Capítulo 7 "Entrenamiento"

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Esa noche tuve un sueño bastante horrible, me encontraba frente a un abismo, al fondo de este había un ejército de dragones, algunos zombies, algo que yo diría que eran mutaciones de perros con caballos (Les cuento que son bastante extraños, tenían una cabeza de bulldog y cuerpo de un corcel negro), centauros, algunas creaturas mitológicas y otras más que eran inimaginables. Todas esas creaturas alababan a un drekon gigante.

Después el sueño cambió y el descomunal rostro del sueño anterior apareció.

-Arman sus filas demasiado rápido-dijo.

-¿A qué te refieres?-pregunté.

-Eso que acabas de ver es el ejército enemigo-dijo preocupado-el ejército que tú tienes que vencer, hijo.

-¿Cómo que tengo que vencer...?-empecé-espera un segundo, tiempo fuera, ¿Qué es eso de hijo?

-Oh veo que Andrea no te lo ha explicado, todos los drekons tienen un "padre", algunos lo llaman "Él", otros "El Supremo", pero el nombre real es "Zus"

-Y déjame adivinar-dije-ese eres tú.

-Efectivamente.

-Bueno, ahora regresando a lo que iba-comenté-¿Cómo está eso de que voy a pelear contra ese ejército?

-Es tu destino hijo, se nos acaba el tiempo, y tengo que irme-justo en ese momento desperté.

Al abrir los ojos encontré una luz cegadora, tenía las cortinas abiertas y el sol entraba con todo su esplendor, me paré de la cama y caminé hacia el baño, donde tomé una ducha, al salir encontré el ropero lleno de ropa de mi talla, tomé unos jeans azul obscuro, una playera con un estampado cool, unos converse negros y una sudadera blanca.

Al salir me topé con John el cual me dijo que teníamos que empezar el entrenamiento:

-Es bueno que hayas tomado ropa cómoda-comentó.

-¿Y cómo es el entrenamiento?

-Pues primero te enseñaremos a alterar tu forma.

-¿A qué te refieres con eso?

-Los drekons podemos adoptar diferentes apariencias, ya sea la humana o la de algún objeto o animal-explicó.

Llegamos a un cuarto del tamaño de un campo de futbol, donde habían algunos aparatos para ejercitarse, obstáculos y una pista de tartán alrededor. Al centro del cuarto había un colchón inflable.

-Ok, se me olvidó decirte que antes tenemos que probarte físicamente.

-Bien, dime que tengo que hacer.

-Mira esta pista mide 400m. y lo primero que haremos será el test Cooper, supongo que ya sabes de que va.

-Claro, lo hice en la escuela.

-Pues venga, a mover esas piernas.

Inicié a un buen paso, no muy lento ni muy rápido, cuando ya iba por los 1,600m. empecé a sentir un poco de cansancio, ya a los 2km. comentó que sobraban 4min. así que empecé a acelerar, el me marco cuando solo faltaba un minuto, así que corrí la última vuelta al finalizar me dijo que había hecho 13 vueltas lo que es más de 5km.

-Muy bien, ahora probaremos velocidad-dijo-vamos a hacer unos 3 cienes y 3 cincuentas

Mi tiempo fue muy bueno, luego seguimos con fuerza lo cual no fue tan difícil, no sé si conozcan un área de atletismo la cual es lanzamiento de bala, pero me hizo lanzar una bala de 3kg.

-Muy bien, 9m.-me felicitó-ahora iremos a comer, después tendrás una hora de descanso para luego seguir con el entrenamiento.

-Perfecto porque muero de hambre.

Llegamos al comedor que estaba atiborrado de gente, John me enseñó un par de hechizos más y así pude conseguir un buen pedazo de carne y un vaso de Sprite.

En la hora libre que tenía busqué a Andrea que estaba en la casa azul, que según me dijeron se llama "La Gran Casa" aunque algunos la llaman "La Mora", el punto es que fui a La Mora y encontré a Andrea leyendo un libro.

-Hola-saludé

-Hola, Will-contestó

-Tengo que contarte algo, es muy importante, creo

-Claro, pasa- dijo mientras abría la puerta de La Mora.

Le conté todo de mi sueño, ella escuchó atentamente y con un gesto de preocupación en la cara lo cual no me gusto para nada.

-No estamos listos, o sea ya sabíamos que esto iba a pasar algún día, pero no tan pronto.

-Ellos estaban alabando a un drekon gigante-dije-¿Quién es?

-Esa es una larga historia la cual no puedo contarte ahora ya que tienes tu entrenamiento, después de la cena nos veremos en tu cabaña-dijo- ahora vete que se te hace tarde.

Y eso hice, me encontré con John fuera del comedor y volvimos al cuarto de entrenamiento, me dijo en el camino que íbamos a practicar el cambio de forma ya que es lo esencial para el camuflaje, los drekons suelen luchar según me dijo John pero siempre hay que tener una buena retirada o un plan B.

-Hay dos formas de activar los poderes drekon-empieza a explicar John-una es con palabras mágicas como ya te he enseñado antes y la otra es con la mente, que por cierto, es la mejor en las batallas.

-Y ¿Cómo funciona eso?-pregunté.

-Todo es depende de qué clase de drekon eres, o sea, cuál es tu elemento, los drekons manejamos los 4 elementos, pero siempre va a haber uno que controles mejor.

- Y eso ¿Qué tiene que ver con el cambio de forma?

-Siempre te va a ser más sencillo convertirte en algo que tenga que ver con ese elemento, por ejemplo mi elemento es el fuego así que me es más sencillo convertirme en alguna antorcha o una ráfaga de fuego que en un jarrón de barro, ¿entiendes?

-Si ya entendí, pero los animales no suelen tener mucho que ver con los elementos, claro excepto los acuáticos.

-Los animales terrestres son más accesibles para los de elemento tierra, como los voladores para los elemento aire, en cambio, a los fuego les es más difícil cambiar forma a la de un animal.

-¿Y hay algún drekon que sea en plan avatar?

-¿O sea que controle todos los elementos a la perfección?

-Exacto

-Solo existen dos-dijo-el primero es Zus y el segundo es el hijo más poderoso del mismo, o sea el salvador, pero esto te lo tiene que contar Andrea, sigamos con el entrenamiento.

Iniciamos con el más común que era el elemento agua, lo manejé bien, no fue gran trabajo convertirme en un charco y luego en un salmón, luego fuimos con fuego que fue aún más sencillo, la ráfaga de fuego fue pan comido y ni hablemos de la antorcha, seguimos con aire y lo primero que paso al pensar en eso fue que me transformé en drekon, volé y me fusioné con el aire sin problemas.

-Ya es muy tarde-dijo John-mañana seguiremos con el entrenamiento, vente vamos a cenar y luego a la cama.

Cené un plato de cereal, una tostada y un vaso de leche, caminé hacia mi cabaña y fuera de ella me estaba esperando la mujer más hermosa que había visto en mi vida: Andrea.



Will y el secreto de los drekonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora