Te he visto en el café al que nunca solíamos ir,
al parecer invades los lugares y personas que te recuerdan los días en los que estábamos juntos. Es eso bueno? Será que aún sientes algo por mí y los recuerdos pasean en tu mente? o quizá desde aquel domingo por la tarde decidiste empezar una nueva vida sin mí?
Desde el día en que dejaste aquella carta en mi libro favorito justo en la pagina 118 que sabías que encontraría. Mi café no es el mismo y ahora hay un vacío en el lado izquierdo de la cama, y es que me aferré tanto a tu presencia y no supe que un día te marcharías y tendría que vivir sin ti.
Por las mañanas aún recuerdo tu sonrisa al despertar. ¿Porqué te marchaste?
Han pasado 50 días y mi corazón aún se aferra a ti como si fueras el elixir de vida.
Tu esquivas todo lo que tiene que ver con nuestro pasado mientras que yo aún guardo tus fotografías, porque sé que desasearme de ellas sería un intento fallido de olvidarte, al verlas recuerdo cuando contábamos las estrellas y yo me detenía en el número de lunares de tu espalda y también cuando decíamos ser amantes de la locura, pero al final del día solo yo perdí la cordura (por ti) cariño.
Tal vez no conozca sobre tu familia o amigos, tal vez parezcamos unos desconocidos pero déjame decirte que eres el desconocido que más conozco.
descubrí cosas en ti que ni tú sabías,
me concentré en la forma de cómo movías tus ojos al estar nervioso y en cómo acomodabas tu almohada para poder dormir.
conozco cada uno de tus miedos y pesadillas... Nunca imagine conocer a alguien tanto como a ti.
