Capítulo 11

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Narrando Ian

Después de sacar a Madi de ahí, la lleve a mi casa. No es lo que creen, solo quiero cuidarla... además no creo que sea buena idea de llevarla a la de ella sé que es cerca, pero... sé que la mejor amiga de Madi la regañaría, ya que esa parece la mamá y si la viera en estas condiciones la mata y de paso me mata a mí. Así que decidí que esta noche o bueno lo que queda de ella se quedara conmigo.

Narrando Madi

Desperté como toda una pinche princesa... Mierda creo que mejor me levanto, intente levantarme, pero algo me lo impedía me gire para ver que era y era el brazo de mi vecino y el fuerte dolor de cabeza que tengo... esperen un momento es el brazo de MI VECINO. Maldita sea y estoy en ropa interior... será que anoche pasó algo, bueno ya saben cuándo: un pajarito busca a una pajarita, cuando mamá y papá están solos, cuando un perro busca a una perra... bueno ustedes ya entienden. Si, así es amigos míos me refiero a tener SEXO... no puedo imaginarme yo, el teniendo sexo.

Me quede quieta porque el dolor de cabeza que no me dejaba moverme, me quede viendo a Ian por un momento... bueno quizás no solo un momento, quizás fue más de un solo momentico. No me culpen el maldito está bien bueno.

—¿Disfrutando de la vista? — dice Ian con voz ronca y restregándose sus ojos.

Me sonroje ya que él me había pillado viéndolo.

—¿Perdón? — digo haciéndome la desentendida.

—Perdonada, muñeca— dice y me guiña un ojo y yo le respondo rodando los ojos.

—Idiota— digo bajito y él me mira y niega divertido.

—Tu nunca cambias Black— dice y yo lo fulmino con la mirada, pero un fuerte dolor de cabeza hace que deje de fulminar y haga una mueca de dolor y que ponga mis dos manos en la cabeza.

—¡Auch! miércoles. No volveré a emborracharme— digo en un gemido de dolor, Ian me mira divertido y se levanta y sale de la habitación.

Que insensible es me dejó aquí con el dolor de cabeza y se fue, y ni siquiera me dijo porque estoy aquí y con solo mi ropa interior. Estoy segura de que ese maldito me violo.

No pude seguir con mis malos pensamientos sobre él, porque él entró con un vaso de agua y medicina para el guayabo.

—Ten— dice pasándome el medicamento y el agua —tómatela y dentro de poco te sentirás mejor— dice y yo asiento y le sonrió en forma de agradecimiento.

—Gracias, pero ahora tengo una pregunta— digo y él me mira y yo me sonrojo con solo pensar en lo que le voy a preguntar. —¿Cómo es que estoy en ropa interior?, ¿Anoche... lo hicimos? — digo avergonzada y él se ríe, solo lo miro mal —No te rías, idiota— digo aventándole una almohada.

—¡Auch! Madi deja de agredirme y no hicimos nada. Te emborrachaste no te lleve a tu casa porque sé que a tu mamá no le hubiera gustado verte así y pues te quite la ropa, porque estaba sucia— dice y veo que mi ropa no está en el cuarto.

—Y... ¿en dónde está? — pregunto.

—Esto... bueno yo me tomé el atrevimiento de votarla y comprarte algo nuevo— dijo y me sorprendí.

—Es... esto...yo la verdad no me esperes eso de ti y no sé porqué lo haces, pero ... gracias— digo y él me sonríe.

Esa sonrisa es tan hermosa... es tan única y es una de esas sonrisas tiernas que hace que la sangre me hierva y suba a mis mejillas. Trato de esconder el rubor de mis mejillas con mi cabello, pero no lo logre.

—Te ves hermosa cuando te sonrojas— dice él, tomando el mechón con el que intentaba tapar mis mejillas y lo puso detrás de mi oreja.

Él se iba acercando cada vez más a mí, nuestras respiraciones se mezclaban y su aliento mentolado cada vez se sentía más... tenía tantas ganas de besar a eso hermosos labios, pero el recuerdo del dolor y la decepción que el me hizo.

—Aléjate— dije y lo empujé, pero parece como si una fruta pluma lo hubiera tocado.

¡TE LO DIJE, ¡TE DIJE, VE AL GYM... PERO NOOOO, LA SEÑORITA PREFIERE COMER!

Mierda Penélope eres tú.

¿SÍ? NO ME DIGAS... ¿QUIÉN MÁS PODRÍA SER?

Mmmmm no se wey.

MIERDA, TIENES QUE DEJAR DE VER ESE CANAL MEXICANO.

No, eso sí que nunca...

Iba a seguir la charla conmigo misma, pero unas manos que se movían al frente de mis ojos me interrumpieron y me hicieron volver a la Tierra.

—Madi, ¿estás bien? — pregunta Ian.

—Si, ahora respóndeme... ¿Por qué lo hiciste?, ¿acaso no te bastó, mi cariño?, ¿nunca me quisiste?, ¿todo fue una farsa?... — iba a seguir pero él puso su dedo índice sobre mis labios.

—Madi... son muchas preguntas y te las voy a responder, ¿está bien? — asiento y el continua —Lo hice para protegerte, si me basto y me encantaba tu cariño... fue lo más sincero que sentí y que tuve con alguien, no te quise... Te quiero, Te amo y no fue una farsa— dice y yo me quede quieta.

Cada palabra que decía era viéndome directamente los ojos, pude ver que todo lo que me decía era verdad una sonrisa se posó en mis labios y mis ojos se humedecieron, si iba a llorar. pero de felicidad. A él lo amo con todas las fuerzas de mi corazón... Pero algo no encaja aquí, ¿Cómo así que para protegerme?, ¿de qué me quería proteger?

—No sé si creerte, me hiciste sufrir... pero tengo otra pregunta y es; ¿de qué me querías proteger? - digo y noto cómo él se rasca la nuca, sinónimo de que está nervioso.

—Bue...no es que... esto verás... Vanessa. Tiene una especie de obsesión hacia mí y si tú y yo estábamos juntos, ella te dejaría en ridículo y te haría la vida imposible. Por eso paso eso... para alejarte de mí, no quería que por mi culpa tu salieras lastimada. Aunque por lo visto no lo hice bien... te lastime y no fue mi intención— para y me coge la mano y me mira a los ojos, tengo los ojos llorosos y con mi otra mano me tapó la boca —Madi yo a ti te amo y siempre te eh amado, perdóname amor mío.

¿Será que lo perdono?, ¿lo odio o lo amo?... No sé, solo sé que mi corazón se acelera cuando él está cerca y saber todo lo que me acaba de contar... me hace sentir feliz, pero también triste.

Antes de amarnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora