¡Estupida! #2

5.- "Drama"

- ¿Es aquí, hija? - Me pregunta mi padre.

- Supongo, es la dirección que cita el mensaje.- Le respondo encogiéndome de hombros.

- Este bien, cuídate, vendré por ti a las 7:30.

- Hasta entonces.- Beso su mejilla y me bajo del auto sonriendo.

Entro al ascensor y pongo la clave que me mando Mackenzie, al abrirse me encuentro en lo que parece ser la sala, porque hay dos sillones en forma de L y un mesita de café enfrente. No miro a nadie conocido así que me asusto.

Mi celular vibra por un mensaje entrante.

>> Cuando llegues sube las escaleras a la izquierda, la última habitación a la derecha es la mía, solo entra.<<

No contesto nada y sigo las indicaciones. En las paredes de las escaleras hay fotos, muchas de ellas. Varias de dos bebes al parecer recién nacido, después un bebe solo y más adelante dos bebes juntos, supongo que Dylan y Aleksys, después hay de tres bebes por separado, Alessia rubia junto a la otra chica, ambas cargando a los niños y embarazadas; que extraño, pensé que Aleksys y Dylan solo tenían a Keeva de hermana, más adelante un niño de no más de un año, cabello negro y ojos azules, Aleksys, cargando una bebe, pero de la niña solo se ve el vestido. También de una niña de unos ocho años jugando con dos niños. Después un niño cargando a una niña pelirroja, Collin y Mackenzie. Más adelante los tres como de cuatro años.

- ¿Qué haces aquí? - Escucho que me llama una voz.

- Lo siento, iba a la habitación de Mackenzie y me distraje con las fotos.- Me excuso mirando a Aleksys a los ojos.

- Supongo que sabes dónde está. - Gruñe y solo asiento.

- No sabía que tuvieras otra hermana. - Le digo sonriendo y señalando la foto donde sale cargando a la bebe.

- La tenia, pero murió.- Espeta con rabia en los ojos.

Mis ojos deben expresar lo sorprendida que estoy pues el rueda los ojos.

- Lo siento, no sabía...- Murmuro arrepentida.

- Como será, ve con Mackie. - Asiento y termino de subir las escaleras, recorro el pasillo y entro en la habitación de Mackenzie.

Aleksys.

Miro a la rubia desaparecer por el pasillo y mi puño se estrella contra la pared por frustración.

- Maldición. - Murmuro viendo mis nudillos rojos y la sangre comenzando a salir por las pequeñas heridas.

- ¡Madre, saldré! - Grito entrando al elevador.

- ¿A dónde iras? - Pregunta saliendo del despacho.

- No sé, correré la moto.- Le respondo.

Su mirada baja a mis manos y sus ojos se abren con sorpresa.- ¿Qué pa...

La interrumpo.- Nada madre, sigue trabajando. - Me acerco a ella, beso su frente y vuelvo al elevador para ahora si bajar.

No puedo dejar que sepa que me puso así, no sabiendo que ella se pone peor que yo al recordar.

Saco la moto del garaje y acelero sin importarme nada.

Mis nudillos están blancos de apretar el manubrio de la moto pero simplemente no puedo relajarme. Los recuerdos de mi madre llorando por las noches me atormentan. Todas esas veces que mamá se culpaba de la desaparición de Yisseth, también aquellas en las que decía que los detectives estaban equivocados, ellos no habían muerto... siempre me colaba en su habitación y me acostaba junto a ella abrazándola, por lo menos hasta que se casó con papá y nos fuimos a vivir a la nueva casa. No puedo ni creer que me dejaron de segundo nombre el de ese idiota que solo sirvió para destrozar la vida de mi madre.