Pum. Pum.
Frunció el ceño sin poderlo evitar, preguntándose porqué algo molestaba su sueño de esa forma.
Pum. Pum. Pum. Pum.
Frunció el ceño aún más al darse cuenta de que los golpes eran rápidos latidos y abrió los ojos algo asustado para mirar hacia el otro lado de la cama. Esperaba encontrar a su pareja ahí con algún problema, pero en la cama estaba él solo. Frunció el ceño de nuevo, pasando los dedos por su pelo naranja al pensar en cuál era la fuente de aquellos latidos. Quizá, pensó, solo era un sueño que confundió con la realidad.
Dejó escapar un leve suspiro mientras se levantaba, abrazando su propio cuerpo para salir de la habitación y bajar al primer piso, yendo directo a la cocina por la forma en que su estómago rugía pidiendo comida. Sonrió al ver a la madre del mayor ahí, y la mujer le devolvió la sonrisa en cuanto le vio.
Le pareció algo extraño que la mujer le mirara con tanta atención durante un largo rato, pero no dijo nada y solo se mantuvo mordiendo su labio inferior con algo de fuerza.
- ¿Dónde está Hyukjae, señora Lee? -Preguntó con suavidad mientras tomaba asiento.
- Salió con su padre temprano. Parece que hubo algún problema con unos chicos de la manada. Pero no deberían tardar demasiado en volver, pequeño. No te preocupes.
Asintió lentamente, con las mejillas sonrojadas antes de decidir que su estómago necesitaba algo de vainilla y de fresa. La madre de Hyukjae rió, pero no le dijo nada de si ánimo con comer aquellas cosas. Y así fue como lo encontró el pelinegro, con una fresa a medio morder entre los dientes. No lo pensó mucho cuando puso el resto de la fresa ante los labios de Hyukjae para que él la probara. El mayor estaba algo sorprendido pero aún así se comió el pedazo de fruta con una sonrisa boba en los labios. Solo entonces Donghae se dio cuenta de como la mejilla del mayor estaba algo amoratada.
- ¿Hyukjae? ¿Qué te pasó? -Murmuró levantándose de la silla para poder mirar mejor el rostro del otro.
- ¿Te acuerdas el lobo del otro día? Bueno, hubo una pelea entre algunos, y él estaba ahí. Cuando llegué con mi padre a poner orden, recibí. Él quedó peor. -Dijo con una sonrisa aunque eso no quitó la preocupación de Donghae.
Buscó en seguida algo de hielo para bajar la hinchazón mientras miraba al otro con un leve puchero en los labios y un suspiro cuando Hyukjae colocó las manos en sus caderas. Si solo ese lobo supiera...
Pum. Pum. Pum. Pum.
- ¿Qué es eso? ¿Estás bien, Donghae? -Murmuró el alfa con la preocupación algo latente en su voz.
- ¿Tú también lo escuchas?
Fue su susurro antes de que Hyukjae asintiera. Ambos buscaron con la mirada a los padres del mayor, pero los dos parecían más ocupados en sus cosas que en prestar atención a lo que pasaba, así que suponían que no habían escuchado nada raro.
- No sé qué puede ser.. ésta mañana también lo escuché... -Susurró Donghae acariciando las manos del mayor porque éste cada vez parecía más y más preocupado.
- No importa... Solo termina de desayunar, ¿vale? -Murmuró Hyukjae aunque no parecía tan tranquilo como intentaba aparentar. El pequeño incluso se fijó en que el mayor había bloqueado la empatía para que no fuera capaz de darse cuenta de lo que realmente sentía.
No quiso decir nada, no quería preocuparse más ni preocupar a su pareja, solo se ocupó de poner bien el hielo en su rostro para ayudar a que se curara antes mientras terminaba de tomarse sus fresas. Se acarició la barriga de forma distraída al terminar para asegurarse de que la comida se quedara en su barriga. Si vomitaba ahora, solo conseguiría que Hyukjae se preocupara el triple.
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Fated to you 「EunHae」
Fiksi PenggemarUn lazo precipitado puede tener consecuencias catastróficas, aunque quizá no si el destino desea tu felicidad. Pero él tiene su forma de hacer las cosas... Advertencias: Lobos AU. Mpreg.