El elegido más oscuro

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"Me apoderaré del destino agarrándolo por el cuello. No me dominará".

- - Ludwig van Beethoven

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En el jet de Adina...

"Querido diario: ya hace una semana que somos tres, Adina se lleva muy bien con Abdi y conmigo. Después de que vio mis partes privadas está loca por mí, solo que no se ha dado cuenta. Lastimosamente nuestras vacaciones en Paris terminaron y los ancianos ya se comunicaron con nosotros; nos dieron la siguiente pista. Fue algo confuso, pero Adina nos indicó que debemos ir a un lugar en América llamado Panamá. Dicen que es chico, pero es lindo. Cuando lleguemos debemos encontrar 'la oscuridad del Doctor de la Iglesia'. Abdi es bastante religioso, así que dedujo rápidamente que debemos buscar algún lugar con el nombre de algún doctor de la Iglesia. Según las fuentes hay un colegio de Agustinos; por ahí comenzaremos. Adiós, diario, espero que te encuentres bien. Con amor, Renzo."

"¿Enserio tienes un puto diario, Renzo?", dice Adina aguantando las carcajadas. "¿Qué más tienes, una mantita?".

"¡Ya no jodas, aquí canalizo mis pensamientos, no tienes derecho a leerlo!", dice Renzo cerrando el diario.

"¡¿Cómo no voy a darme cuenta si escribes hablando en alto?!", dice Adina riéndose.

"¿Sabes? No voy a pelear contigo. Estás celosa porque no tuviste nunca infancia", dice Renzo levantándose y se encamina a la sala del piloto donde se encontraba Abdi aguantando reírse. "¿Escuchaste todo?", preguntó.

"Sólo lo necesario, ¡jajajajajajajajaja!".

"Después de todo, ¿qué haces pilotando? Pensaba que no te gustaban los aviones", dice Renzo mientras guarda el diario en el bolsillo del saco.

"¿Sabes? Cuando Frank me salvó de Somalia me enseñó a hacer muchas cosas; manejar tanques, autos, aviones... y siempre me dijo que mi destino seria él", dice Abdi mientras observa el horizonte.

"Chicos, dejen sus reflexiones para después. Ya llegamos a Panamá", dice Adina mirando por la ventana.

Después de aterrizar en el Aeropuerto Tocumen, rentaron un auto y se dieron a la búsqueda.

"Maldita sea, ¡qué calor!", dice Renzo mientras enciende el aire acondicionado.

"Dicen que acá hace bastante calor. ¿Por qué no te quitas ese saco?", dice Adina mientas abre su maleta y saca algunas armas.

"Nada, soy un mafioso y no puedo perder mi estilo, o bueno, eso era hasta que me dijeron que buscara a una gente con joyas. Después de todo, ¿por qué tantas armas? ¿Vas a la guerra?", dice Renzo mirando por si Adina tiene algún arma escondida entre las piernas.

"Sea lo que sea que busques ahí abajo, será mejor que levantes la mirada antes de perder un ojo. No conozco este país, estaré preparada para todo, y si eso conlleva sacarte la cornea con mi cuchillo lo hare con gusto", dice Adina cerrando las piernas.

"Uff, pero siento la fricción en este auto, tranquilos, niños; concentrémonos en nuestro trabajo. Parece que ya llegamos", dice Abdi mientras se estaciona en el Colegio San Agustín.

Lo que el pequeño grupo no sabía era que, a varios metros de distancia, en el techo del colegio, aparecía un ente por medio de un rito diabólico; una mujer rubia con un iris de color morado y el otro de color negro, una mutación muy rara en el mundo, pero en el infierno una de las demonias más buscadas. El demonio Leraje ya se encontraba en su lugar.

"Leraje, sabes que odio las alturas. ¿Qué hacemos aquí? Lucifer le dio órdenes a Fira de mantenernos en Europa", dice la joven con un cierto tono de preocupación.

THE CHASEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora