Alycia nadaba. Alycia nadaba profundo, con la cabeza enterrada en los susurros. Se paseaba entre los jardines, ululando el aire con su cabello rojizo.
Y despertaba, con un peso en el pecho - y en el corazón-. Tenia veinte años pero era menuda, frágil como una muñeca maltratada. Escondía sus quinientas mil pecas bajo sus ropajes. Pero cuando vió entrar a la cafetería, con paso firme y seco sobre las barridas baldosas del local, a una mujer de raza asiática, cabello negro petróleo, en un moño con flores rojas. Unos ojos delineados en perfección y cuerpo liviano con una gacela, Alycia sintió despertar. Tenia veinte años y nunca nada la habia sobresaltado tanto como era ver a esa imponente mujer cruzar suavemente la pierna al sentarse.
Y la manera en que esta se refirió a ella como "Lola" al tomarle el pedido.
(Un café sin azúcar, una tarta de miel y la curiosidad de una virgen).
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El Paraíso de Las Vírgenes.
Romance≪ -Dime que me miras- muevo mi dedo anular por el bordillo de la cortina, sosteniéndolo- o por lo menos, mírame. ≫ Todas diferentes salvo por un detalle: son jóvenes, inocentes e inexpertas. Y comienzan a darse cuenta de su alrededor cuando la calid...