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- ¡Dios santo, qué calor!-
Solo abrir las puertas del jet, el calor sofocante bofetea mi cara. No tengo ni idea de dónde tengo que ir, pero enseguida uno de los hombres que tiene mi hermano Ivan a su servicio me viene a buscar.
- Señorita, vengo de parte de Ivan, yo le acompañaré hasta su domicilio.-
- Está bien, pero si le parece mis hombres nos seguirán, no es por nada, simplemente que viajo siempre con ellos.- digo con rotundidad. A veces los hombres de seguridad privada pueden llegar a ser muy testarudos.
Nos subimos en un coche todoterreno negro, un Range Rover Evoque y nos dirigimos hacia la casa de mi hermano. Pasamos por zonas un poco pobres, pero enseguida cruzamos eso, para encontrarnos de lleno con casas que sabe Dios lo que valdrán, es una maravilla. Nos paramos en una puerta de una finca, desde fuera no veo nada, ya que hay mucha vegetación, una vez entramos veo una mansión modernista y con cierto aire americano, pero todo lo que logro ver es eso, una mansión y bosque, muy soso para tratarse de mi hermano. 
- Señorita ya puede bajarse, hemos llegado.-
En ese momento aparece Ivan, saliendo de una gran puerta y viene directo hacia mí.
- ¡Hola hermanita, como me alegro de verte! ¿Cómo estás?-
- Muy bien, joder Ivan estás estupendo, te vino bien dejar España, te ha cambiado la cara.- le digo riendo.
- Si era algo agotador. Pasa, Janet ha preparado la comida.-
- Seguro que es algo buenisimo.-
- Ni que lo digas, es una gran cocinera. Creo que hoy tenemos pollo y patatas asadas con cebolla.-
- Buenisimo.-
Ivan es un chico sencillo en lo que a comidas se refiere, le gusta la comida casera y no las pijadas de los restaurantes más caros del universo, estamos acostumbrados a la comida de nuestra abuela, en realidad no es la mia, pero me cuidó como tal.
Ivan me hace pasar por la gran puerta y la opinión que tenía sobre la mansión ha cambiado por completo, detrás de esa puerta se esconde el jodido paraíso. Es una casa con techo abierto, que en el caso de que haga mal tiempo tiene un techo de cristal que cruza toda la estructura, es perfecta. También hay muchas plantas, hace que la casa se haga todavía más acojedora y sobretodo, hay muchas habitaciones y salones. Mi hermano suele hace muchas reuniones y conferencias en su casa, así que debe tener a los invitados bien atendidos.
Después de la deliciosa comida que nos ha preparado Janet, un mayordomo me indica dónde está mi habitación. Es muy espaciosa, parece un departamento aparte, estoy bien embobada, pero un golpe en la puerta me hace venir a la realidad.
- Elaine, debo irme.- Es Ivan, está hecho una furia.
- ¿Por qué? Justo acabo de llegar.-
- Si y de veras que lo siento, pero han atracado en una sucursal bancária en la que soy un activo potente y no sé cuánto dinero he perdido.-
Me quedo sin palabras, ¿quién puede entrar a plena luz del día en una sucursal?
- ¿Ha pasado aquí?-
- No...en Estados Unidos.-
- Joder.-
- Debo irme ya, pero tu quédate, disfruta de unos días aquí y que no te falte de nada.- Asiento con la cabeza y mi hermano se despide con un beso en la frente. Me da pena, con todo lo que se esfuerza por las causas humanas...
Al rato de eso, decido dar una vuelta por la enorme casa, a pesar de tener el cielo abierto, tiene muchos pasadizos y puertas. La gracia de todo esto, es que todas las puertas están marcadas con algún nombre y me he dado cuenta que los dormitorios llevan el nombre de un cantante, y a cada estilo de cantante se decora la habitación, es una pasada. Sigo más adelante y veo que hay una biblioteca, abro la puerta y me maravillo, un olor a libro nuevo y a limpieza me invade en el instante. Tiene un billar americano, muchos estantes y un pequeño estudio apartado en un rincón. En el estudio hay un ordenador portátil, un Mac concretamente, decido conectarme con tal de chatear un poco y ver que ha pasado en el mundo, al conectarme veo que está abierto el correo de mi hermano, pero no hecho cuentas a eso, yo voy a lo mío, pero entonces llega algo. Un correo que solo por su adjunto hace que lo abra. Es una grabación del momento en el cual entran a la sucursal, son cuatro chicos enmascarados y vestidos de negro, vuelvo a mirar la grabación y hay algo que me llama mucho la atención, una sudadera, un detalle muy tonto, pero juraría que la he visto antes y no se dónde.
Mierda. 
Ya sé dónde la he visto. Mi mundo entero se desmorona, no puede ser real, analizo el calzado y...también lo he visto antes. Sólo puede ser una persona, David.

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⏰ Última actualización: Dec 02, 2015 ⏰

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