BROKEN [Jos Canela]

Tres Intentos

JOS

Tenia tanto miedo.

No puedo dormir en las noches por que todo se repite en mi cabeza. Y se han vuelto peores las pesadillas. Desde que volví a ver a Camila ella aparece en mis sueños.

-¿Jos? Hermano, ¿te pasa algo?

Gustavo tenia los ojos rojos de tanto que había tomado y por el humo del cigarro.
Negué con la cabeza y le di un trago largo a la cerveza.
Mientras mas tomaba menos coherencia le daba a las cosas, como Camila...o Andrea

-¡Hagamos un brindis! -gritó Gustavo alzando su botella -Por esas mujeres que nos marcaron y desecharon ¡salud!

Sí, su novia lo dejó hoy, estuvieron cuatro años juntos y Gustavo esta seguro de que era la indicada.

-Ellas creen que nosotros somos unos perros,pero ellas...ellas son unas hijas de la chingada. ¡Cuatro años, wey! Cuatro malditos años y Jessica me dejó porque no sabía si de verdad me amaba

Soy el peor consolando a alguien, pero Gustavo no suele llorar con cualquier persona.

-Lo siento hermano -puso su mano en mi hombro -Debes de pensar que soy un imbécil por quejarme por algo así.

-No te preocupes hermano, entiendo que...

-Weeeeey, subele, suebele -intento correr al auto para subirle a la radio. Fue una suerte que no se cayera. -ESTA CON MADRE WEY -gritó desde dentro. -JESSICA, ÉSTA ES PARA TI.

A todo pulmón, Gustavo comenzó a cantar Gives your hell.

Cuando me aseguré que Gustavo no tendría problemas dentro del auto me permití pensar en Camila.

Ella...ella estaba bastante delgada s la ultima vez que la vi. Eso fue hace dos semanas, después dejó de ir a clases y la veía de vez en cuando para hacer exámenes.

Le veía hablar con Alonso y muchas veces quise ignorar nuestra estúpida pelea y preguntarle como está, pero se que me echaría en cara eso y el otro asunto.

No quiero mandarle ningún mensaje porque seria un cobarde, quisiera hablar con ella para decirle como me siento sin ella, para decirle lo que realmente quería decirle aquel día...quiero explicarle todo.

Camila es la única persona que podría entenderme y sé que yo puedo entenderla. Somos un maldito desastre en nuestro propio mundo.

Maldita sea ¿que me hizo Camila? No puedo dejar ver su rostro tan afilado y demacrado. Odio recordarla y ver sus ojos apagados, odio recordar como me vio... Soy un hijo de puta.

-JOOOOOOS, NO SIENTO MIS DIENTES
Rodé los ojos y dejé la botella a un lado. Será mejor que ayude a Gustavo.

*****

No estoy muy seguro de lo que haré a continuación pero no hay otra manera.

Caminé hacia ellas con la mirada baja, jugando con el cordel de mi hoodie rosa y contando los pasos. Respiré profundo cuando llegué donde ellas.

Mili y Clara eran las mejores (y únicas) amigas de Camila en la preparatoria, ellas deben de saber donde vive.

-¿Qué quieres?

-¿Dónde vive Camila? -trague saliva.

-¿Y tú para que quieres saber eso? ¿Quieres ir a gritarle de nuevo? -la chica de los ojos grandes me miró como si estuviera loco.

-Camila lo que menos necesita son problemas -la otra chica, la rubia, fue mas cortes en decirme que no.

-Necesito ir a pedirle disculpas y explicarle porque reaccioné así. -me pasé las manos con desesperación por el cabello-Extraño a Camila y lo que hice...creí que lo hacia por su bien.

-Oh ¿pues que crees? No fue así -sonrió con sarcasmo. -Cami ya no recibe visitas.

-Lo dices como si ya no fueran- ellas voltearon a verse - ¿Ya no van?

-Cami dejó de recibirnos la ultima vez que vino a clases. -respondió Clara -Su mamá nos entregó una carta donde se despedía de nosotras por un tiempo.

-Te menciona a ti, Bugs Bunny. Dice que te tiene gran cariño a pesar de todo.

-¿Van a decirme donde vive Camila o tendré que conseguirlo por mi cuenta? -frunci el ceño.

Clara y Mili se miraron. Mili se encogió de hombros y Clara sacó un cuaderno y pluma con la que empezó a escribir.

*****

Estaba en el portón de la casa de Camila. Su mamá estaba fuera regando los arboles así que no esperé mucho.

No me quería dejar pasar, insistió en que Camila ni siquiera recibía a sus mejores amigas. Comencé a jugar con los cordenes de la hoodie y la señora me miró mal.

-Le prometo que si Camila no me abre en tres intentos, me iré.

No sé si realmente la covenci o ella me quería hacer ver que no recibía a nadie que no fuera su terapeuta.

La casa por dentro era tan bonita como por fuera, pero no me gustaría vivir ahi. Se sentía vacía.

-Esta es la habitación de Camila -juro que casi sonrió con malicia pero la ignore.

Toqué su puerta dos veces.

-¿Camila? soy Jos.

No hubo respuesta.

-Cam, solo quería decirte que...que no decía en verdad lo que te dije aquel día. Creí que te estaba haciendo un favor al alejarte de mi pero no pensé que tal vez me necesitabas como te necesito.

Hice una pausa y nada.

-Cam, lo siento mucho. Me ayudaste de una forma tan rápida e inesperada que me asuste de que te dieras cuenta de que realmente no lo valgo.

Tampoco respondió.

-Te dije que no respondía a nadie -su mamá habló detrás de mi. -Anda, dijiste tres intentos.

Asentí. Miré una ultima vez la puerta de Camila y me gire para avanzar a la puerta principal.

Escuché un ruido en el portón pero supuse que tal vez Camila tenía un hermano que estuviese llegando.

-Muchas gracias señora, por dejarme pasar -intenté sonreirle, pero la verdad es que no me había caído bastante bien.

-ve con cuidado.

Salí de la casa cabizbajo.

¿como ibas a creer que después de arruinarlo tan mal iba a solucionar todo con un lo siento?

Pssst.

Tal vez si deba mandarle un mensaje, aunque sea un mensaje de voz.

-Hey, Jos

Paré en seco cuando un susurro me llamó.
Me giré y detrás de mi estaba una Camila ojerosa, delgadisima y cansada.

-Vamos a casa, allá podremos hablar.

-Creí que ya no recibías a nadie

-No lo hago, solo me voy a despedir de ti -sonrió.

Pero esta sonrisa suya no me gustó, era una demasiada tétrica. Era una sonrisa de alguien que acepta su destino.

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Me quedó horrible y tardé más de lo que pensaba en escribirlo :( cuando me regresen a mi bebé lo editaré (: