I Love a... Vampire! (Book #2)

Capítulo #6 "Te Necesito Urgentemente"

Capítulo #6 "Te Necesito Urgentemente"

Me encuentro encorvada sobre el escritorio del estudio de Lander Blumer, mirando fijamente la pantalla del ordenador. Ya son dos semanas en las que comencé a trabajar nuevamente para mi ex-jefe, y en la que me entregue por primera vez a él. Al vampiro fastidioso, que ahora mismo no me deja entrar los datos para la importantísima reunión con el Presidente de la empresa "W's Technology" por estar inclinado sobre mi torturándome con su muy experta lengua probando mi cuello.

-No... Deténgase, Señor Blumer... ¡Basta!–exclamo, utilizando una carpeta como barrera–. ¡Por favor, deje la "comida" para luego de que enviemos la información!–suspiro, frustrada–.

El estudio de su apartamento es increíblemente enorme, pero no lo suficiente como para no sentirme presa bajo su cuerpo. Se detiene y me observa con sus hermosos ojos grises, sonriendo como un niño inocente; intentando convencer a su madre de que le compre un helado... Y yo sería ese helado. Dios...

-Ni lo intentes Lander Blumer, aunque me mires de esa forma... ¡Seguimos teniendo trabajo!

-¿Y se puede saber...?–hace una pequeña pausa, quitándome la carpeta y retirando mis lentes, colocándolos en el escritorio de madera maciza, y acorralándome contra él–. ¿Cómo te estoy mirando?–me susurra al oído, causando escalofríos por todo el cuerpo–.

-¡Como si fuese comida!–exclamo indignada–.

-Déjeme decirle, Señorita Greace que ya he comido–comenta con una sonrisa arrogante–.

-¡Pues si ya se "alimentó", ¿por qué está tan impaciente?! Por lo visto no es urgente que beba mi sangre, ¿verdad?

Da una carcajada y me entran unas inmensas ganas de darle una cachetada por creído.

-Aclaro que solo "comí" y que me falta el "postre", y ese eres tu, Cara. Y sí, es una urgencia... Siempre lo es cuando se trata de ti.

-Oh...–suspiro atónita–.

-Sí... "Oh", Cara–responde con una expresión hambrienta en su rostro–.

Suelta mi cabello, dejándolo caer sobre mis hombros y como siempre, se queda mirándolo hipnotizado. Me levanta en sus brazos, llevándome a su habitación y dejándome suavemente sobre la enorme cama. Se desabotona su camisa, abandonando la prenda en alguna parte del suelo y revelando su trabajado pecho. Y para mí jamás dejará de ser como la primera vez...

Se desabrocha y baja el cierre de sus pantalones, pero sin quitárselos por completo; sino que los deja caer en sus caderas. Me muerdo el labio inferior, intentando controlar mis deseos por morder esa "V" que se marca en su abdomen y espero pronto poder hacerlo.

-¿Cuántas veces tengo que repetirlo?–formula, acorralándome sobre el mullido colchón utilizando los brazos como barreras–. Tu sangre es...–musita cerrando los párpados, mientras inhala el perfume de mi cuello–. Especial–continúa, ahora con sus pozos grises transformados en dos rubíes mirándome fijamente–.

Se aleja un poco para sentarse, tira de mi y quedo sobre su regazo. Me acomodo a horcajadas sobre él y suelto un jadeo en cuanto mi feminidad se frota con su erección.

-Mierda...–masculla con dificultad y la respiración agitada–.

Me despoja de mi chaqueta y sostén con prisas. Conduciendo sus ágiles dedos a lo largo de mis piernas, subiendo mi falda. Un escalofrío se apodera de mí, erizandome todo el vello del cuerpo. Acerca sus labios a los míos a unos pocos centímetros, pero sin besarlos. Seduciendome.

-Aunque esté abastecido con sangre de otra mujer, solo tú puedes satisfacer mi sed. Te necesito urgentemente, Cara–musita con deseo, sobre mi boca–.