Beautiful Exception (Thomas Sangster y tu) (Adaptada)

Capitulo 29

Al día siguiente de la aparición de mi padre en la puerta de mi casa, no fui a la fundación. Aunque quería hablar con Maddie y con Claire, esta última me dio el día libre para conversar con papá y para que pasáramos el día juntos. No podía negar que la situación me ponía los pelos de punta, yo no podía saber cómo reaccionaría ahora, aunque nunca fue violento, sentía esa pisca de inseguridad al estar con él.
Mentiría si dijera que estaba feliz, porque no lo estaba.
Quería a Thomas, quería una maldita vida normal. Antes nunca importó, antes era fuerte, antes no lloraba. Ahora era la chica a la que todo lo afectaba, a la que le pasaba todo lo malo que podía pasar en la vida. Necesitaba un respiro.

-Debe ser mi papá- le dije a Elena cuando el timbre de la casa sonó. El estaba allí, igual de bien que el día anterior. Costaba tanto creerlo.
Me despedí de Elena y salimos caminando.
-¿A dónde iremos? - me preguntó el luego de unos minutos caminando en silencio.
- A una placita, solo sígueme- Caminamos en silencio hasta la plaza que quedaba a un par de cuadras de la casa de Elena. Nos sentamos en una banca e inmediatamente bajé la mirada a mis manos que jugaban entre ellas. Me sentía más nerviosa que nunca.
-Me gustaría que me hicieras todas las preguntas que quieras, seré sincero, lo prometo- asentí con una media sonrisa mientras lo miraba. ¿Por dónde partir?
- Me gustaría saber... ehm... ¿Por qué hacías eso? El alcohol... ¿Qué sentías cuando bebías y prácticamente nos estabas consiente de nada? - era una pregunta difícil de responder, lo sabía. Pero el dijo que sería sincero.
-Eso mismo. Bebía tanto que perdía la noción de las cosas, de los problemas. La mente estaba en blanco y no tenía lugar para pensar ciertas cosas. Todo empezó cuando tu madre murió. Yo la amaba, era mi mundo entero y cuando se fue... simplemente mi mundo se fue con ella. Te veía como la culpable de su muerte y muchas veces te maldije- me miró arrepentido y con los ojos acuosos. Mi pechó dolió. -Sentía que Dios se había llevado a ella porque tu naciste y yo la quería a ella de vuelta, no quería nada contigo- vi como tragó con dificultad. -No entendía que eras una bendición. Que estabas aquí para hacerme compañía en mi soledad, que tú me necesitas tal vez más que yo a ti. Pero estaba cegado con la rabia y la tristeza por la pérdida de tu madre. Me arrepiento ___________ y no me cansaré de decirlo. Si tan solo pudiera echar el tiempo atrás y...
-Lo entiendo, papá- lo interrumpí. - Me hubiera gustado que todo hubiera sido diferente también, pero estas cosas por alguna razón. No me imagino sin haber conocido toda la gente maravillosa que conozco ahora- El asintió secándose un par de lágrimas que amenazaban con caer. - Papá... ¿Cómo se llamaba mi mamá?
-Como tú. Tu tía Julia ¿La recuerdas? - asentí. Aunque había olvidado su nombre. - Ella decidió ponerte así porque tu madre nunca dijo que quería llamarte de algún modo- asentí lentamente. El silencio volvió a nosotros. Pero creo que cada uno estaba envuelto en sus pensamientos y no había necesidad de hablar.
-¿Por qué la Tía Julia nunca volvió? Quede completamente sola de un día para otro.
-Ella murió. Tenía un cáncer terminal y era cosa de tiempo- Lo que significaba que ella malgastó el valioso tiempo que le quedaba para cuidarme. Dios, estaba tan agradecida.
-Le debo la vida- Papá asintió tristemente.
-Eres una chica muy madura ¿Sabes? Me no me has gritado ni golpeado. Aunque lamento que hayas tenido que madurar porque... ya sabes, yo no "estaba" junto a ti. No hay segundo que lamente esto.
-No creo que sea tan madura- solté un risa irónica.
-¿Por qué? Es lo que veo.
-Yo... tenía un novio- solté.
-Thomas Sangster- dijo y yo lo miré sorprendida.
-¿Sabes?
-Ya te dije que tuve que buscarte y me enteré de cosas- asentí y miré el suelo.
-Pero ya no somos novios. O no sé. No puedo adaptarme a su vida, a su forma de hacer las cosas. Siento que es todo tan falso que... no sé si estoy tomando esto con la madures que se necesita. Quiero hacerlo. Pero no puedo. -Y no sabía porque le estaba diciendo esto a él. Era prácticamente un desconocido que no sabía nada de mí, pero aún así sentía esa sensación de confianza y tenía que aprovecharla. Si queríamos que esto funcionara tenía que poner de mí.
-Oh... Lo amas- afirmó.
-Lo amo. Él es todo papá. Y tengo miedo de haberme ilusionado de más con él porque esto no funciona, simplemente no funcionamos.
-Yo creo que él te ama.
-Dejó de llamarme, dice que está soltero cuando yo no estaba enterada de que ya no seguíamos juntos. ¿Qué puedo pensar? No lo sé, estoy confundida. Quiero entender pero no puedo. Y ya no quiero, estoy cansada de esto.
-Eres luchadora _________. Si no lo fueras no estarías aquí. Y si él está haciendo esto, debe tener sus razones. Estoy seguro que te ama y hace esto porque eres todo para él también- Fruncí el ceño. ¿Por qué hablaba como si lo conociera?
-No estoy segura de eso.
-Yo sí.

"Yo sí... Yo sí... Yo sí..."

Me llevé una mano a la cabeza y solté un quejido. De pronto mi cabeza dolió y la últimas palabras que mi padre dijo se repetían como un disco.
Mis ojos se cerraron de golpe y no supe más.