Nota de despedida.

76 10 0
                                    

Capítulo 7

Febrero 10

-Ah. . . -Me queje al abrir los ojos me dolía la cabeza a horrores ¿qué había pasado? Recuerdo las palabras de Yazuki... ¡Yazuki! Mire hacia todos lados pero ella no estaba solo una nota con un frasco de líquido verde y el otro de líquido amarrillo - ¿qué? -Me quede un rato. . . allí, mi mente no podía procesar nada correctamente, me quede mirando la pared largo rato mi respiración pausada y lenta... por primera vez no había nada en mi cabeza hasta que un golpe en la ventana me trajo a mi realidad, al mirar hacia la ventana era un zombi golpeándose la cabeza contra la ventana pero parecía no verme solo se golpeaba constantemente para luego seguir de largo, negando con la cabeza intentado recobrar mi sentido común tome la nota -

Gakupo-ni-sama lamento haberte golpeado, realmente sé que no debí hacerlo pero era lo mejor, ya que estoy segura que tú no me dejarías marcharme de tu lado como si nada, pero me sentía demasiado culpable, te preguntaras... ¿por qué? Los mutantes te perseguían por mi culpa, si sé que es muy obvio, la razón son esos dos líquidos que vez allí enfrente de ti. ¿Qué son eso? Yo los robe, son las sustancias que creo mi padre para volver a los seres mutantes, el líquido amarillo te hace un mutante, más completo, no serás como los que has visto hasta ahora, son. . Más fuertes, más feroces y más sedientos de sangre humana. . . son mucho peores. Lo sé porque yo vi la prueba de la primera creatura convertida en mutante. . . término comiéndose a dos científicos y cinco soldados hasta que lograron darle fin con un disparo en la cabeza y el otro en el pecho... te lo dejo a ti, ya que sé que no sospecharan que tú lo tienes si no que lo he escondido en alguna parte, Gakupo-ni-sama confió en ti, confió en tu fuerza y que lograras sobrevivir y alejaras esos líquidos de sus garras... no te preocupes nada podrá pasarme, él tiene prohibido asesinarme y no puede convertirme en zombi o mutante por el antídoto que corre por mis venas gracias a mi amado padre... ahora ya no serás más perseguido, podrías seguir tu camino tranquilo hacia Yokohama y sobreviras a este infierno tengo fe en que lo harás... por si tienes curiosidad el líquido verde es el antídoto... me tome la libertad de inyectarte un poco mientras estabas inconsciente nunca se está lo suficiente seguro... gracias a ese antídoto los primeros zombis no podrán detectarte pero eso no significa que los corredores y los mutantes no te vean... Por favor te lo suplico... aléjalos de él, mi padre lucho mucho para que no los obtuviera... y yo también... así que solo te diré algo... Gakupo-ni-sama si mueres... estamos perdidos, así que no mueras.

Te quiere Yazuki

¡Esa niña! ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! Estaba tan confundido y a la misma vez razonando todo lo ocurrido y el por qué me perseguían tanto. . . no sé cuánto rato pasé dentro de ese lugar meditando, hasta que me levante, tome los líquidos y los guarde en mi bolso, ya no me quedaba más que hacer, no podía dejar esto en las garras de ese hombre... subí hacia el segundo piso para pasarme al techo y saltar hacia el otro lo único que me quedaba era ir a Yokohama al puerto y salir de aquí con vida de una vez por todas.

Era extraño pasar los días sin ser detectados ya que la mayorías de zombis que había por la calle eran de esos normales, era. . . como si fuera uno más de ellos, como si no tuviera vida y eso no me gustaba en lo más mínimo, seguí mi camino hasta que se me agotaron las provisiones y tuve que adentrarme hacia una casa... al adentrarme estaba manchada con sangre, en la pared habían escrito no subas al segundo piso. . . se podía escuchar algo rasgando una puerta... de repente escuche un ruido proveniente del sótano... al abrir la puerta y con una linterna pude observar que había mucha comida en el lugar, enlatados, panes, arroz, fideos... se me hizo agua la boca por ello... por los distintos tipos de salsas que había en el lugar.

-GRR -Escuche gruñir para voltear y ver a un zombi, era un niño de uno diez once años tal vez, me miraba y era como si no lo hiciera y seguía de largo luego volteaba... como si buscara algo como si estuviera perdido... pero yo no podía dejarlo de esa manera, no así, no ya no vivo, tome un cuchillo de casa que llevaba conmigo y se lo clave en la frente haciendo que cayera de inmediato al suelo -

SobrevivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora