I Love a... Vampire! (Book #2)

Capítulo #4 "Imposible Escapar de Ti"

Capítulo #4 "Imposible Escapar de Ti"

-Lander, por favor reacciona–ruego en un susurro–.

La desesperación se mezcla con la angustia en mi interior y cálidas lagrimas humedecen mis mejillas. A pesar de saber que la luz solar es uno de sus talones de Aquilés, arriesgo su vida y no comprendo la razón del porqué lo hizo. ¿Por qué salvaste a una simple e inútil humana, Lander?

Su respiración se debilita y percibo un leve olor a carne chamuscada con un sutil atisbo de humo que desprende de su cuerpo. Lo retiro un poco de mi pecho y observo con horror como la antes intacta piel de su rostro ahora se ve dibujada por horribles quemaduras. Sombras delineadas rodean sus ojos y mi corazón se detiene al encontrarme con unos iris rojo rubí.

-¡Señor Blumer!–exclama Jacob, aproximándose con apuro–.

Un inmenso alivio me inunda cuando veo llegar al joven chófer, su cabello suelto hondea en el viento al correr hacia nosotros y la mirada preocupada me dice cuanto lo aprecia, a pesar de ser lo que es.

-Jacob ya está aquí, Lander. Así que por favor resiste–susurro con miedo quemándome el pecho–.

-Señorita, cúbralo con mi chaqueta. Iré enseguida por el auto–musita entregándome la prenda y marchándose con rapidez–.

Los próximos minutos transcurren con lentitud. Un "Mercedes Benz" blanco se estaciona junto a nosotros y Jacob abre la puerta trasera con estupor. Retira a Lander de mi cuerpo, cargándolo a rastras hasta el lujoso coche y colocándolo con sumo cuidado en el asiento. Hago amago de entrar junto a él, pero el frío tacto de su mano sobre mi brazo me detiene.

-No–murmura–.

-Necesita sangre, yo...

-Desaparezca, usted ya no es mi secretaria–ordena con dura dificultad–. Vamos, Jacob.

Cierto... Yo no formo ya parte de su vida. Jacob cierra la puerta y sube al asiento conductor dando un portazo.

-¡Cara!–exclama Liam en la entrada del hotel–. Pensé que te habías mar...

Se detiene sorprendido al sentir como lo rodeo con mis brazos en un abrazo.

-¿Qué sucede, Cara?

-Su hermano...–es lo único que alcanzo decir, porque un pensamiento me detiene–.

A él no le gustaría que su hermano lo supiera; aún cuando son familia, Lander es tan malditamente orgulloso que odia demostrar debilidad ante cualquiera.

Se veía tan mal. Sollozo y escondo mi rostro en su hombro enfundado por el caro traje, arrepintiéndome de inmediato.

-Lo siento, estoy empapando su chaqueta–musito unos segundos después, alejándome unos centímetros–.

-No importa, pero al parecer ya es costumbre encontrarte llorando. ¿Por qué o por quién son esas lagrimas, Cara? ¿Son por Lander?–tomándome por la barbilla–. ¿Qué ha sucedido?

-No me siento muy bien, Señor Liam. Será mejor que me marche–ignorando sus preguntas y alejándome de su tacto–.

-De acuerdo, si no deseas platicar ahora del tema lo comprendo. La llevo al apartamento, me despido de los invitados y nos marchamos.

-No se preocupe, tomare un taxi y...

-No digas tonterías Cara, yo te llevaré o por lo menos deja que el chófer lo haga.

Cierta incomodidad me invade, deseo desaparecer cuanto antes. Anhelo la soledad y él dueño de esos hermosos ojos verdes no me lo permite.

-Llamare al chófer, veo que quieres estar sola y lo comprendo–formula con cierta decepción–.