Aún no estás aquí y una vez más sobre el tejado ya se escucha el ameno sonido de la lluvia que alimenta el mar de lava de mi naufragio.
Aún no estás aquí y un escrito más que no leerás. Y seguirán, porque entre verso y métrica te llevo hasta la raíz. Seguirán aquí para ti y el efímero y pequeño instante indulgente, en donde besaste con suavidad y dulzura mis mejillas.
Aún no estás aquí y duele....... Debe doler. Cuanto más?
Pero seguirán... Infinitos, espléndidos y en soledad como el querube que cuelga bajo la luna
Y continuaré escribiendo las palabras más bonitas que nadie pueda imaginar. Que los versos bien unidos que se tejen desde mi alma te besaran y guardaran con la belleza del querubín.