Traición[Nalu]

Capítulo 8

Narra Natsu.

Me quedé un rato más en su casa, estábamos acostados en su enorme cama hablando trivialidades y recordando cosas del pasado.

—Recuerdo que siempre jugábamos en mi jardín, hacíamos retos y cada vez que perdía me hacías comer tierra—dije divertido al recordarlo.

—¿En serio yo hacia eso?—pregunto sorprendida.

—Si.

—Lo siento—se disculpó y luego hecho una risita—ya, estoy comenzando a recordar cosas, no sólo era comer tierra ni retos de mal gusto, sino, también cosas alegres, compartimos muchas cosas juntos en ese jardín.

—La verdad es que yo tampoco me acordaba de todo esto hasta que vi tu jardín y a tu madre—me voltee a mirarla— tengo que confesar algo vergonzoso.

—Dilo, soy toda oidos—se volteó a verme también, tomé un poco de aire.

—Lissana no fue mi primer amor.

—¿De verdad?—al parecer estaba sorprendida.

—Fuiste tu—se sorprendió aún más al escucharme—claro que fue un enamoramiento infantil ya que estábamos pequeños—volvi a mirar el techo.

—Tu también fuiste mi primer amor—mis ojos de abrieron aún más, me volví a ella rápidamente.

—¿Eh?

—No sabes cuánto me dolió cuando no regresaste—miro hacia abajo, mi cuerpo comenzaba a sentir cosas extrañas—Fuiste mi primer amigo y el primero que me hizo sentir algo aunque fuéramos infantes, Yo...—no deje que terminará y la besé, ella correspondió rápidamente el beso, se fue formando más apasionado, mis manos bajaron de sus mejillas a su cintura, entonces rápidamente se puso encima de mí, sentía que esto llegaría a otro extremo, y ¡Por Dios estábamos en su casa!

—Lucy, tu madre—dije entre besos.

—Me mando un mensaje, se fue con papá—Seguía basándome, mis manos recorrian su cuerpo de arriba abajo, ella se separó un poco de mi y se quito la blusa dejando expuestos sus perfectos y bien formados pechos, le di la vuelta y ahora yo estaba encima de ella, comencé a besar su cuello y seguí bajando hacia sus pechos, después a su vientre hasta que vi si short, lo desabroche y se lo bajé, ella terminó de quitárselo con las piernas, acerque de nuevo mi rostro al suyo.

—Ahora veo porque sentía está ardiente atracción hacia ti—sus ojos chocaron con los míos, una oleada de deceo lleno esas puras orbes color chocolate.

—Ya somos dos—le sonreí y de un tirón le quite el sostén, sus pechos se movieron un poco por mi brusco movimiento y por lo que veo a ella le gusto, me sorprendí al verlos, eran tan perfectos como lo había imaginado, comencé a masajearlos con ambas manos, aportarlos un poco fuerte, hasta que me lleve uno a la boca, comencé a lamer y morder su pezón mientras la otra mano masajeaba el otro, Lucy comenzó a suspirar de placer.

Lleve mi mano hacia abajo y la meti por debajo de sus bragas, apreté con mis dedos su parte íntima y ella dio un gemido, comencé a frotar su parte y sus gemidos de escucharon un poco más fuertes, para prepararla un poco metí uno de mis dedos en su cavidad provocando un grito en ella, Lucy arqueo un poco su espalda.

—Natsu...—dijo con su voz débil del placer que estaba sintiendo, yo seguía con mi trabajo ahí abajo.

—Dime lo que quieres...Luce—ella me miro sonrojada pero se negó, entonces aumente un poco el rito me mis dedos provocando un grito aún más fuerte.

—Natsu...—suplico de nuevo.

—Si lo dices te daré lo que quieres—dije con voz intensa, volvió a mirarme pero ahora sus ojos estaban apoderados por un deseo salvaje.