Capítulo 7
Al día siguiente, el primero en levantarse fue Liam, quien luego de cepillarse sus dientes y lavar su cara, se dirigió a la cocina porque le tocaba hacer el desayuno.
En la habitación todo seguía igual. El de rulos, el ojiazul y el moreno aun dormían. O eso parecía. Porque realmente Zayn no dormía. Ya estaba despierto, pero aún no se levantaba de la cama esperando a que su típica erección matutina se le bajara. Y claro, aun no paraba de pensar en lo sucedido la noche anterior.
Una vez ya calmado su miembro, se levantó y fue directo al baño a cepillarse los dientes y a lavarse la cara de momia que llevaba. Luego de eso, fue directo a la cocina, de dónde provenía un exquisito y sabroso olor.
-Bueno días. –saludó el de pelo castaño, mientras veía entrar a Zayn.
-Hola. –devolvió el saludo el morocho. -¿Necesitas ayuda? –preguntó mientras husmeaba lo que Liam cocinaba.
-Con la mesa. ¿Podrías? –respondió el chef.
-¡Claro! –asintió Zayn mientras buscaba las cosas para poner la mesa.
La mente del moreno no paraba de pensar en la noche anterior. En Niall. Ya estaba sintiendo que tenía que sacarlo de su cabeza. La mejor persona para hacerlo era con Liam, pero se moriría de la vergüenza. Pero no tenia de otra. Así que decidió confiar en su mejor amigo.
-Oye Liam... -hizo una pausa.
-¿Si? –preguntó extrañado Liam.
-Necesito contarte algo... para que me ayudes. –comenzó el pelinegro. –¡Pero prométeme que no le dirás nada a nadie! Ni a Harry. Por favor. –suplicó el moreno.
-Está bien. Te doy mi palabra. –Liam subió su mano como gesto de promesa. –¡Pero ya dime que me estás asustando! –dijo ansioso.
-Bueno, no me juzgues. Solo escúchame. –dijo nervioso Zayn. No había dicho nada y ya estaba muerto de vergüenza. –¡Me besé con Niall! –dijo rápidamente. Casi sin poder entenderse.
-¿QUÉ? –dijo el de pelo castaño, quien esgarró sus ojos. -¿P-pero t-tú no eres hete...
-¡SI! –interrumpió Zayn. Que realmente, no estaba seguro del todo si era heterosexual después de todo lo que pasó. –Pero eso no es todo Li.
-¡Suéltalo todo, Malik! –ordenó Liam.
-Bueno, pues...
-¿¡Pues qué!? –dijo impaciente el chef. –¡Me matarás de la impaciencia!
El moreno estaba bastante avergonzado. No se atrevía contarle la otra parte a su amigo. ¿Qué tal si Liam pensaba que era gay? No. O sea, el pelinegro no podía darse ese lujo. Pero ya no le quedaba de otra que hablar porque ya había comenzado.
-Toqué su pene y me excité. Me gustó. –dijo avergonzado, mientras veía como casi se le esgarraba la boca a su amigo de tanto que la abrió por la impresión. –Cierra la boca y atiende el desayuno que se quema. –bufó.
-Pero Zayn... o sea... tienes una novia y...
-Y lo que pasó no cambia nada. –interrumpió el moreno. –Yo amo a Amanda. –terminó de aclarar Zayn.
-Bueno, como digas. –concluyó Liam. –Pero sabes que tienes mi apoyo. –sonrió Liam. A lo que Zayn respondió con un gruñido.
¿Acaso Liam piensa que su amigo es gay y por eso el comentario?
-¡Harry! ¿Estás despierto? –le decía el de rubio al de rulos.
-¿Mmm? –decía el ojiverde.
-¡Necesito contarte algo! –Niall estaba sentado al lado de Harry empujándolo para que se levantara.
-Después Niall. –contestó el de hoyuelos con tono de dormilón.
-¡No! Tiene que ser ahora. –insistía el ojiazul.
-Nada es más importante en estos momentos que mi sueño. –ironizó el de rulos.
-¡Besé a Zayn! –esas tres palabras fueron suficientes para que el dormilón abriera sus ojos de par en par. –¡En la boca! –y esas otras tres fueron suficientes para que quedara sentado en un dos por tres.
-¿QUÉ? –dijo el de rulos anonado.
-¡Sí! Y también hice que me toca-tocara el... pene. –dio una risa de avergonzado.
-¿Pero te has vuelto loco Niall? –cuestionó Harry. –Él tiene novia y tienes que respetar eso. –regañó el de rulos, quien sabía sobre la bisexualidad de Niall.
-Lo sé. –lamentó el rubio.
-¡Ya está el desayuno! –gritó Liam desde la cocina.
-Vamos que ya tengo hambre. –dijo el ojiazul mientras Harry asentía. Niall amaba la comida de una manera increíble. Podía comer y comer y comer y quería seguir comiendo. Era como su adicción.
-Niall, contrólate por favor. No quiero problemas entre mis amigos. –advirtió el ojiverde. A lo que Niall solo se limitó a asentir con la cabeza.
Harry se dirigió al baño a cepillarse sus dientes y a lavarse la cara. Aun no podía creer lo que su amigo le había contado. Luego los chicos bajaron a la cocina. Y allí se encontraron Niall y Zayn, otra vez, frente a frente, cruzando miradas tímidas que eran de "perdón" y de vergüenza a la vez. Pero ahora los otros dos chicos, Harry y Liam, estaban al tanto de lo que sucedió. Así que no perderían de vista las acciones del rubio ni las del moreno... ni tan solo al más mínimo detalle que sucediera entre ellos.