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Los chicos

POV CHARLIE

—Muy bien señoritas, este será su nuevo hogar. —dijo la directora ,entregandonos las llaves de la casa en donde viviremos durante un maldito año. —Sean educadas, no será las únicas en esta casa.

—Pues... entremos. —dice Alex abriendo la puerta y entrando seguida de Madie.

Esperaba ver un completo desastre al entrar, pero no fue así. Era un lugar limpió, como si nadie la habitara, tenía adornos elegantes, era como una mini Hogwarts, en fin, dejamos las maletas en la entrada y nos sentamos en la amplia sala.

—¡Pero que sorpresa!, la rara de mi prima está aquí. —cuando escuche esa voz supe inmediatamente de quien se trataba, me puse de pie y ahí lo vi, vestido de negro, cabello despeinado, y con una sonrisa burlona, típico de él. —¿No vas a saludarme?

—Idiota y arrogante igual que siempre. —puse mis ojos en blanco y solté un suspiro con fastidio. —Hola Adam. —saludé a mi mundano y patético primo.

—Esperen, ¿ustedes dos se conocen?. —gire mi vista y junto a Adam se encontraba un chico de ojos azules, cabello azabache un poco largo, sus facciones eran tan finas qué parecía irreal.

Y se bien. De quien se trata.

Dylan McCabe, supuestamente Ashley él es  simplemente perfecto. No negaré qué es atractivo, pero Ashley exageró, Will Herondale es mucho más guapo.

—Así es Wolfs, les presento a Charlie Henman, mi prima. —dijo Adam, abrazándome por los hombros

—Nah, no pueden ser parientes, tú eres feo, antipáticoy un pesado y bueno... ella es hermosa, sexi y se ve simpática-habló él otro chico de ojos azules.

ÉL es Bard Wells, Ashley dijo que es como estar viendo al mismisimo dios griego en persona, en mi opinio solo es un chico bonito y un creído.

—Muy gracioso Brad, yo soy muy bonito. —mire a Alex y Madie quienes tenían una cara totalmente desconcertada. —Y aunque no lo crean, Charlie es mi prima, pero bueno, ella no es la única que vino, ¿Quiénes son tus amigas Charlie?

—Ella es Alex Miller y ella es Madie Smith. —dije apuntando a mis dos rubias amigas. —Tú tampoco nos has presentado a tus amiguitos

—Es verdad ,ellos son Dylan McCabe y Brad Wells, antes de hacer alguna otra pregunta, ¿ Alguna está soltera?. —preguntó el imbecil de mi primo

Mire a mis amigas, y como si nos leyeramos la mente tomamos nuestras maletas ignorando a Adam.

—¡Oh vamos lindas no se vayan¡—gritaron los tres al mismo tiempo

(...)

—Esos chicos son unos verdaderos idiotas, Charlie, ¿Por qué no nos habías dicho que tienes un primo tan estupido, idiota e imbecil? —cuestiono Alex quien era la que estaba mas enojada.

-nunca me preguntaron -dije ya que no tenía mas excusas

-la verdad, Ashley no se equivocaba estos chicos son unos dioses-dijo mi loca y muy descerebrada Madie

—Madie, no hablas enserio. —Alex tomó a Madie por los hombros. —¡Reacciona mujer!, estos tontos creen que somos unas fáciles, llevan tiempo solos, harán lo que sea para conquistarte, no caigas en sus juegos.

—Yo solo digo lo que veo. —dijo Madie a la defensiva. —Mirar es gratis, además solo dije que son guapos.

—Tienes razón, no voy a negar que estan guapos, pero son muy idiotas, honestamente si son amigos de Adam seguro son unos ineptos, narcisistas qué viven y respiran por si ego. —opine.

—¿Quién tiene hambre?, bajemos a ver que tienen de comer. —dijo Maddie, Alex todavía se veía enojada

-Vayan ustedes, yo escuchare musica-dijo Alex y se puso los audífonos.

Bajamos las escaleras para encontrarnos con nuestros nuevos compañeros, ellos solo nos voltearon a ver, pude notar que nos miraban de arriba hacía bajo hasta Adam les dio un golpe en la cabeza y nos dejaron de ver, a veces mi primo es bastante protector.

—no puedo abrir la puta lata. —se quejó  Madie.

Tomé la meta entre mis manos, sin embargo unas manos me la arrebataron.

—Dejame intentar. —dijo Brad.

—No, yo lo haré. —le quite la lata. —Nosotras podemos hacer estas cosas.

—No lo dudó, solo quise ayudar. —respondió el pelinegro. —Si necesitas ayuda, puedes pedírmela...

—No será necesaria...

—Le hablaba a ella. —señaló a Madie, quien se sonrojo levemente.

—Gracias.

Brad le dedico una sonrisa sincera y luego de tomar una soda de la nevera se fue a sentar en el sofá junto a los otros dos.

Miré a mi amiga quien sonreía como una tonta.

—Cuidado Mad, no vayas a enamorarte. —le advertí a mi amiga. —Son solo palabras, cuida tu corazón.

—Descuida Charlie. No soy tan frágil.

—Lo sé. —le dedique una sonrisa.

Juntas caminamos a las escaleras de regreso a nuestra habitación, sin embargó sentía que olvidaba algo.

Toque mi bolsillo trasero. —Olvidé mi celular, adelantate.

Baje las escaleras y camine a la cocina, pero no estaba, ¿Dónde lo había dejado?, comencé a buscarlo en la alacena, tal vez lo guarde por error, soy muy distraída.

—¿Buscas esto?.

Dylan tenía mi celular.

—Si.

—No deberías dejar algo tan importante a la vista, a Adam le gusta revisar celulares ajenos. —me dijo pasando a un lado mio, luego tomo mi mano y colocó mi celular en ella. —Registré mi número, llámame si se te antoja algo, subiré a dártelo.

—¿Realmente crees que te llamaré por eso?.

—No, creo que no eres ese tipo de chica. Solo te estaba dando una excusa. —dijo, luego se acercó a mi oído, este tonto quería ponerme nerviosa. —Por cierto, bienvenida, espero nos llevamos bien.