Contigo

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Separo sus labios de los míos en forma lenta y tierna y sonrió picaramente sobre ellos.

-¿Nos vemos mas tarde? - Pregunto volviendo a besarme.

-Ajam-. Respondí cortadamente siguiéndole el beso. Apoye mi espalda contra la puerta de mi suite para no tener que cargar con mi peso. El apoyo sus brazos a mis costados sin separarse ni medio segundo de nuestro beso. Nuestro beso. Sonaba tan bien.

¡Y se sentía aun mejor!

Zayn y yo habíamos estado así desde aquel día en el castillo Windsor, que si bien no resolvimos nada, ganamos todo...

Habían pasado tres días y nos la pasamos escondiéndonos de nuestras respectivas madres para besuquearnos en donde sea. No pensamos en ningún momento en las consecuencias que esto podría traer, ni mucho menos. Una vez nos escondimos bajo un árbol en el jardín sin percatarnos de que mi hermanito estaba trepado en este.

 -¿Qué hacen? - Interrogo su vocecita. Ambos lo miramos y el nos observaba serio, con una ceja enarcada. Tuvimos que comprarle un balón de fútbol y un helado de limón para que no dijera nada.

 -¿ Zayn? - Se escucho una voz proveniente de la punta del pasillo. Ambos nos separamos rápidamente. 

-Aquí estoy, mamá. Contesto el.

 -Oh.- Sonrió Abel al acercarse.

 -Que bueno que los encuentro a los dos, quiero que me digan que sucedió en Windsor ¡no han hablado del tema desde que llegaron! Y es que teníamos los labios muy ocupados en otra cosa... 

-Nada, no nos puede ayudar. Elena tiene que irse-. Anuncio Zayn con cierto tono de amargura y borrando la sonrisa que hacia rato adornaba su cara. Abel mostró preocupación en su rostro y me miro. 

-Lo siento Elena, me hubiese encantado que te hubieras quedado. 

-A mi también-. Respondí. 

Bajamos los tres por al ascensor hacia el comedor. Nos acercamos a la mesa donde se encontraba mi madre y David. 

-Disculpen, voy a hablar con Zayn un segundo-. Se disculpo Abel y se llevo a su hijo hacia otra parte. Me senté en la silla y di los buenos días a mi familia.

 -¡Estoy tan emocionada! -Seguía sorprendiéndose mi madre.

 -Si sigues así, el viaje terminara y no habrás disfrutado nada.

Me burle. 

-Yo tampoco lo estoy disfrutando.- Se quejo David. 

-¡Este país es muy aburrido! ¡No venden explosivos por ninguna parte! 

-¡Oh, David!- Lo regaño mi madre.

 -¿Y tu en que andas? Se refirió a mí. 

-¿En que ando de que? -Ni siquiera note que existías estos días. 

-Estuve ocupada-. Me excuse.

 -Ocupada con Zayn...- Agrego mi hermano y lo fulmine con la mirada. 

-Si, es verdad, tu y Zayn están raros. Continúo mi madre.

 -¡Hay mamá! Yo siempre fui rara, y Zayn... aun más-. Sonreí. 

-Pero aun así te gusta-. Se burlo David.

 -¡Cállate!- Ordene. 

-¡David no molestes a tu hermana! - Lo volvió a regañar mi madre.

-¡Pero mamá! ¡Es verdad! El otro día estaban besándose en el parque... Agradecí en ese momento que el café que sirven antes del desayuno estuviera ahí-. Comencé a tomarlo de manera apresurada mientras, después de las últimas palabras de David, mi madre me miraba. 

-¿Tu y Zayn... ?- Inquirió mi madre con una sonrisa burlona.

 -¡No!- Exclame.

-¡Si!- Dijo mi hermanito al mismo tiempo.

 -Yo los vi intercambiando saliva-. Mi madre se puso en una postura para retar a David por lo grotesco que había sido su comentario, pero se volvió a incorporar en el asiento y me miro.

 -Me da gusto por ustedes dos hija.

-¡Pero si no pasa nada!- Me defendí. Y era verdad... - no pasaba nada, solo eran unos besos. Al menos así era para mí.

-¿Con que no pasa nada?- Inquirió Zayn llegando con Abel y sentándose junto a mí.

-Con nada-. Respondí rápidamente y mire la taza vacía de café.

 -¿No pasa nada con nada?- Cuestiono Zayn.

 -Exacto-. Conteste.

El me miro confundido unos instantes pero luego volvió a mirar su desayuno.

-¿Había ocurrido algo? -Pregunto mi madre a Abel debido a su desaparición momentánea.

-No, solo debía hablar de algo con Zayn-. Respondió esta sonriendo.

El desayuno transcurrió normal. Zayn me dirigía miraditas rápidas de vez en cuando, yo trataba de ignorarlo, no quería que mi madre creyera que había algo entre nosotros, porque no era así. No quería que fuera así, tener que irme sabiendo que tengo algo con el...

-Permiso-. Dije al levantarme de la mesa.

-Permiso-. Escuche decir a Zayn inmediatamente después de mí.

Camine fuera del hotel y él me siguió.

-¿Te pasa algo? -Pregunto.

 Me gire para verlo.

-No, nada. Solo me preguntaba... me preguntaba si esta todo claro entre nosotros.

Mi Vecino Es Un VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora