La no adaptación

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Nos hemos mudado a un piso nuevo, mi madre y yo. Está cerca del anterior, de hecho solo está a dos calles. Me pongo a pensar y realmente no sé porqué mi madre le mintió a Salvador, en el decirle que vivimos más cerca de mi colegio. Pero eso ahora no me importa lo más minimo, quiero ver mi habitación.
Entramos en el piso a través de una puerta trasera de un bar, otra cosa que no entiendo. Para llegar al primer piso tengo que subir unas escaleras muy empinadas y viejas. Me paro en la puerta y la abro, el recibidor es realmente aterrador, parece como si nadie lo hubiera terminado. Las paredes tienen lágrimas de cemento, de un tono verdoso. Todo el piso es verde, da bastante grima, el baño, la habitación... Mi madre me dice cuál es mi habitación.
- Aquí dormirás tu.-
Miro mi habitación. La decoración me hace ver que voy a dormir...en el almacén del bar de abajo. Una estanteria de pared a pared, llena de botellas de zumo, cervezas y cocacolas.
Miro mi cama y me deprimo, mi cama es un colchón en el suelo, sin sábanas ni almohada. 
- ¿Tu dónde dormirás mamá?-
Mi madre me enseña su habitación, parece contenta. Su habitación tampoco tiene nada, pero a comparación con la mía, es la suite de un hotel. Tiene una ventana enorme y una cama muy grande, con somier, sabanas y almohadas.
Le he comentado a mi madre de dormir las dos juntas en su cama, ya que es más grande y estamos solas pues estaremos mejor. Su respuesta ha sido contundente.
- Ni hablar, tienes que dormir tu sola, dormir con los padres es de niños pequeños, y tu no quieres ser una niña pequeña, ¿verdad?-
- No...-
Estoy triste, incluso en mi nuevo hogar, siento que molesto. 
Los últimos dias decido pasarlos en mi habitación/almacén. Un dia al llegar del colegio, me encontré varios comics usados encima de mi colchón, desde entonces paso horas leyendo y contemplando los dibujos sobre el papel, siento que me fascinan, me alejan de esta realidad en la que estoy viviendo, que a mi parecer, ya es normal. 
Nada ha cambiado desde que estoy en el nuevo piso. Sigo estando sola casi todo el dia. Lo que si ha dado un giro, es que ahora no me quedo a comer en el colegio, mi madre me viene a buscar y me vuelve a llevar al colegio, siempre puntual. En cambio por las tardes viene a buscarme un hombre que se llama Joe. Es un hombre bajito, con gafas y pelo blanco. Siempre lo veo merodeando por el bar, resulta que el bar es suyo y mi madre trabaja para él.
Joe es muy buen hombre, he notado que desde que le conozco, todas las noches me doy un baño y me da un plato de cena caliente, después de eso, me lleva a mi habitación y me deja allí.
Mi madre cada día sube muy tarde a casa, yo tengo miedo, ese piso no me gusta y estoy durmiendo en un almacén, por lo menos está limpio, pero hace mucho frío y no tengo televisión para entretenerme, no consigo adaptarme a esta supuesta nueva vida.
Cada vez más veo que mi madre está más distante respecto a mí. No siento cariño por parte de nadie de mi familia. Mi padre se fué de casa para no volver, mi madre hechó a mi hermano, y mi hermana simplemente ha desaparecido, la única persona que muestra interés por mí es Joe, supongo que le doy pena.
Estoy harta de estar en la cama y decido bajar al bar a buscar a mi madre. Llego a la puerta trasera del bar y la abro, está todo a oscuras, la única luz que hay es la de un tocadiscos digital al fondo de la sala, es raro. Como no hay nadie me vuelvo otra vez a la cama y me duermo. 
No sé que horas son, pero oigo un ruido procedente de la habitación de mi madre. Por el ruido que hace creo que le duele algo, así que decido acercarme para saber que le pasa. Mi sorpresa es máxima cuando veo que a mi madre no le duele nada, lo que veo es un hombre que está encima de ella, moviéndose al ritmo de los jadeos de mi madre. Muerta de la verguenza me marcho a mi cama, ni siquiera se han dado cuenta. ¿Quién es ese tio?
Mi enfado aumenta cada vez que aparece en mi cabeza la escena que he presenciado, lucho con todas mis fuerzas por no llorar, pero al final la rabia se apodera de mí y sollozo.
Quiero recordar, que yo tengo 5 años en este momento. No sé encajar las cosas y no logro entender muchas de ellas, pero mi cabeza es una olla a presión donde no paran de cocinarse sentimientos muy contradictorios, que me llevan a un desequilibrio emocional muy grande.
Los gemidos han desaparecido, creo que mi madre me ha oído.
- Quita joder, vete de aquí, que no te vea.-
El hombre misterioso se va y mi madre viene a mi cama.
- ¿Qué te pasa?-
No para de preguntarme, pero yo no contesto, siento que está traicionando a mi padre con lo que ha hecho, aunque ya no esté con nosotras.
Mi madre al ver que no contesto, se tumba conmigo en mi cama, la escena es realmente extraña, cuando se pone a mi lado y me coje, está completamente desnuda y huele raro, eso solo me hace llorar más hasta que quedo completamente dormida.
Ya ha amanecido, como siempre mi madre no está, intuyo que está trabajando en el bar. Ahí está, hablando con un hombre, parcen muy amigables. Me acerco para decirle buenos días a mi madre y a pedirle un vaso de leche. Me planto al lado de la barra donde están ellos, pero no consigo la atención de ninguno a pesar de que me han visto.
- Mamá, mamá... mamá-
Pero no hay respuesta, ni siquiera me mira. Vuelvo a intentarlo.
- Mam...-
Antes de acabar la palabra, recibo un bofetón monumental en toda la cara.
- ¿No ves que estoy hablando?, no vuelvas a interrumpirme.-
Me voy de allí con la mano en la mejilla, realmente me duele mucho, pero má me duele que me haya dado un bofetón delante de toda la gente, he quedado como una maleducada, cuando realmente mi madre no me hace ni caso incluso cuando tengo buenas palabras para ella, debería de agradecerlo, nunca tengo conversaciones para nadie.

No tengas miedo a mirar atrás. [#Wattys2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora