Capítulo 14

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Como líder, era normal preocuparse por las cosas que rodeaban a su manada. Siempre había sido un líder que se preocupaba porque todo estuviera bien, porque cada lobo se sintiera cómodo y que su familia fuera feliz. Y a pesar de que en ocasiones no podía estar demasiado tiempo con ellos, creía que lo hacía bien.

Pero mientras se dirigía hacia su casa con su impaciente hijo después de una reunión con el consejo de la manada, comenzaba a plantearse si todo iba tan bien como él deseaba.

A pesar de que Hyukjae no había sentido nada más desde aquel día, no había segundo en que bajara la guardia, y siempre quería estar al lado de su omega. Todos pensaban que era producto de su juventud y la espera de ser padre, pero el líder conocía mejor a su hijo. Hyukjae no quería que nada le pasara a su pareja porque tenía miedo de que el omega estuviera un peligro.

No hablaban de ello, pero era su padre, él lo notaba.

Por eso cuando su hijo corrió escaleras arriba sin despedirse, buscando a su pareja que por lo tarde que era, estaría durmimanos al alfa líder no pudo más que soltar un largo suspiro, pensando en que debía confiar en su hijo y en su instinto sobre lo que podía pasarle al omega.


Le despertaron unas manos que se dedicaban a acariciar su cadera, y pronto el pequeño omega pudo sentir el aroma de su pareja inundar sus fosas nasales. Soltó un largo suspiro mientras se pegaba más contra su pecho, buscando el calor que se le había negado cuando quiso irse a dormir.

- ¿Qué haces? -Murmuró el pequeño al percibir que los roces se hacían más más íntimos a cada momento que pasaba.

- Yo podría hacerte esa pregunta. No era yo el que estaba frotando el trasero contra alguien, ¿sabes? -Le respondió Hyukjae en su oído.

Donghae no podía negarlo, ultimamente su cuerpo reaccionaba a cada uno de los estímulos del mayor. Con solo sentirle cerca ya sentía que todo podría con él, que simplemente necesitaba sentir la piel de su pareja y perderse en todo lo que le brindaba, no importaba so estaban con sus familiares o en un lugar común. Y mucho menos importaba el tamaño de su barriga, que le impedía acercarse a él todo lo que hubiera querido.

- Por favor....

No necesitó decir nada más porque pronto las manos del alfa se aferraban a sus caderas para conseguir sentarle y comenzar a trabajar en su ropa, casi arrancándosela por el ansia que parecía sentir.

- Comienzo a odiar el invierno por toda la ropa que debes llevar encima. -Gruñó contra la marca de su cuello, dedicándose a mordisquearla mientras sus manos se perdían en sus ahora muslos desnudos.

Acabó dándose la vuelta y sentándose en el regazo del alfa que le recibió con los brazos abiertos, no podían acercarse completamente, pero era todo lo que necesitaban en ese momento.

Donghae gimió cuando su pareja le agarró de la nuca para conseguir que sus labios se unieran, abriéndolos con la lengua para que ambas pudieran entrelazarse dentro de su cavidad. Tiró de la camisa del pelinegro para quitársela, haciendo que éste sonriera contra su boca, solo rompiendo el beso para que el pequeño tirara la camisa hacia un lado.

- ¿Desesperado? -Bromeó el alfa acariciando la espalda desnuda del otro.

Gruñó al escuchar el gemido del pequeño y no pudo más que apretar los párpados para buscar algo de calma. No quería hacerle daño al omega cuando estaba tan avanzado el embarazo, cualquier movimiento descuidado podría causarle dolor a su pareja, y eso era lo que menos quería que pasara. Así que sin pensárselo demasiado, bajó con dos dedos por su columna, acariciándole hasta que acabaron perdiéndose en el trasero del otro, causando que éste gimiera una vez más y se aferrara a sus hombros como si temiera caerse en cualquier momento.

Fated to you 「EunHae」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora