La Guardaespaldas

Capitulo 6

Harry POV's

Diablos, estaba poniéndome caliente, y necesitaba hacer algo con esta chica, es muy sexy y de verdad me pone.

Me acerqué a ella lentamente, sin quitar la mirada de sus ojos, quería tocarla, pasar mi mano por cada parte de su piel.

Sus mejillas levemente sonrojadas, y su labio inferior entre sus dientes. Se veía tan excitante. Cuando quede de frente a ella, puse mi manos en su cintura, luego pase mi dedo por su mejilla, sintiendo el calor debajo de este.

—Tan hermosa..–susurre sin darme cuenta.

Sus ojos fijos en los míos, su boca entre abierta. Iba a acercarme para sentir sus labios en los míos, pero unos golpes en la puerta me detuvieron.

—¿Si?

—Señor, las señoritas que lo acompañaban, están exigiendo que las lleven a sus respectivas casas.– Dijo Sally, el ama de llaves a través de la puerta.

—Dile a Jason que las lleve en la camioneta a donde ellas les pida.- Dije sin soltar a Claire de la cintura.

—Si señor.

Cuando voltee la cabeza para ver a Claire, estaba pensativa y con la cabeza hacia abajo, sintió mi mirada y levantó la vista hacia mi. Tiene unos preciosos ojos en los cuales te puedes perder horas viéndolos.

—Es.. es tarde, mejor me voy a mi cuarto, con permiso.- Dijo separándose de mi.

La detuve antes de que se alejara más—¿Estás tratando huir de mí?- Sonreí al ver su ceño fruncido.

—No estoy huyendo, es solo que estoy cansada, y tú también deberías estarlo, con todo ese ejercicio que seguramente tuviste.- Se cruzó de brazos.

Sonreí divertido, si tenía razón en eso, estaba cansado por esas horas de duro trabajo con esos dos bombones.

—Tienes razón, mejor vamos a descansar y retomamos esto mañana.

—Ni creas que esto va a volver a suceder.- Levantó su ceja y empezó a caminar hacia la puerta.

—No dudes que esto va a volver a pasar, nena.

Me miró por unos segundos con su mirada singular, y mientras que yo estaba con mi sonrisa, salió de la habitación sin decir nada.

Me mantuve unos segundos en el lugar que estaba, hasta que escuche una puerta cerrarse y salí. Entre a mi cuarto, y me acosté en mi cama pensando en esos hermosos labios, y ese hermoso cabello.

A la mañana siguiente, vi el reloj: 6:03 me desperté temprano, me cambie con un atuendo sencillo; Unos jeans oscuros, una camisa blanca dejando abierto los dos primeros botones, enseñando un poco de mi pecho a la vista.

Baje hasta la cocina y vi a Margaret preparando algo de desayunar.

—Buenos días Harry.- Me sonrió de una forma maternal.

—Buenos días Margaret.- Me acerqué a darle un beso en la coronilla.—Eso huele bien.

—¿Tienes hambre?

—Demasiada diría yo.- Sonreí viendo el homelette que está preparando.

Una pequeña risa salió de su garganta mientras negaba con la cabeza.