si quieres.
—Pero tengo que trabajar y …
—Soy tu jefe _______— me interrumpió. — ¿Quieres ir?
— ¿Pero a donde?
—Sorpresa. Nos vemos mañana en la tarde, saldré temprano por la mañana y volveré a recogerte. — Asentí y cerré la puerta tras de mí cuando salí. 

¿Que había sido todo eso? La invitación, las miradas. 
No sé qué pasaba por su mente pero por la mía solo pasaba una cosa; Yo sentía muchas cosas por él.

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-TheCrank

Beautiful Exception (Thomas Sangster y tu) (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora