Capítulo 4: El Cónclave

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"Hermanos y hermanas, buenas tardes. Saber que el deber de un cónclave es dar un Obispo a Roma, y parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo al fin del mundo, pero ya estamos aquí."

- Papa Francisco

"Bienvenidos, televidentes, a CNN Internacional; estas son noticias de última hora: el Papa Inocencio X ha sido asesinado, su cuerpo ha sido encontrado en media plaza de San Pedro con el mensaje 'Estamos entre ustedes' pintado de sangre. La comunidad mundial busca a los responsables de éste trágico evento mientras que la comunidad religiosa ha convocado un Cónclave de emergencia y el Período de la Sede Vacante ha comenzado. Los 135 cardenales ahora se encaminan a Roma para la elección de un nuevo jefe de la iglesia".

El televisor se apagó.

"Mierda, todo esto pasó mientras estábamos en Panamá", dice Adina poniéndole una bolsa de hielo a Renzo en el estómago.

"¡Hey! ¡Eso duele y está frío, quítamelo! ¡No me gusta!", dice Renzo intentando moverse.

"No seas tan llorón, un demonio te acaba de patear, tranquilízate", dice Adina golpeándolo en la misma área donde fue golpeado.

"Acabo de hablar con la señora Isabell. Tenemos órdenes de ir al Vaticano. Se suspende la búsqueda de los elegidos. La muerte del Papa y de Frank ha causado una fluctuación en la energía espiritual dándoles más fuerza a los demonios, y tal parece que son capaces de entrar a la sede. Así que nuestras órdenes son las siguientes; llegar al Vaticano, encontrarnos con el anciano Niccolo, y luego ir y verificar que el Cónclave se dé con normalidad y se escoja un nuevo Papa", dice Abdi saliendo del salón del piloto.

"Francis aún duerme... ¿qué haremos con él? Aún no hemos conversado de lo que sucedió hace unas horas... Sé que todos fuimos capaces de ver el alma de ese demonio y cómo un chico como él fue capaz de vencerla", dice Renzo mirando fijamente al chico que dormía con su pijama de osos.

"Es especial eso fue lo único que me dijo la señora Isabell; que lo llevemos. Tiene 16 años, algo tuvo que aprender. Yo a esa edad ya asesinaba, así que puede ser igual con él", dice Abdi.

"Yo también mataba a su edad, pero había algo diferente en él y en sus ojos... Pero bueno, tenemos que seguir órdenes. ¡Hacia el Vaticano!", dice Adina mientras se levanta golpeando nuevamente a Renzo por error.

Mientras tanto, en Francia...

En la sede de la Interpol, el agente Kendall seguía entrenando al equipo. Llevaba bastante tiempo sin dormir, de modo que el evento siguiente lo sorprendió.

"Ronald, me parece que llevas mucho tiempo metido aquí abajo, lo más probable es que no sepas que el Papa ha muerto. Necesitamos que lleves a 100 hombres y que dirijas la seguridad del Vaticano en el Cónclave", dice el presidente.

Kendall aun no podía creer lo que le había dicho, así que se dispuso a detener el entrenamiento y a descansar al grupo.

"Señor presidente, un grupo de 100 no es lo que yo solicitaría para una misión de esa forma", dice el agente.

"¿Pues cuántos, entonces? No tenemos tantos aviones", dice el Presidente preocupado por la respuesta.

"Sólo necesitamos veinte", dice Kendall sin un tono de sarcasmo, cuando de repente grita; "¡Escuadrón 13! Nos toca viajar a Roma. ¡Prepárense!".

Renzo y su grupo, al igual que el grupo de Ronald, horas después ya estaban arribando al Vaticano.

Lastimosamente, ninguno de los dos se toparon en el camino y llegaron a sus distintos destinos.

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