Un día sin fin.

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Capítulo 8

Febrero 10

Estaba desanimado por lo que le había pasado a Luki y a Len me dolía en el alma perder a personas que eran importantes para mí, mientras caminábamos con sigilo por lo que era una carretera, desértica, como todo en este anárquico mundo, un grupo de bestias aparecieron todas diferentes.

-Sepárense y reagrúpense en el edificio violeta –Proferí, era un gran edificio de color violeta que se veían en diferentes direcciones del lugar, todos asintieron para dispersarse mientras yo me quedaba con Piko alejándonos de aquella bestia que veían detrás de nosotros.

-Kaito-ni se acerca –pronuncio, sostuve fuerte su mano, no quería que se tropezara pero eso paso –

Solté a Piko para enfrentarme a esa bestia, desenfunde mi sable mirándole, soltó un gruñido para correr hacia mí logre esquivarle mientras le cortaba el brazo iba a soltar un gran rugido pero le rebane la quijada, podía ver la lengua y los afilados colmillos, se escurría un líquido negro espeso y fétido mientras los gusanos escapaban revolcándose en el suelo, me lanzo un golpe pero con mi sable logre rebanarle el estómago... más gusanos escaparon esta vez muchos más grandes se me revolvía el estómago de solo verlo, al lanzarme el segundo golpe que apenas logre esquivar mi sable salió lejos, no tenía con que defenderme, observe las tripas que sobresalían de su estómago casi descompuestas, sin verle salida la tome para con ellas envolverle el cuello y estrangularlo, de tal manera que termine zafándole el cuello y arrancándole la cabeza, su cabeza quedo lejos intentado moverla, fui por mi sable para partirla en dos, aquel liquido negrizco mancho mis botas.

-Qué asco –proferí mientras intentaba limpiarme la mano con la pared y a mi cuerpo le recorría un escalofrío intentado mantener lo poco que tenía de comida en mi estómago –

-Kaito-ni eso fue asombrosamente asqueroso –Pronuncio –

-Sigamos –Comenté para limpiar el sable de un movimiento dejado que el líquido se escurriera y enfundarlo –

-Huele horrible quiero vomitar –Murmuro él tapándose la nariz –

-Aguántalo yo agarre tripas –Respondí, fue demasiado asqueroso lo sé, aun yo igual tengo las ganas de vomitar –

Aun así Piko tomo mi mano sonriéndome, mientras seguíamos hacia ese gran edificio que se alzaba sobre nosotros espero los demás estén bien y nos encontremos allí, rayos aún tengo el estómago revuelto, al llegar al edificio solo caímos en cuenta de que estaba rodeado de zombis.

-Kaito-ni mira son fáciles son nivel uno apenas –comentó Piko mirándolos moverse lentos en aquel lugar algunos chocando con las paredes –

-Están en grupo Piko –Respondí, no por que fueran nivel uno serían cosa sencilla –

-Entonces hagamos algo –Profirió para salir corriendo hacia ellos –

-¡Piko! ¡Vuelve! –Exclame pero no me hizo caso solo fue hacia ellos –

-¡Hey lentos, mírenme soy carne fresca y saludable! –Exclamo Piko atrayéndolos, me sonrió para irse corriendo mientras esas cosas le perseguían, comencé a correr hacia ellos desenfundo mi sable, rebanándole las cabezas uno a uno, dejando que el aire fuera llenado de ese putrefacto aroma, de repente me tropecé para que uno viniera hacia mí, le di una patada en el vientre manchándome con aquel liquido negro vino nuevamente hacia mí y le clave el sable en el ojo para partirle la mitad de la cara, se me revolvió el estómago de ver esos gusanos tan cerca, me lo quite de encima para ir a por Piko quien estaba arriba de un muro casi llegando a un techo, voltearon hacia mí, para que yo terminara con ellos, al hacerlo Piko bajo, quería regañarlo pero tenía el estómago tan revuelto que lo único que pude hacer fue devolver lo poco que quedaba de comida en mi estómago.

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