Capítulo 7: El Jefe.

81 8 1
                                    

Decidimos entrar e intentar hablar con ''el Jefe''. Las puertas de Crawford estaban controladas por varios grupos de personas:

-¿Quiénes sois? ¿Os han mordido?

-No, todos estamos bien, excepto una. Ha resultado herida de bala.

-No os creemos. ¿Y si es mentira, la han mordido y se convierte en una de Ellos, poniendo en peligro a todo nuestro campamento? -Dijo uno de los hombres que defendían el muro Sur.

Llevan razón, pero decimos la verdad. Que salga un médico y lo compruebe.

-¡No va a salir nadie! -Dijo apuntándonos con un SIG SG 550 (fusil de asalto moderno).

-Tranquilidad, muchachos. Son conocidos. ¡Abrid la puerta!- Dijo un muchacho.

-¡Jefe!-Gritaron todos a coro.

Alegrados, de que el Jefe nos abriese la puerta, pasamos al interior de Crawford. Era un lugar bastante bonito, con mucho ambiente. Pude contar al menos veinte personas dentro de aquel recinto. Todos cantaban, comían y reían, como si nada hubiera pasado.

Por fin, pudimos hablar con el Jefe. Me resultó algo desconcertante que dijese que ''somos conocidos''. No pude verle bien la cara al estar esa zona oscura, pero noté que llevaba el cabello corto. Un hombre bastante mayor, se llevó a Lola para curarla. Otro hombre que defendía las murallas, Ben, nos acompañó hasta la casa del Jefe. Era muy amplia y bonita, llena de artilugios antigüisimos. Llegamos a su despacho, después de atravesar un larguísimo pasillo:

-Sentaros, poneros cómodos. -Anunció desde su silla roja, que miraba hacia la chimenea.

-¿Quién es usted y de que nos conoce?-Preguntó Angélica ansiosamente.

-Mi queridísima profesora, Ángelica. ¿Cómo te va con el embarazo?

-¿Cómo conoce mi nombre?-Preguntó de forma asustada.

-Porque soy uno de sus alumnos.-Comentó mientras giraba su silla para vernos las caras.

-¡NO PUEDE SER! ¡SIGUES VIVO!.

-Por supuesto, sé cuidarme solo.

-Sergio...-Dije con la voz quebrada.

-Já, os habéis sorprendido.-Mencionó mientras reía.-Como ya sabéis, escapé del instituto milagrosamente, con Alicia. En el momento de la huída, me encontré con Afra, supongo que os lo contó. Cuando nos ibamos a ir con ella, una manada de Zombies se nos cruzaron, y nos tuvimos que separar. Días después, los dos conseguimos llegar a esta zona, donde nos refugiamos. Empezaron a venir mucha gente sana, y nos ayudaron a fortificar esto. Un tiempo después, me enteré que seguíais vivos.

-¿Y por qué echaste a Tyresse, Sasha y John?

-Porque no querían cumplir mis órdenes, asi que los expulsé. Aquí se hacen las cosas a mi manera: los que me obedecen, tendrán un futuro en Crawford, los demás, fuera de la fortaleza. Por cierto, ¿donde está John?

-Sacrificó su vida para salvar la nuestra. -Dijo Sasha.

-Oh, que trágico. Se lo merecía. Era torpe y siempre estropeaba todo.

-¿¡QUÉ!?-Exclamó Sasha mientras se abalanzaba contra Sergio.

-Chee, tranquila. Solo digo la verdad, muñeca. Tyresse, controla un poco a tu hermana.

-Sergio, tu no eras así..-Dijo Alba.

-Ver muertes, te cambia por dentro.

-¿Y Alicia?- Preguntó Miriam.

-En su casa debe de estar. Hoy no la he visto durante todo el día. El caso, que me alegro que estéis aquí conmigo.

Ben, nos acompañó a la casa donde nos quedaríamos, por poco tiempo. Nos dispusimos a descansar, ya que estábamos, realmente, agotados.





Zombie LandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora