Las peleas interminables duraron mucho tiempo, tanto que ya hasta podría contarlas como anécdotas, nada graciosas obviamente por los momentos tristes que me hicieron pasar a mi y a mi familia.
Después de un tiempo de iniciado esos pleitos decidimos cambiarnos de ciudad por el trabajo de mi padre, a lo cual yo tuve que despedirme de todos mis amigos y del lugar en el que estaba creciendo con lagrimas en mis ojos pensando que quizás en esta nueva ciudad las peleas entre ellos podrían calmarse.
Y fue así, durante mucho tiempo dejaron de pelear trayendo nuevamente momentos de felicidad a mi vida estando con ellos, también fue en esta ciudad donde conocí a mi primer novio, un chico alto, de pensamientos tranquilos, palabras dulces y una mirada de aprecio lo cual me llevo a querer salir con el aun siendo mayor que yo por varios años.
Los días que pasaba con el me tranquilizaban y llenaban de felicidad la cual compartía en mi casa con mis padres haciendo todo tipo de actividades, incluso creo que mi sonrisa volvía a ser de verdadera felicidad, lo amaba tanto que nada podía interponerse entre nosotros, era como si me proyectara con el aun cuando eso suena tonto viniendo de una niña en plena adolescencia.
Los meses pasaban y el nunca ya quería profundizar nuestra relación, que ya no solo fueran besos y abrazos lo que nos diéramos, sino que algo mas a lo cual accedí por mis sentimientos por el, era la primera vez que un chico tocaba mi cuerpo y mis partes intimas, la sensación que se sentía era en extremo excitante, placentera y nueva para mi ya que me hacia sentir mujer con cada toque el le daba a mis senos, piernas y otras partes mas privadas.
Yo como una chica inexperta en todo eso sentía una felicidad enorme junto al éxtasis de ser tocada por mi novio, hasta que un día el me pidió que tuviéramos relaciones mientras yo me encontraba en plena adicción hacia él y felicidad por sus toques, así que accedí a su petición dándole mi virginidad.
Pensé que ya luego de eso nuestra relación seria mucho mejor e incluso mas intima pero no fue así, días después la desesperación y la mentira llegaron a mi de la forma mas cruel que podría pasar.
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¿Eres feliz?
Historia Corta¿Alguna vez te has puesto a pensar en si realmente eres feliz o si solo sonríes para aparentar? Yo me he realizado esta pregunta en más de una ocasión y pues solo en pocas de ellas he dado con una respuesta satisfactoria, pero... ¿Seré realmente f...
