Capítulo 3

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—Está bien... Pero dime ¿dónde carajos estuviste?

—Bueno yo... Esto... Pues dormí con Ian— dije nerviosa.

—¿Que tú qué?

—Que dormí con Ian.

—¡PERDISTE LA VIRGINIDAD! ¡OH POR DIOS! ¿TE GUSTÓ? ¿USARON CONDÓN? DIME QUE USARON...

Le cubro la boca con una media para que no siga gritando y contándoles a mis vecinos de la perdida de la virginidad que aún conservo, me río y niego con la cabeza.

—Ya que por fin logre callarte te diré que no perdí mi virginidad y solo dormimos... le quito la media cuidadosamente, esperando que no grite más.

—¿Y cómo resultaron durmiendo juntos? — pregunta más calmada.

Le conté todo a mi mejor amiga, ella me abrazaba y me decía que lo sentía... Suspire y le seguí contando le dije que no me habían alcanzado a violar, porque Ian lo evito y también le conté que cocinamos juntos y que él hizo un desastre en la cocina.

—Definitivamente, recuérdame nunca dejar que Ian se acerque a nuestra cocina. - dice ella y yo me río.

Después de hablar nos alistamos porque teníamos planeado ir con Juan, Camila, Kate, Jay, Trent, Matt y Made a la playa. Empacamos todo lo que necesitábamos y escuchamos el pito del carro de la mamá de Juan y salimos, saludamos a todos y nos fuimos.

—Quita tu puta mano de mi pierna— voy al lado de Matt y el muy imbécil está con su mano en mi pierna.

—No puedo. Te recuerdo que vamos apretados.

No puedo esperar a llegar, no puedo ni respirar este carro huele a adolescentes sudorosos y a pecueca con ...

—Esperen un momento eso huele a... que asco. Huele a Cebolla— digo con cara de asco y vemos como Jay se remueve incómodo.

—¿Eres tú? — le pregunta Made tapándose la nariz todos lo miramos.

—No, es mi amiga Mora— dice y saca de su bolsillo... ¿Una cebolla? Y tiene cabello, ojos de muñeco y paticas de pasta. Este chico tiene un severo trauma, cada vez estoy más segura de que está mal de la cabeza.

—Vota esa mierda del carro de mi mamá— dice Juan.

—¿QUÉ? ¿ESTÁS LOCO? ¿ACASO NO TIENES CORAZÓN? — pregunta Jay tocándose el pecho dramáticamente y todos rodamos los ojos.

—Vota eso ya Jay— esta vez hablo yo.

—Nooooo. Yo amo a Mora— dice haciendo un puchero.

—No hagas pucheros— digo.

—Eres un manipulador— dice Juan cruzándose de brazos y Jay se ríe.

Durante el camino seguimos peleando con Jay, porque nos acercaba mucho a Mora y olía espantoso. Pero gracias a Dios que después de dos largas horas llegamos, fui la primera en bajarme y abracé a una palma.

—Gracias a Dios llegamos. Fue el peor viaje de mi vida. Te amo palma, no me dejes devolverme con ese chico— señalo a Jay —y con su Mora— digo mirando a la cebolla.

—Madi— dice Jay entrecerrando los ojos —no seas tan dramática.

—Pero que mierda— digo soltándome de Louis... Así es chicos le puse nombre a la hermosa palma —¿Me dices dramática a mí? Tú no sabes que es pasar dos horas al lado de un chico loco— lo señalo de nuevo y él se hace el indignado —y su mascota, compañera, comida... Oh vamos, lo que sea esa cosa para ti.

Antes de amarnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora