El adios

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Salió del edificio de los libros, yo traté de seguirle el paso abriéndome camino entre las personas que lo interrumpían.
Miró a su alrededor como buscando algo con su vista, yo me detuve detrás de su figura esperando su siguiente acción.
Bajó la cabeza, suspiró, tomó aire y emprendió una caminata de pasos cortos y sencillos, de movimientos sutiles y ligeros.
Le seguí aunque menos rápido, me aseguré de estar siempre a su espalda como si espiara sus movimientos, su rutina.
Dimos la vuelta al edificio y caminamos por un sendero de arbustos, noté que estaba segura del lugar al que se dirigía.
Yo estaba nervioso, le seguí. Llegamos al pantano, lo cruzó sin tomar precauciones. No le importó ensuciar sus zapatos ni sus jeans, yo resbalé un par de veces en el intento de esquivar los charcos de lodo, lo ignoró.
Solo un pensamiento yacía en su mente, caminar.
Caminar sin mirar atrás, sin desviarse, sin pensar en situaciones que le distrajeran y pudiesen llevarla a arrepentirse.
Cruzamos el lodal, seguimos los caminos de piedra que atravesaban los pastizales, me distraje admirando el paisaje y tuve que acelerar el paso para alcanzarle de nuevo.
El viento mecía los verdes pastos y nos empujaba en dirección opuesta, No le importó. Su cuerpo estaba rígido, sus pasos entonces eran fuertes. Se detuvo de inmediato, casi nos chocamos. Retrocedí un par de pasos, ella contemplaba los primeros árboles que daban la bienvenida a un pequeño bosque. Entonces comprendí, sus intenciones, su misión, su propósito y tuve miedo. Me crucé rápidamente en su vista, en su rumbo, la mire de frente. La agarré de los hombros y lloré, ella sonrió sin ánimo y me aparto con brusquedad. Continuó caminando, el viento soplaba aún más fuerte, me quedé absorto viendo sus cabellos danzar con el mismo. Retomó el curso de manera distinta. Sus pasos eran más enérgicos, más rápidos. Fueron dos, luego tres, cinco y después de unos minutos yacíamos dentro del bosque lleno de árboles inmensos. Se detuvo de nuevo, observó su entorno ignorando mi presencia en él.
El viento soplaba ahora por encima de las copas, los árboles danzaban con su paso. Las hojas caían sin prisa, ella les siguió el descenso con la vista en varias ocasiones, noté que le divertía y luego continuó caminando. Yo permanecí leal a seguirle el paso. Caminó y caminó entre ramas y bejucos. Le seguí y le seguí tropezando casi siempre y de pronto se detuvo de nuevo, de repente. Choqué en esta ocasión con su cuerpo. Ella aceleró sus piernas y las estalló corriendo. Apenas tuve tiempo de reaccionar y cuando lo hice tropecé nuevamente y mi pie se enredó entre las plantas. Siguió corriendo, me desesperé. Me libré como pude y corrí detrás, como en todo el rato sin alcanzarla. Ella iba ahora muy lejos, apenas podía ver un reflejo de su ropa.
Luego de saltar, esquivar y no flaquear... se detuvo. Mi corazón aceleró su palpitar. Ella se situaba ahora en un claro, un espacio sin la espesura del bosque donde los rayos de un sol de oro tocaban el suelo sin obstrucciones. Me detuve aun desde el follaje, me desesperé, mi corazón se aceleró aún más, incluso podía escuchar su palpitar. Lo supe, lo supe en aquel momento y no contuve el llanto, sabía que era demasiado tarde. Quise acercarme, no lo hice, me sentí perturbado y me deje apoyar en uno de los árboles. Desde allí vi todo perfectamente. Ella se bañó con los rayos de sol y empezó a danzar. Danzaba y no reía, danzaba y su cara tenía una expresión amarga. Dejó de hacerlo, giró su cuerpo y me miró fijamente. Cerró los ojos y sin nostalgia se desprendió de su ropa. Con delicadeza desnudó su torso y abrió con paciencia y ternura sus grandes alas, como de ave, como de mariposa. Brillaban como las estrellas. Las movió muy lento, luego se impacientaron. Sus ojos siguieron mi mirada, como despidiéndose y luego saltó sin caer, pues sus alas construyeron un camino en el aire, directo al cielo, al sol.
Corrí sin esperanzas hasta el claro, la luz me cegó y sin embargo pude ver desde allí como subía, volaba, desaparecía para siempre y desde lo más alto caía de golpe.


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⏰ Última actualización: Nov 18, 2015 ⏰

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