La Historia

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Pase mis dedos por mi cabello, tirándolo hacia atrás pero instantáneamente los mechones volvieron a mi cara. Estaba nerviosa, no todos los días iba a tocar el timbre en la casa de un vampiro.

Abel abrió la puerta y se sorprendió de verme allí.

—¡Elena! ¡Qué sorpresa! ¿Qué haces por aquí? — Saludo.

—Buscaba a Zayn, ¿Él está? — Claro que estaba, el mismo me había citado ese día.

—Sí, está en su habitación, pasa—. Me animo a entrar.

Note que se sorprendió aún más al enterarse de que buscaba a su hijo aunque no era para menos, él y yo nos odiábamos y éramos de razas opuestas y yo llegaba a su casa buscándolo con toda naturalidad como amigos del colegio.

—Permiso—. Dije al ingresar a su hogar.

—Él está arriba en su habitación ¿quieres subir? 

—Claro—.

—Ve por la izquierda, es la segunda puerta—.

—Gracias Abel, por cierto mi madre dijo que le encantaría que fueras a merendar con ella esta tarde—. La mujer me mostró una sonrisa.

—Allí estaré—.

Subí las escaleras y me pare frente a la puerta que Abel me había indicado, antes de que la tocara la puerta se abrió.

—Pasa—. Ordeno la fría voz de Zayn desde dentro.

Le hice caso y entre.

Su cuarto era pequeño y oscuro, apenas alumbrado por la única ventana que había allí (la que daba justamente a la mía) y una lámpara en el techo que no había sido prendida. No había cama, solo un sillón grande de cuero, un gigantesco mueble con una televisión en el medio y muchos libros en los estantes, y si bien el piano que yacía al lado del sillón llamaba mi atención, me concentre más en el asiento que me daba la espalda y estaba frente a la ventana. Como si hubiese sacado la primera fila para verme a través de los cristales.

—Siéntate—. Volvió a demandar el señalándome el sillón.

Sin pronunciar nada, le volví a hacer caso.

Acomodo la silla que utilizaba para espiarme frente a mí y se sentó en ella.

—No hables, solo escucha—. Asentí con la cabeza para que comenzara su relato.

—Los vampiros somos criaturas legendarias, hemos sido creados al mismo tiempo que los humanos, al principio éramos la misma cantidad de humanos y de vampiros pero eso cambio cuando Grady Jay, el líder de los nuestros, se convenció de que la raza humana era algo abominable y necesitaba desterrarse de la tierra, armo un pequeño ejército para exterminarlos. Pero algo le salió mal, en vez de matarlos, al morderlos se convertían en individuos de nuestra especie, eso le dio una grata sorpresa a Grady, que con su ejército siguió atacando humanos. Algunos de ellos huyeron lejos, pero otros fueron capturados. Tras usar nuestros "Colmillos de Vampiro" la gente creyó que nos alimentábamos de sangre, pero en realidad solo lo hacemos para matar, lo vampiros también comemos normalmente como los humanos, en realidad nos comportamos igual que los humanos, las diferencias es que nosotros somos inmortales, poseemos poderes sobrenaturales y nuestra capacidad para sentir otra cosa que no sea odio es casi nula, pero sí de costumbres hablamos somos iguales, hasta sentimos la necesidad de...—

 Hizo un ademán con su buscando la palabra correcta. 

— Tener relaciones carnales con mujeres. Y eso es lo que Grady hizo con muchas humanas antes de convertirlas. Pero hubo un caso especial... Sandy Setter era una joven humana que tras ser abusada sexualmente por parte de Jay, quedo embarazada y dio a luz a una pequeña niña que nació mitad humana y mitad vampiro. La llamo Elena Setter y, tras crecer y enterarse del terrible destino de su madre juro vengarse de los vampiros, así que ella y otros mestizos que nacieron bajo la misma circunstancia crearon a los caza-vampiros. Eran tan fuertes debido a su extraña sangre que exterminaron a la mayoría de nosotros. Sus descendientes, a pesar de nacer humanos, siguen teniendo algo que los hace fuerte frente a nosotros. Los de nuestra especie también pueden tener hijos, y mi padre era el lejano descendiente vampiro de Grady Jay, mientras tu padre era el lejano descendiente humano de Grady, un caza-vampiros. Por lo tanto mi padre quiso matarlo antes de que él lo hiciera con él, así que una noche se decidió a hacerlo, me llevo a mí con él porque solo matamos en clan. Me dejo esperando afuera mientras él se encargaba de tu padre y en medio de la pelea se hoyo un llanto, un llanto de bebe. Para ganar tiempo mi padre le rompió las piernas al tuyo así no lo seguía mientras iba a hablar conmigo. Se acercó a mí y me ordeno que fuera por ti a matarte, ya que eras la próxima descendiente... y eso hice. Subí a tu habitación y te encontré en tu cuna, te tome entre mis brazos.—

Me miro directamente a los ojos y yo lo hice también, sentí un mar de sensaciones inundándome que él estaba transmitiéndome.

 —Yo te tome entre mis brazos Elena, y eras... tan pequeña.-

Desvió su mirada y tenso su rostro. 

—En ese momento, y por fortuna, tu padre mato el mío. Por más que yo odiara a mi padre, debía matarte porque era mi deber, pero en cuanto te mire... me sonreíste ¡Por eso te odio! ¿Cómo fuiste capaz de sonreírle a alguien tan horrible como yo?

Volvió a mirarme.

 —¿Por qué me sonríes?


Mi Vecino Es Un VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora