Fated to you 「EunHae」

Capítulo 4

El aire en el bosque era algo frío y calmaba el calor que ahogaba su piel, pero no ayudaba tener al mayor tan cerca. Su instinto le gritaba porque se tirara sobre él, lo necesitaba tanto que se le escapaba un suspiro a cada paso.

Hyukjae quería llevarle a un lugar específico y él confiaba en las intenciones del mayor, además de que prefería estar donde nadie pudiera escucharles cuando se emparejaran.

Pronto encontró que los árboles crecían más alejados unos de otros y finalmente se encontró en medio de un claro iluminado por la luna. En él había una cama improvisada, con flores a su alrededor y algunos cojines. Entonces comprendió que lo que Hyukjae había estado haciendo era preparar el lecho donde lo reclamaría como suyo.

Se acercó más, oliendo las dulces flores que le relajaban. Probablemente eran flores curativas para apagar un poco el malestar de su celo y que el 'ritual' le resultara menos desagradable. Nadie le había hablado de eso en profundidad, pero sabía que debían tener relaciones y justo cuando el éxtasis fuera a consumir a ambos, Hyukjae debía morderlo, entonces el vínculo se habría formado y ambos estarían unidos como uno.

Miró hacia atrás, mirando a Hyukjae que a su vez le observaba a él esperando ver su reacción.

- Es precioso... Gracias. -Susurró tocando la esterilla que era tapada por una manta para hacerla más suave.

- Era.. ya sabes.. no quería que...

Donghae no pudo evitar reír suavemente aunque se le acabó escapando un leve gemido de dolor cuando el celo comenzó a quemarle las entrañas. Parecía que la sangre se le había calentado y le ardía en las venas. Los ojos se le llenaron de lágrimas casi al instante. No sabía porqué, pero su cuerpo le pedía tener la cercanía de Hyukjae. Unir su cuerpo al de él y que no le dejara ir. Justo cuando iba a abrir los ojos, sintió las manos del pelinegro en sus hombros.

- Donghae... -Susurró él besando su frente con cuidado, lo que le hizo soltar un suspiro adolorido.

- Duele... Hyukjae... Quema.. -Jadeó aferrándose a la camisa del alfa que le agarraba.

Hyukjae asintió, y a pesar de que el ambiente era nervioso, agarró la camisa de Donghae y se la quitó de la forma más cuidadosa que pudo. El pequeño omega estaba demasiado adolorido como para pensar en la vergüenza de desnudarse. Le siguieron los pantalones y la ropa interior. Al menos, pensó Hyukjae, el tiempo no era realmente frío.

Acostó a Donghae intentando no tocarle demasiado porque según lo que le había explicado su padre, eso solo haría que el pequeño omega necesitara más el contacto. Se desnudó con mucha más rapidez de la que usó con el otro y cuando estuvo desnudo se arrodilló de forma incómoda junto a Donghae, que mantenía los ojos cerrados y un brazo sobre la cara.

- Yo.. yo... Donghae...

- Hyukjae... Duele...

El susurro de Donghae le enseñó lo mucho que al omega le dolía lo que quisiera que le estaba pasando por dentro, así que no pudo más que agacharse, acercándose a él hasta que sus pieles se tocaron. El pequeño gimió, abriendo lentamente los ojos para mirarle mientras él hacía lo mismo con algo más de nerviosismo.

Cogió su brazo con cuidado para dejarlo a un lado de su cuerpo y luego solo suspiró, rozando con su nariz la mejilla caliente de Donghae. Estaba sonrojado, pero no sabía si se debía a su temperatura corporal o simplemente al celo. Hyukjae afianzó el soporte en sus rodillas para poder tomar las caderas del omega e ir hacia sus labios lentamente, vigilando cualquier tipo de incomodidad.

- Donghae.. si no...

Antes de que pudiera terminar aquella frase el pequeño levantó el rostro y unió sus labios, así que el sucumbió, terminando por pegarse totalmente a él. Lo sentía en cada zona de su cuerpo desnudo mientras se besaban con lentitud. Notaba que el pequeño no tenía ningún tipo de experiencia en ello y le hacía realmente gracia a la par que le parecía adorable.