Septiembre 23.
A la ida de Inés en la mañana, ordeno un poco por acá,por allá y me acuesto con Daisy un rato. Me ronronea suavemente en el oído y en eso siento pasos en la escalera. La Sra Margaret ya ha salido a hacer las compras asi que sé quién está bajando.
Dios, corro hacia la ventana justo para ver salir a ese hombre.
Lo he intentado observar ,pero no se muestra. Se acerca a la cerca de la calle y siento que mi vientre se apreta. El cabello desordenado se mueve con el viento del mediodía. Es tan... no sé, ni siquiera sé como explicarlo.
No he podido concentrarme en tocar bien, menos en mis estudios. Sólo en mi cabeza existe la necesidad de saber quién es ese hombre y qué esconde. Porque según las películas los vecinos siempre esconden algo, sobre todo si aparecen como un fantasma y tienen sus treinta años y viven solos.
Desearía toparlo en la escalera, o que bajara a cenar algún día. ¿Por qué me pongo tan nerviosa frente a su imagen si ni debe saber quién soy?.
Ojalá poder tener la valentía de tocar su puerta.
Me está matando. El cabello al viento que miro escondida desde la ventana avanzar por la vereda. Me esta matando.
(Auch.Daisy me rasguña.Creo que la he apretado mucho.)
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El Paraíso de Las Vírgenes.
Romance≪ -Dime que me miras- muevo mi dedo anular por el bordillo de la cortina, sosteniéndolo- o por lo menos, mírame. ≫ Todas diferentes salvo por un detalle: son jóvenes, inocentes e inexpertas. Y comienzan a darse cuenta de su alrededor cuando la calid...