Candlelight

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Como en cámara lenta, una pequeña luz amarilla se volvió un enorme rayo que surcó el espacio entre el cielo y la tierra antes de volverse una gigantesca bola blanca que te dejó cegada en menos de una fracción de segundo.

Sentiste ser empujada violentamente contra el suelo antes de que lograses medio vislumbrar la figura de una persona que hizo las veces de escudo al enjaularte entre su cuerpo y la nieve. Y en el momento en que llevaste las manos a tus orejas, el sonido de la explosión hizo retumbar sus cuerpos junto con la onda expansiva, logrando agitar la nieve y la copa de los árboles hasta que varias ramas se rompieron. Un fuerte dolor en tu oído izquierdo te hizo gemir y sujetarte la cabeza con más fuerza, al tiempo en que cerrabas los ojos y te paralizabas allí, demasiado desorientada como para ponerte siquiera a pensar en lo que estaba ocurriendo.

Solo... "¿Qué fue eso?"

Los minutos pasaron. El dolor en tus oído izquierdo se hizo más fuerte al tiempo en que sentías alguna especie de líquido derramarse desde el interior hasta mojar tu mano y gotear hasta el suelo, captando rápido un aroma metálico que te era demasiado familiar como para siquiera dudar sobre lo que se trataba. Tu tímpano se había roto por el sonido.

"Bueno. Mierda." Te quejaste en tu fuero interno mientras atinabas a abrir los ojos, siendo incapaz de captar imagen alguna además de luz blanca debido al aturdimiento que aquella repentina explosión había dejado en tu retina. Intentando enfocar la mirada hacia el frente, lo primero que lograste vislumbrar por un instante fue una silueta obscura frente a ti que parecía moverse antes de que sintieses un peso ajeno al tuyo quitarse de encima de tu cuerpo, dejándote descubierta ante el frío invernal. Un pitido doloroso comenzó a taladrar en tu oído lastimado, haciéndolo doler un poco más mientras intentabas recuperar por completo tu sentido de la vista primero, la cual lentamente te cedió una imagen más nítida de la persona frente a ti.

Moviendo los labios frenéticamente, fuiste capaz de reconocer el rostro de Levi mientras apartaba su mano derecha y su brazo izquierdo de sus oídos para luego sujetar tus hombros bajos sus manos, mirándote atentamente. Solo cuando tu visión volvió a la normalidad, lograste comprender un poco de lo que él intentaba comunicarte al leer sus labios y agudizar tu oído derecho, el cual a su vez comenzó a molestar un poco. Él gritaba tu nombre y te preguntaba con urgencia si te encontrabas bien, pero no eras capaz de escucharlo, pues su voz te sonaba como si estuvieses sumergida en agua.

Lentamente apartaste las manos de tu cabeza, llevándolas hasta quedar frente a tus ojos para rectificar que se trataba de sangre lo que salía de tu oído. Lograste observar en segundo plano como los labios de Levi dejaban de moverse al verte, probablemente notando la sangre que brotaba. Lo sentiste apretar el agarre en tus hombros mientras movías tu atención ahora hacia él.

-Estoy... Bien... -el sonido de tu voz fue recibido con dolor en tu oído dañado, haciéndote fruncir el ceño. Tal vez no estabas completamente bien, pero al menos estabas viva- ¿Qué...?

No pudiste evitar sorprenderte cuando Levi negó con la cabeza y cubrió tus labios con sus dedos, haciéndote callar al verte esforzarte. Ciertamente se te hacía muy difícil comunicarte cuando no eras capaz de oír con claridad tu propia voz y cuando la molestia en tu oído derecho comenzaba también a convertirse en dolor. Pero más importante que eso... ¿Él y los demás se encontraban bien?

Rápidamente moviste la cabeza para observar los cuerpos de los jóvenes criados y la reina alrededor de ustedes, notando como Connie, Sasha, Christa y Jean se habían arrodillado en el suelo con las manos en los oídos hasta hacer una pequeña muralla entre la explosión y ustedes dos, mientras que a su vez Mikasa había hincado una rodilla en la nieve y, haciendo de escudo al darle la espalda a Eren con la espada desenfundada, apuntaba el arma en la dirección de donde había provenido aquella cegadora luz, el joven guardián yaciendo en el suelo detrás de ella con los oídos tapados y los ojos bien abiertos, como si no hubiesen sido víctimas de la luz.

Beyond The BoundaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora