Ya era viernes, me desperté con mucha energía, me vestí y me fui a la escuela. Cuando llegue ubique a Valentina.
Hey –le salude
Hola idiota –me dijo burlonamente
Hoy es el día –me dijo
Si –respondí- y no se nada que hacer
Solo relájate –me dijo como consejo
El día paso lento y no vi a Guillermo por ninguna parte
Cuando llegue a casa, me vestí, hice un bulto, y me quede viendo televisión, cuando era hora me fui a casa de Guillermo. Era mas linda por dentro que como por fuera.
Hola mi amor –le di un cálido beso en los labios
Hola mi vida –me respondió besando mi frente tiernamente
Estas segura que quieres hacer esto, porque yo puedo esperar –me dijo algo nervioso
Mi amor estoy mas que segura, quiero ser tuya –le dije con ternura
Se acerco a mi y me beso, me agarro de la mano y subimos la escalera, al llegar a la puerta de su habitación se puso detrás mío y me tapo los ojos me susurro al oído que abriera la puerta y obedecí a sus ordenes.
Cuando vi ese lugar repleto de velas que transmitían un aroma agradable, acompañado de los pétalos de rosa no pude hacer otra cosa más que llorar.
¿Por qué lloras mi amor? ¿Es que no lo quieres hacer? Si no quieres esta bien, yo puedo esperar –dijo Guillermo acercándose a mi para secar las lagrimas.
No lloro porque no quiera hacerlo, lloro porque esto es hermoso y me hace feliz –le dije
Guillermo se acerco más a mi y nos besamos, el beso al principio fue cálido y tierno pero se convirtió en un beso lleno de pasión y deseo, paramos por unos segundos en busca de respiración, nuestras miradas se cruzaron. Guillermo me recostó en la cama con mucho cuidado y volvió a besar. Al cabo de un rato me quito la blusa con delicadeza y empezó a besarme el cuello, vaya que se sentía bien, le sostuve por el rosto y le empecé a besar los labios y le mordí el labio, Guillermo me sentó en la cama y me miro a los ojos.
¿Puedo? –me pregunto refiriéndose al braciel
Solo le hice un gesto que respondía por si solo, sus manos acariciaban mi espalda hasta llegar al broche y lo retiro con ternura, luego me volvió a recostar y seguimos besándonoslo retire para poder quitarle el polo dejando su torso desnudo, mientras nos besábamos sus manos dibujaron la silueta de mi cintura hasta llegar a mis pantalones los cuales los retiro suavemente, hice lo mismo con los suyos. Guillermo seguí besándome el cuello cuando mis manos bajaron hasta su trasero indicando que le quitaría el calzoncillo, cuando se lo retiro, hizo lo mismo con los míos y se recostó sobre mi con cuidado y empezó a besarme, se retiro y fue en busca del preservativo.
¿Estas bien? –me pregunto mientras abría la envoltura
Si – respondí acomodándome el la cama
Si quieres podemos parar –me sugirió mientras terminaba de ponérselo
Le respondí y este me sonrio, nuestras cinturas estaban muy juntas, abrí un poco las piernas y este se cómodo, cuando sentí el roce de su pene contra mi, lo abrase fuerte y el me beso suavemente mientras entraba en mi.
¡AH! ¡DUELE! –gemí o mas bien grite
Cuando abrí los ojos al darme cuenta de que Guillermo paro, este estaba mirándome con un poco de preocupación, para distraerlo lo bese y le sugerí que siguiera, el siguió, a pesar del dolor la pasamos muy bien, me hizo feliz.
Que bien me siento –me dijo Guillermo acariciando mi pelo
Te amo Guillermo Kydd, te amo tanto –le dije mirándolo fijamente
Yo también mi amor –me respondió y se acerco para besarme
Al cabo de 10 minutos me puse un camisón de el y el se puso unos pantalones de dormir, vimos una película y entre caricias, besos y risas nos quedamos dormidos.
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Gracias
