La no adaptación 1.2

8 3 0
                                    

Sigo en este bar, pasando el rato con gente mucho mayor que yo, gente a la que no conozco de nada. Es de noche ya, mi madre tiene para rato, es sábado y tengo que contar que no volveré a verla hasta la tarde siguiente, como mínimo.
- Elaine, sube arriba y acuéstate.-
- Mamá, yo tengo hambre, quiero cenar.-
- Ahora no puedo darte nada, estoy hasta arriba de faena, ya te subiré algo.-
Finalmente me voy a mi habitación. Todo es tan aburrido, no encuentro una sola distracción en esta casa, es fustrante. Siento mi estomago rugir, tengo mucha hambre y tengo que comer algo. Inspecciono el piso, en busca de algo para poder comer, en ese momento me doy cuenta de que no disponemos ni de una cocina, que es equivalente a que no hay el típico armario lleno de bollería industrial y bolsas de patatas. Pero espera, encima de una estanteria del recibidor veo una caja, es verde y blanca y pone algo. Bayer. No tengo ni idea de lo que es, pero lo abro. Es una caja de pastillas de color rosa, pensando que son caramelos decido comerme una. La mastico y está realmente buena, sabe a fresa ácida. Sin pensarmelo dos veces me como otra, y así hasta acabarme uno de esos aluminios donde van las pastillas. Tengo la sensación de que me entra sueño, no sé que hora es, pero decido ponerme a dormir.
Horas más tarde me despierto, no sé dónde estoy. Miro a mi alrededor y estoy tumbada en una cama, con sabanas y almohadas, pero no es la de mi madre. No entiendo nada. Sigo mirando y veo un televisor, con muebles y un armario, cuando de la nada aparece Joe por la puerta de la habitación.
Le miro horrorizada, quiero ir con mi madre.
- Eh Elaine, estás despierta, ¿cómo te encuentras?-
Parece preocupado, no parava de tocarme la frente.
- Eh...bien. ¿por qué estoy aqui, es tu casa?-
- Si es mi casa, vivo encima de la vuestra. Estás aquí porque has comido unos caramelos para adultos y no te han sentado bien, no vuelvas a hacerlo, ¿entiendes?-
- Si...yo...esque...tenía hambre.-
- ¿No has cenado?-
- No, le pedí a mi madre que me diera algo de comer pero no podía.-
- Vale, espera aquí sentada, ahora vuelvo.-
La casa de Joe está bien, y su cama todavía más. Así que comí pastillas de adultos, todavía es una suerte que esté aquí escribiendo esto.
Joe aparece, esta vez con un croissant y un batido de chocolate. Tiene una pinta estupenda y obviamente no tardo en hacer desaparecer esa delicia.
- Muy bien Elaine. Ahora deberías seguir durmiendo, es tarde y a tu madre aún le queda trabajo.-
Sin decir nada me vuelvo a tumbar en la cama, pero ahora Joe me ha dejado la tele encendida, están retransmitiendo un partido de futbol, pero es tan aburrido que enseguida cojo el sueño de nuevo.
El transcurso del curso en el colegio va bien, no soy una estrella en las matemáticas, pero se puede decir que después de todo lo voy sobrellevando, pero no me entusiasma el estudio precisamente.
Son los últimos días de colegio, corren rumores de que van a pintar el gimnasio, lo que hace despertar mi curiosidad y dirigirme hacia el sitio.
El vuelco que me ha dado el corazón de la alegria ha sido espectacular, no puedo creer lo que estoy viendo, a mi padre.
- ¡Papá!-
El está tan sorprendido como yo, pero a pesar de estarlo me da un abrazo muy grande.
- ¿Cómo estás?-
- Bien, ¿por qué no vienes nunca a casa? Tengo ganas de verte.-
- Es una larga historia Elaine, verás, sabes la amiga que vino al parque con nosotros el ultimo dia, ¿verdad?-
Asiento con la cabeza.
- Pues ahora somos más amigos y pasamos mucho rato juntos.-
- ¿Es tu novia?-
- Si más o menos.-
- Entonces, ¿por eso mamá tiene novio?-
- ¿Mamá tiene novio?-
- Creo que si, siempre está con un hombre en el bar.-
Mi padre quiere urgentemente cambiar de tema, a pesar de lo mal que actuó aquel dia en casa, parece enfadado por lo que le acabo de contar sobre mi madre.
- ¿Quieres ver una zona del colegio que ningún niño ha visto jamás?-
- Vale.-
Mi padre coje todo su material y subimos hasta el último piso por las escaleras. Es verdad que nunca nos dejan subir hasta allí arriba, no sé porqué.
Nos metemos en una sala muy oscura, en la que da miedo estar, esta sucia, muy sucia. Hay material de las aulas viejo, cosas tipo, sillas, mesas, pizarras...
- No debes contarle a nadie que has estado aquí.-
Yo me marcho muy contenta por saber cosas que los demás no saben, cuando voy a decirle algo a mi padre, veo que no me ha estado siguiendo hasta el patio, se ha ido, otra vez.
Esta sensación de vacío ha regresado de nuevo. Para mí, mi padre significa mucho, siempre ha sido el bueno de la pelicula conmigo, es el que juega, el que está por mí, el que me da mimos...pero todo eso se evapora cada vez que desaparece sin decirme nada, estos hechos cuando son repetitivos, me hacen entender que quizás no soy lo suficientemente importante para él, como él lo es para mi, pero pensar en eso me hace entristecer mucho, me siento inferior a cualquier niño de este colegio o del mundo.
Merodeo por el patio, me apetece estar sola, es mi defensa a la tristeza, pero unos gritos interrumpen mis pensamientos.
- ¡Elaine!-
Me acerco, es David.
- Que quieres.
- Hay una mujer en la calle que quiere decirte algo.-
Vamos corriendo hacia donde está la mujer. Sé quién es al instante, aunque está muy cambiada, es la novia de mi padre.
- Hola Elaine, vengo de parte de tu padre, quiere comprarte un regalo y se pregunta qué te gustaría.- 
Yo, una niña dejándome llevar por mis sentimientos hacia mi padre, caigo en la trampa de la dominación mental en los niños, los regalos a cambio de tu falta de memoria. 
- Me gustaría para mi cumpleaños que me compre la Game Boy.-
- Esa es una buena elección, se lo diré.-
Suena la sirena para volver a clase.
- Me tengo que ir.-
- Si claro, dice tu padre que te quiere mucho.-
Me la quedo mirando, hay algo en esa mirada que no me gusta, no me fio de ella y decido no hacer caso a lo último que ha dicho, si mi padre me quiere, que lo demuestre.

No tengas miedo a mirar atrás. [#Wattys2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora