Capítulo VII: Venga cógelo.

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Salgo de mi casa y lo primero que veo son un niño y una niña jugando en la calle, sin complicaciones ni temores. Echo tanto de menos la infancia... donde éramos libres, sonreíamos sin falsedades y vivíamos al limite a nuestra manera.

***

"¿Esta chica como puede vivir tan lejos?" pienso. Estoy casi en la puerta cuando escucho una voz masculina detrás de mí.

-¡Ey espera!

Me giro y veo a Harry acercarse poco a poco.

-Hola.

-¿Entramos juntos no?

-Vale.

-Joder que borde.

-Lo...lo siento-Digo en voz baja- No me caes mal ni nada, soy así siempre que conozco a alguien.

Se ríe y me mira sin resentimiento.

Subimos los escalones y picamos a la puerta. Lexia abre 1 minuto después. Esta preciosa.

-Alis, pensaba que te echarías atrás-parece aliviada- buff gracias.

-De nada tonta.-Le sonrío.

-¿Donde esta Jaiden?-pregunta ella.

-Ahora viene, tenia que arreglar no sé que de su coche y traerlo para llevarnos a la fiesta.

-Está bien.

Entramos los dos. Yo me adelanto y me siento en el sofá mientras ellos se dan un beso cogidos de la mano.

-Vamos a mi habitación, haz lo que quieras ya sabes, pero estate atenta al timbre.

-Si si.

Suben las escaleras y desaparecen de mi vista.

Cojo mi móvil y empiezo como siempre a buscar cosas estúpidas en él. Intento abrir la página de unas manualidades, para hacer rosas de papel, pero el aparato se queda bloqueado. Intento hacerlo funcionar.

Sin obtener resultado lo lanzo al sillón de al lado.

Me tumbo derrotada por la maquina y miro el techo. Ojala Jaiden no apareciera. Estoy muy tranquila así. Y si aparece; por lo menos, que no toque las narices.

Antes de pensar algo más escucho el sonido de un motor en la entrada. "Mierda".

El timbre suena y pongo los ojos en blanco. Me levanto con dificultad, camino hacia la puerta y la abro.

- Hola.

-Hola-dice sin mirarme.

Pasa dándome un leve golpe en el hombro y va al salón. Ya empieza... Me pongo delante suyo con los brazos en jara.

-Tienes las manos llenas de grasa, lo vas a manchar todo.

Levanta la cabeza y me mira a los ojos. Maldita sea, es guapísimo.

Se mira las manos y se las restriega por la camiseta blanca. Pongo cara de pena, pobre camiseta.

-Bueno me voy a la cocina ¿Quieres algo?

Niega lentamente. Saca su móvil y comienza a toquetearlo.

Entro en la cocina. Tengo la garganta seca, necesito beber agua. Cojo un vaso y lo lleno en el grifo. Me lo bebo de un trago y lo dejo en la mesa.

Escucho unas risas en el segundo piso y sonrío sin saber porque.

Voy otra vez al salón y me siento en el sillón, dejando el móvil sobre mi regazo.

-Se lo están pasando bien ehh.

Oh Dios me esta ablando a mi o es que tengo alucinaciones...

-Eso parece- digo sin saber que contestar. Cojo el cacharro de encima de la mesa y pruebo a ver si va, pero no hay manera.

Lo pongo sonoramente en la mesilla auxiliar y maldigo entre dientes tapándome la cara.

-Que le pasa?

-No va.

Se levanta y se acerca.

-¿Puedo...?

-Si si, claro.-digo con esperanzas de que él, lo pueda arreglar.

Aprieta dos botones a la vez y desliza su largo dedo por la pantalla.

-Madre mía que fotos mas profesionales.

Empieza a deslizar el dedo más veces. ¿Qué hace?

Después estalla en carcajadas y yo cada vez me estoy poniendo más nerviosa.

Espera... ¡Esta mirando mis fotos!

-Guaaau esta es la mejor.-me la enseña.

Salgo sentada en el suelo con las piernas cruzadas y un pijama largo de ratones lilas.

Ese día estaba extremadamente loca y me hice un moño tan arriba que casi tocaba mi frente. Y por supuesto le habrá echo tanta gracia por la cara que pongo; arrugando la nariz al reírme y cerrando los ojos.

Recuerdo que me la hizo mi tía.

-¡Para! –intento cogérselo, pero retrocede hacia atrás.

-¡Devuélvemelo!

-¿Lo quieres? Pues cógelo.-levanta su brazo.

¿Por qué a cambiado tan rápido de humor?

Intento cogerlo pero no lo alcanzo.

-Eres idiota.

-Ya lo se.-me contesta con una amplia sonrisa en los labios.

Es la primera vez que le veo así de... ¿vivo?

Le miro enrabiada y me abalanzo sobre él. Jaiden cae al sofa. Estoy encima suyo y aunque lo haya tirado sigue con el brazo estirado.

Comienzo a trepar por su cuerpo para cogerlo.

-Ah no no.- me coge la cintura con el brazo que tiene libre para impedirme subir.

Al notar sus dedos apretados alrededor de mi, me sobresalto y le miro inocentemente a los ojos. Él mira mis labios entre abiertos. Levanta un poco la cabeza y se acerca más a mí.

Siento una corriente por mi columna. Jaiden ahora mira mis ojos y cuando me quiero dar cuenta, mis labios ya están apretados contra los suyos.



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