Capitulo 24

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Los niños y todas las personas que trabajaban en la fundación de Claire se habían convertido en mi familia. Había sido un mes que nunca podría olvidar. Conocí niños que vivieron lo mismo que yo viví por lo que lograba entenderlos más que nadie. Quería que ellos salieran adelante como yo lo hice, que llenaran su corazón de amor, como yo tenía el mío gracias ellos. Me sentía diferente ahora que trabajaba en esto. Hasta lograba entender la actitud siempre serena y en paz de Claire. La labor que hace y que yo hago ahora, es algo completamente hermoso y que quiero hacer toda mi vida. Incluso dejé las clases. No quería ser "más culta" para ser alguien mejor. Ya me sentía completa, aunque, claro, faltaba algo.

-¿Qué pasa ______? Es viernes, día de juegos y sorpresas, amas este día- Me animó Maddie. Ella era una chica de diez años y la más cercana que tenía. Vivía con su madre quien trabajaba el día completo para darle lo mejor a ella. Maddie venía a pasar el día en la fundación, era como su pequeña escuela. Se parecía mucho a mi tanto físicamente como en su forma de pensar. Amaba a Thomas Sangster tanto como yo.
-No pasa nada Maddie. Solo recuerdo... cosas- Hoy era mi cumpleaños. Pero solo Thomas lo sabía, aunque no sé si lo recuerde. -Ve a jugar con los demás, me quedaré un momento más aquí. - Había tenido poco tiempo para pensar en Thomas y de cierta forma era bueno. Ahora sentada en el jardín lleno de naturaleza sentía que necesitaba recordar.
-¿Sabes? Hoy es el cumpleaños de Thomas Sangster y me gustaría poder desearle un feliz cumpleaños y que decirle que me encantan sus canciones y claro, él. Pero no puedo. Y no pondré triste por eso. Así que por lo que estés triste, simplemente no lo estés. Todos aquí estamos para apoyarnos y no dejarnos pensar en cosas malas- a veces me impresionaba la madurez de Maddie y a veces quería decirle que conocía a Thomas Sangster. Pero al decirle sabía que sus esperanza en conocerlo se multiplicarían. El problema era que yo hace más de un mes no sé nada de él más que por las noticias y también moría por desearle un feliz cumpleaños. Como dije, mucho en común.

Saqué de mi bolsillo el iPod y me puse los auriculares en cada oreja. No me importaba que canción sonara ni de lo que tratara. Todas eran mis canciones y nunca olvidaría que una vez Thomas me obsequio cada una de ellas.
-Feliz cumpleaños- susurré mientras el cielo ser tornaba anaranjado. Había un hermoso atardecer. -Mi deseo de cumpleaños es estar contigo.

Luego de escuchar unas cinco canciones y aguantando las ganas de derramar lágrimas con cada palabra que decían en mi oído, me levanté para participar con los niños. Después de todo por eso estaba allí, no para pensar en mi casi cuento de hadas.

Entré al salón de juegos cuando sentí la voz de Claire llamándome.
-¡________ ven un momento, te busca un chico! - Todos los que se encontraban allí comenzaron a molestarme. ¿Un chico? ¿Alan venía a verme? No lo veía hace mucho tiempo.
Me acerqué a Claire y ella se acercó a mi oído.
-Es Thomas. Está en mi oficina para que nadie lo vea. Por favor, habla con él sea lo que sea que tenga que decirte- sentí como olvidé respirar y como me atoraba con mi propia saliva.
Claire me dio una sonrisa cálida y me dejó.
Temblando me acerqué a la su oficina.
Thomas estaba al otro lado. No sabía cómo se encontraba ¿Triste? ¿Molesto? ¿Alegre de verme?
«Solo entra» Me dije. Y para acabar con la agonía no lo pensé más y abrí.
El se giró hacia la puerta apenas crucé el umbral. Cerré la puerta tras de mí y me quedé allí, sin moverme ni un centímetro más.

-Hola- dije al ver que él no decía nada.
-Hola- respondió inmediatamente. Estaba nervioso igual que yo, no paraba de frotarse las manos.
-Entonces... ¿Qué haces? - Carraspeé- ¿Aquí?
-Recordé que hoy es tu cumpleaños. Esa vez... en mi auto. Dijimos que hoy cumpliríamos ambos años y...
-Lo recuerdo- dije.
-Bien. Entonces... Feliz cumpleaños.
-Feliz cumpleaños para ti también, aunque ya todo el mundo te lo debe haber dicho-La incomodad de ambos era increíble. Lo había extrañado tanto, soñado el momento en que lo volvería a ver y ahí estaba sin saber qué hacer, ni mirarlo a los ojos podía. -Entonces ¿Solo viniste a desearme un Feliz cumpleaños?
-No. No. Claro que no. Yo... ¿Cómo estás?
-Pues, como me ves. Bien. Trabajar aquí con los niños es lo mejor que me ha pasado... en la vida-Vi como tragó con dificultad y luego subí mis ojos a los suyos, me estaba mirando. Nuestro primer contacto visual desde...
-Eso es genial. Entonces no extrañas nada.
-Thomas...
-No, lo siento. Lo siento. Solo... Escucha, no sé a lo que vine. Solo pensé que... ni siquiera sé si pensé en algo. Estaba todo el mundo en mi casa, llevándome regalos que no quería y fingía estar feliz con ellos. Pero no. Claro que no. Porque lo que yo quería no estaba allí. Lo que yo deseaba no llegaría a no ser que yo fuera... por ella- Mis pulmones dejaron de funcionar junto con mi corazón. -Sé que no tienes intenciones de verme o siquiera escucharme. Respeto tu decisión, pero...
-Te extraño Thomas- dije interrumpiéndolo. Necesitaba hacerle saber que lo que más quería era verlo y escucharlo. -Te extraño como no pensé que lo haría. Aquí tengo todo sabes, pero me falta algo y mi corazón tiene tu lugar reservado. Sé que yo deje de luchar y también se que era lo mejor para ti. Pero que sea lo mejor no significa que te voy a dejar de amar. Te amo cada día más y está mal, muy mal porque...-me callé. Thomas estaba tan cerca de mí que podía sentir su respiración contra mi cara y su nariz junto a la mía.
-No puede ser lo mejor para mi _______. Porque te necesito para seguir adelante. Eres mi muza inspiradora - soltó una risa y mi cuerpo se estremeció por completo. -Simplemente ya eres parte de mi y no quiero sentir que te perdí. Vuelve conmigo por favor.
-Pero tu madre...
-No importa. Ella no te conoce y espero que lo haga y se dé cuenta que está equivocada. No puedo sentir que me faltas. Te necesito igual que tu a mí. No tiene sentido que sigamos así y lo sabes- Hacer contacto visual con Thomas era una de las cosas que más extrañaba. Amaba sus pequeños ojos y el brillo que emanaban. Y amaba sus labios que ahora estaban a centímetros de los míos.
-Fui una tonta. Creí que hacía lo mejor y no lo era. No sabes cómo te he extrañado- Sonrió. Volví a ver su sonrisa luego de mucho tiempo, pero la dejé de ver cuando sus labios estaban sobre los míos.
Era el mejor beso que no habíamos dado. Lento, sin ninguna prisa. Recorriendo cada rincón que no habíamos probado por días. Dios, cuanto lo amaba.
-¿Tienes que irte ya? -Susurré.
-Para nada. No es como si tuviera un montón de gente en mi casa celebrando mi cumpleaños. En realidad, nada que me interesa está allá- Sonreímos y acomodé mi cabeza en su hombro. Sentí como su manos acariciaba mi pelo. Como la última vez que estuvimos juntos. -Podrías presentarme a tus nuevos amigos, quiero conocerlos.
-¿Enserio? - lo miré emocionada. -Me gustaría también. Hay una chica que te ama- recordé a Maddie e imaginé su cara de felicidad, mi pecho se infló.
-¿No eres tú?
-No. Digo, si te amo. Pero hay una gran fan allí adentro.
-Genial. Amo a las fans. Y amo a una chica que no es mi fan pero claro, ella mi excepción-Sonreí hacia mis adentro. Si era su fan, lo admiraba.
-Después de ver tus peliculas día y noche, creo que si soy tu fan Thomas. Amo cada una de ella y al chico que las actua así que...- me interrumpió con sus labios sobre los míos.
-Cállate. Siempre serás mi excepción ¿Bueno? Amo que lo seas- Asentí sonrojada y tomé su mano para llevarlo a conocer a los chicos que me habían hecho compañía todo este tiempo.
Solo faltaba Elena y tendría a toda mi gente favorita en el mismo sitio.

Espero que les guste, porfavor dejen comentarios, eso me ayuda a saber si les gusta la novela y como les parecio el capitulo.

-TheCrank

Beautiful Exception (Thomas Sangster y tu) (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora