I Love a... Vampire! (Book #2)

Capítulo #2 "Reencuentro"

Capítulo #2 "Reencuentro"

Tres semanas despúes

La alarma del teléfono celular zumba junto a mi oído, avisándome que debo alistarme para ir a la oficina. Doy un vistazo al reloj, 7:50 de la mañana.

-¡Mierda, estoy tarde!–exclamo saliendo apresuradamente de la cama–.

Perfecto para comenzar otro día en Manhattan... Un mes ha transcurrido, pero mis recuerdos aún no se desvanecen. Dando como resultado la acumulación de demasiado estrés y miseria en mi sistema.

Esta tarde es el gran cóctel de presentación del nuevo proyecto y como mano derecha de uno de los principales debo asistir. Siempre he odiado cualquier festividad o actividad donde esté involucrada demasiada gente y donde seguramente nunca encajaré, pero así es el trabajo y debo resignarme ante ello.

Mi vida durante estos días ha sido del apartamento a la oficina y viceversa, omitiendo el hecho de que cada día Lander llena mi mente y mis pensamientos. Me siento patética por todavía seguir pensando en un hombre que nunca me llegará a amar.

Tomo un taxi rumbo al edificio de la División, llegando en tiempo récord a la quinta planta. Todo es azulejos negros y piedra gris, al parecer el mundo no quiere que olvide fácilmente ese color. Dos guardias de seguridad franqueando las dos puertas de cristal de la entrada me asienten con sus cabezas en forma de saludo. El vestíbulo es un inmenso piso con pequeños e incómodos sillones formando una sala de espera junto los ascensores. Voy rumbo a él, caminando rápidamente antes de que sus puertas se cierren.

-¡Por favor, deténganlo!–grito, apresurando mi paso–. Gracias–digo cuando entro, sin percatarme de la figura que se dibuja a mi lado–.

-Buenos días, Cara... ¿Tan apurada esta mañana?

Me sonrojo como una colegiala al percatarme que uno de mis jefes se encuentra junto a mí regalándome una deslumbrante sonrisa.

-Buenos días, señor Hall. ¿Cómo se encuentra esta mañana?

-Ahora mismo mejor, porque está usted aquí–sonriendo pícaramente–. ¿Y sigue sin tutearme?–se queja, haciendo un cómico puchero–. Sabes, me pongo un poco celoso de Liam porque a él si lo llamas por su nombre de pila.

-Lo siento muchísimo, Señor, pero al señor Liam lo conozco desde antes y pues me exigió que le llamara por su nombre.

Sus ojos azules se fijan en mí y me escudriñan con seriedad por unos segundos. Es muy guapo, no lo voy a negar. Enfundado en un traje y corbata azul grisáceo con camisa blanca. El cabello peinado le cae en la frente, provocando a las féminas a tocarlo. Está recién afeitado y el olor de la exquisita colonia llena el pequeño espacio que nos encierra.

-Entiendo–musita, aguantando una pequeña sonrisa ante mi inspección–.

Mi cara roja debe lucir como una cereza por la gran vergüenza que siento y cuando al fin el pitido del elevador avisa que estamos en nuestro piso salgo prácticamente huyendo de él, sintiendo un gran alivio.

El piso de la División es una copia de "BLM" en Seattle, pero mucho más pequeño en espacio por lo que todos prácticamente se conocen. La actitud es más familiar y hay más unión. Aunque extraño a mis anteriores compañeros, aquí me siento útil al dirigir el Departamento Secretarial. Sin embargo, me gustaría muchísimo que nadie me conociera, ya que todos quedan en silencio cuando ven mi ajoro, odio ser el centro de atención; por lo que, trato de tranquilizarme cuando llego a mi escritorio.

-Buenos días Cara–saluda y siento su cercanía trás de mí–.

-Buenos días, señor Liam–respondo cordialmente, mientras me siento en un intento por huir y colocar una barrera entre nosotros–.